Con suplentes, Boca empató sin goles con Estudiantes por la Copa de la Liga
Por la fecha 11 de la Copa de la Liga Profesional, Boca recibe a Estudiantes en La Bombonera con la cabeza puesta en lo que será la final de la próxima semana en el Maracaná ante Fluminense.
Boca y Estudiantes protagonizaron un flojo partido y empataron sin goles en el primer adelanto de la undécima fecha de la Copa de la Liga Profesional, por la zona B.
A pesar de haber declarado que su intención era jugar con con muchos titulares, Jorge Almirón dio un golpe de timón a horas del encuentro ante Estudiantes y apostó por un equipo plagado de suplentes que empató sin goles.
En la Bombonera, el público vivió un clima ajeno a lo poco que entregó el encuentro, porque cantó y alentó al equipo durante toda la jornada con una sola exigencia: la inminente final de Copa Libertadores que asumirá la semana entrante en Río de Janeiro ante Fluminense de Brasil.
La decisión de Almirón fue avalada tácitamente por los hinchas al grito de “en Brasil, cueste lo que cueste, en Brasil tenemos que ganar” que sonó en la previa, el durante y el post partido.
Estudiantes no aprovechó la circunstancia que envolvió a un equipo rival, plagado de suplentes. Los dirigidos por Eduardo Domínguez ejecutaron un planteo con poca ambición ofensiva, aun cuando está en semifinales de Copa Argentina, donde precisamente deberá medirse con el Xeneize.
Sin ser mucho más, Boca dominó el mediocampo con los aportes de los juveniles Saralegui y Taborda, el despliegue de Campuzano y algunos arranques de Bullaude. Con esos destellos le alcanzó al local para generar alguna ocasión de gol.
Lo más claro del primer tiempo llegó a los 27 minutos, con un disparo de Saralegui que el arquero Andújar mandó al córner.
En el segundo tiempo, el elenco platense lució algo más compacto y estuvo con mayor determinación para llevarse el triunfo. Sin embargo tampoco fue arrollador. La situación más peligrosa llegó a través de un disparo de Benedetti, que se fue alto.
Así el marcador sin goles fue justo para un partido que no tuvo emociones, por lo menos dentro del campo de juego.
Poco le importó al público auriazul el trámite del encuentro porque su cabeza, mente y corazón ya están puestos en lo que generará el equipo el próximo sábado desde las 17.00 en el Maracaná, con la ilusión de sumar la ansiada séptima Copa Libertadores y recrear una conquista continental, después de 16 años.
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