El día en que el Cosmos de Nueva York visitó al Club Cipolletti en la «Visera de cemento»

Darío Buonaventura es un apasionado por la historia de los equipos de fútbol. Desde hace varios años se dedica al trabajo de estudio e investigación del deporte desde la historia. En “DIGO”, a través de su ciclo «Historias del Fútbol regional», cuenta la vida de los grandes equipos que con esfuerzo y sacrificio, crecieron a la par de la región.

Escuchá este relato en la voz de Dario, a través de su ciclo «Historias del Fútbol»

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Corría el año 1980 y el Club Cipoletti celebraba una nueva clasificación en forma consecutiva para participar del torneo Nacional de ese año. Sin embargo la situación era aún más especial especial. Es que el 18 de marzo de 1980 se presentó a jugar un partido amistoso en la «Visera de cemento», el legendario equipo del Cosmos de Nueva York

“Fue un hecho inédito para la zona, porque este equipo estaba plagado de figuras de relieve internacional, dado que lo integraban jugadores de diversas nacionalidades con sus respectivas selecciones nacionales o equipos importantes a nivel mundial», afirmó Dario en su ciclo de Historias del Fútbol.

Algunas de las figuras que pisaron el suelo cipoleño fueron: Franz Beckembauer, el emblema alemán de la final del mundial ’74 y Johan Neeskens, un mediocampista holándes que venía de brillar en la selección de Holanda.

El partido terminó igualado en un tanto. Para el albinegro marcó el gol Carlos Enrique Ortiz a los trece minutos del primer tiempo e igualó para el Cosmos el italiano Giorgio Chinaglia.

Las figuras de aquel partido fueron el alemán Franz Beckembauer y en Cipoletti Juan Enrique Strak y Carlos Enrique Ortiz.

Para el Cosmos de Nueva York jugaron entre otros: el lateral brasileño Carlos Alberto, quien había sido campeón mundial con la selección de Brasil en 1970 y el talentoso volante paraguayo Julio Cesar Romero.

Dario Buonaventura se reconoce como un “Historiador del Fútbol”. Nació en Río Colorado, vivió muchos años en Conesa y luego se trasladó a Roca donde se desempeñó como policía. Después de 30 años de servicio, una vez retirado, comenzó a cursar la carrera de Historia en Neuquén con un claro objetivo. Investigar y dejar escrita parte de la historia de los clubes deportivos que hasta el momento, solo se contaba en algunas charlas de café.

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