El vuelo del Ángel: yo grité un gol del Nene Travesino
Luego de una larga enfermedad, falleció el recordado primer goleador de Deportivo Roca y un personaje amado por toda la comunidad futbolera de la región.
Adquirir la “inmortalidad” no dependerá jamás del plano propio de la existencia, sino que se validará en el trayecto y en la clase, única y relevante, para finalmente trascender más allá de los tiempos.
Ángel Francisco Travesino pasó todos los estratos de la idolatría, la admiración, la docencia y la amistad. Aquel chico que soñaba en ser como él y que se colgaba del alambrado para festejar sus goles en la década de ‘70 y ‘80, ya de grande llevó a sus propios hijos a la escuelita de fútbol donde uno de los más grandes artilleros del fútbol regional de toda su historia, contaba sus secretos mejor guardados. No sólo para ser un buen futbolista, sino también para ser mejor persona.
‘El Nene’, así bautizó a su escuelita, así lo conocía el mundo del fútbol y así se lo recordará para la eternidad.
El vuelo de Ángel y la perpetuidad. El viaje que ayer el goleador emprendió para siempre, fue reflejado en todas las redes sociales y en cada uno de esos testimonios no había más que agradecimiento y gratitud. Y ahí estaba el Nene, con los dos brazos levantados para un festejo que era su sello personal, y también posando junto a los chicos de su escuelita. Para muchos, más que un profe. Casi un segundo padre.
Uno de los posteos. “Con 10 años un día me invitaron a la escuelita del Nene. Primera práctica y me dice: ‘¿de que te gusta jugar?’ Yo viendo todos los fines de semana a Riquelme le digo: ‘de 10’. Acto seguido me dice: ‘bueno a partir de ahora jugás de 2, que más adelante me lo vas a agradecer’. Hoy se lo agradezco, y no por un tema futbolístico, sino de la enseñanza de ese momento, de aprender y escuchar, pero sobre todo los valores que nos transmitió”.
El principio de todo. Travesino era un pibe cuando llegó a Roca desde un pueblo puntano de 600 habitantes que lleva nombre de far west. “¿De qué Arizona venís?, me preguntaban. De San Louis, les decía yo, con acento de vaquero”, le revelaba entre risas el Nene a “Río Negro” en una entrevista en el 2015 junto a Gilberto Machado Gómez, uno de sus más acérrimos rivales en la cancha que luego la vida los llevaría a ser grandes amigos.
El Nene fue el ‘9’ de la primera formación histórica de Deportivo Roca tras su fundación en 1974, y con su metro setenta y pico se movía muy a gusto en esa tierra de gigantes que es el área de una cancha de fútbol. Astuto, lúcido y guapo, Travesino se las arreglaba para estar siempre dónde había que estar. Así se forjó como goleador letal del aquel equipo naranja en formación y también fue el primer ídolo para muchos chicos de aquella época.
Los homenajes hay que hacerlos en vida y fue así que Cacho Lobello, el legendario músico roquense junto a su banda Buscados Vivos, decidió enaltecer su recuerdo de pibe gritando, alambrado de por medio, el inolvidable gol de Travesino a la Selección Argentina en el estadio Luis Maiolino.
Aquel instante de pasión inolvidable, Lobello lo honró con un tema que se llama simplemente “El Nene” y que en su primera frase quizás encierra el sentimiento noble y sin fecha de vencimiento del autor. “Sueños, locos, eternos y desafiantes, míos, curiosos, pasión de amor rodante…”.
“Río Negro” supo registrar aquel homenaje a Travesino en un clip que llamó ‘Encuentro en el subsuelo’ y este cronista, a pedido generoso de Lobello, tuvo el honor de relatar el gol que el Nene le marcó al Loco Gatti aquel 2 de marzo del 1977, y que abre el tema en cuestión.
Todo eso y más dejó Travesino en su paso por este mundo, y esas voces que se escuchan en su última hora, son las que finalmente lo elevan hoy a la eternidad.
Ayer el Nene se llevó sus goles hacia aquel lugar donde quizás iremos todos. Donde quieras que estés, gritalo fuerte Nene, como siempre. Y con los brazos en alto, que esta batalla, aunque ya no estés con nosotros, no hay dudas que la ganaste vos.
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