Tristeza en el fútbol del Alto Valle: murió el Negro Machado Gómez
Gilberto Sandalio, el uruguayo que llegó para refozar a Cipolletti en el 73 y después jugó en el mejor Independiente de Neuquén de la historia, dejó una marca indeleble. Tenía 79 años.
Machado Gómez, en la sede de Lifune con la camiseta del Rojo.
Justo cuando Cipolletti jugaba en Mendoza por el Federal A, una triste noticia sacudió al ambiente del fútbol zonal: murió Gilberto Sandalio Machado Gómez, el uruguayo que llegó el Albinegro para codearse con los mejores en el Nacional del 1973 y se quedó en la región para siempre. Después pasó a Independiente de Neuquén y también fue parte de un equipo que quedó marcado a fuego.
A pocos días de cumplir 80 años (3 de septiembre), el Negro dijo adiós. Nació en Montevideo, hizo las divisiones formativas en Nacional, después pasó por Liverpool y en 1969 cruzó el charco para jugar en Deportivo Morón. En 1973, cuando Cipolletti logró el ascenso al Nacional, lo trajo para reforzar el plantel, junto a Félix Villalba, Marcelo Urtiaga, Jorge Ballejos y el Patón Raschia, entre otros.
En 1977 pasó al Rojo neuquino y se convirtió en una referencia desde la defensa. A esa altura ya se notaba una doble función: jugar y formar jugadores. En el equipo capitalino se coronó campeón y fue clave en la gran campaña del Regional, cuando Independiente perdió la final por el ascenso al Nacional.
Independiente de Neuquén despidió al Negro Machado Gómez
«El Club Atlético Independiente de Neuquén, en conjunto con dirigentes actuales y quienes pasaron, saludamos a su familia, esposa Cristina, y amigos, en este duro momento, y acompañamos con un profundo abrazo», fue el posteo del Rojo. «Gracias por todo Machado, hasta siempre maestro«, remataron.
Siempre ligado al fútbol, en los 80 fue el creador del torneo de la Universidad Nacional del Comahue, donde permaneció durante más de dos décadas. Ahí fue pionero, porque su fórmula fue replicada en diferentes puntos del Alto Valle, donde se disputan diferentes certámenes amateurs, todos masivos. Desde el verde césped o desde afuera, el Negro Machado Gómez dejó su huella.
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