Carolina Modena: Agua fría y corazón caliente en el Perito Moreno
La neuquina se consagró subcampeona mundial de natación en aguas frías en Calafate y contó cómo entrena junto a su grupo para esta particular disciplina.
A muchos kilómetros de su casa y en varios grados menos de temperatura, la neuquina Carolina Modena se consagró subcampeona mundial de aguas frías en Calafate.
Fue en el Winter Swimming World Cup 2023 que se realizó este último mes en el Glaciar Perito Moreno al que viajó con otros neuquinos que forman parte del grupo de entrenamiento.
“Tenemos un grupo que se llama M800 que entrenamos aguas abiertas hace ya varios años. Empezamos muy de a poco, anotándonos en carreras cercanas, después empezamos a ir a la cordillera, buscando desafíos más grandes”, contó Carolina, de 48 años, en diálogo con Río Negro.
Francisco Castaño, Valeria Sokoluk, Pablo Spieser y Jisela Hardziej fueron los otros neuquinos que compitieron, entrenados por Mauricio Fingerhut.
“Cuando nos enteramos que estaba el Mundial en Calafate nos encantó la idea pero no sabíamos si estábamos preparados. Somos todos adultos, con nuestros trabajos y esto lo hacemos de hobby”, destacó Modena.
La nadadora compitió en la categoría E, de 45 a 49 años. Participó en las distancias de 25 metros, 50m, 100m, 200m y 1000m, en un agua que no superaba los 2 grados de temperatura. Hizo podio en cuatro y en el promedio quedó segunda, lo que le valió la medalla de plata.
“Es importante aclimatarte y acostumbrarte al agua fría, se produce un proceso en el cual tu cuerpo se va adaptando”, contó la neuquina.
Con su grupo de entrenamiento, habitualmente entrenan en el Río Limay. “Entrenábamos los fines de semana y de a poco fuimos buscando aguas más frías, porque ahí son de unos 6 o 7 grados. Algunas veces viajamos a la cordillera y sino empezamos a nadar de noche, la gente pasaba y nos saludaba. Otra cosa que hicimos fue nadar en una pileta con hielo”, relató Modena.
“Mi referente es Cristina Ganem, ella me inspiró. Siempre me dio aliento y me dijo que no boicoteara, que esto es cabeza”, señaló Carolina.
Sobre ese aspecto, el de la fortaleza mental, amplió: “La cabeza juega un rol principal, entonces tenés que prepararte mucho en eso. Y obviamente es importante una buena preparación física y alimentación, por más que no seamos deportistas profesionales. En aguas frías se necesita una musculación que soporte la temperatura y un buen control de la respiración”.
El año que viene el Mundial será nuevamente en Calafate y Modena reconoció que también le interesan otros desafíos como la milla helada en el Canal de Beagle y un nado por las Islas Malvinas.
Curiosamente, la neuquina no empezó a nadar de chica. “Empecé con un profesor a los 20 años. Después dejé, tuve mis dos hijas y retomé hace unos 6 o 7 años. Ahí me encantó lo de aguas abiertas, fue salir de la pileta y encontrar un mundo de posibilidades, es fabuloso”, valoró.
Carolina trabaja en una empresa en el sector de recursos humanos y también administra un emprendimiento personal. A eso le suma sus dos hijas y el entrenamiento de natación. Su historia es como la de tantos deportistas amateur que, a pulmón y con mucho empuje, desafían todos los límites.
Además de una muestra de superación, lo de Carolina Modena también sirve como ejemplo de que nunca es tarde. Empezó a nadar en aguas abiertas después de los 40 y antes de los 50 es subcampeona mundial. Un caso para imitar aunque muy difícil de igualar.
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