Boca y un envión que lo lleva de la Cordillera al Monumental

Con goles de Advíncula y Villa, el Xeneize logró un sólido triunfo ante Colo Colo, en Chile, quedó como único líder del Grupo F y llega en alza al Superclásico ante River, a jugarse en Núñez.

El fútbol tiene ese costado imprevisible e impensado y es por eso que es el deporte rey sin importar mapa ni latitudes.
Hace un par de semanas, los estados de ánimo de Boca y River se deslizaban por veredas diferentes. El Xeneize se movía entre muchas dificultades, transitando el nuevo ciclo de Jorge Almirón, que sólo cosechaba derrotas en sus primeros dos partidos en la LPF, y se desahogaba de manera agónica ante Deportivo Pereira (2-1) en La Bombonera, por la Libertadores.

El Millo, altivo líder de Liga, lucía recuperado en la Copa tras el triunfo en el Monumental sobre Sporting Cristal (4-2), pero un empate sobre la hora gracias a un gol en contra ante Atlético Tucumán y la dura caída del martes por la noche en Río de Janeiro ante Fluminense, cambiaba la escena.

En la previa al Superclásico del próximo domingo (17:30) en el Monumental, el que llega mejor parado al partido que todos quieren ganar es este Boca, que primero se recuperó por la LPF al superar 3-1 a Racing, y anoche se quedó con un triunfo clave en la carrera hacia la siguiente fase de la Libertadores.

El 2-0 sobre Colo Colo en Santiago de Chile reafirma la superación de Boca de la mano de Almirón y que lo deja como líder del Grupo F, después de un comienzo con muchas dudas.
No se trató de un partido estelar del Xeneize ni mucho menos, pero lo que sí ha recuperado este Boca es confianza. Creer en sí mismo ha llevado por ejemplo a que Luis Advíncula sea el artillero del equipo en la competencia continental con dos tantos.

El peruano, que venía de marcar un golazo (el 1-1 parcial) ante Deportivo Pereira en La Bombonera, además de una gran actuación frente a Racing, abrió el marcador para Boca ante el Cacique.

El gol de Advíncula a los 11’ le bajó el ritmo a los chilenos, que tuvieron no menos de tres ocasiones de gol en el comienzo del juego. El equipo de Almirón supo absorber los momentos desfavorables en cuanto al patrimonio del balón con una virtud primordial: el orden. A partir de allí supo leer un partido que sostuvo con resultado favorable antes del descanso, también gracias a un par de buenas intervenciones de Chiquito Romero.

La vuelta de los vestuarios en rodeo ajeno casi siempre entrega el mismo cuadro cuando el anfitrión está en desventaja. Colo Colo salió con todas sus fuerzas a igualar las cosas, pero Boca resistió los embates y también contestó vía Luis Vázquez, que sin embargo no estuvo lúcido en los mano a mano y desperdició un par de chances.

Bruno Gutierrez disputa el balón con Luis Vazquez. El delantero de Boca tuvo su premio a la insistencia y provocó el segundo gol de Boca. (Photo by MARTIN BERNETTI / AFP)

De todas maneras, el delantero tuvo su premio a la insistencia al pelearle un balón al uruguayo Falcón en una salida, para que le quede a Sebastián Villa, quien definió sin problemas entre las piernas del arquero argentino Fernando De Paul.

Con dos goles de ventaja, el partido quedó liquidado cuando Palacios lo bajó al Colo Barco, de gran actuación, y el árbitro Claus le mostró la roja.
En el juego de la previa, Boca llega en alza y River en el subsuelo. Pero volvamos al principio: nunca nadie pudo predecir los caprichos del fútbol.
El domingo es el Superclásico y como siempre, lo irrefutable:la verdad solo estará en la cancha.


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