Femicidio en Neuquén: Delia quería poner a resguardo a sus hijos antes de hacer la denuncia
Tenía temor porque su esposo la amenazaba. "Yo quería arreglar las cosas bien con él", repetía la víctima de femicidio a sus amigas. La dominación era tal que la incomodaba cuando un hombre la saludaba en el público. "Después se me arma en casa", decía.
Cuando iba a misa, Delia Aguado se sentaba con las familias que hacían la catequesis con sus hijas, siempre y cuando no estuviera Diego Tolaba, su esposo. Si él entraba, ella se ubicaba atrás junto a él. Era tal la sujeción que ejercía el hombre que la joven mujer le llegó a pedir a una de sus amigas que su marido no la saludara cuando la viera. “Después se me arma
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