Del hielo al fuego: cuatro amigos hacen el viaje de sus sueños
Pedro Tissera, Esteban Sierra, Franco Ojeda y David San Martín son de Neuquén y en febrero iniciaron un viaje para unir Ushuaia con Alaska. Subieron al volcán Lanín, escalaron montañas gigantes, saltaron a lagos desde grandes alturas, pero su misión más difícil la encontraron el El Hoyo, frente al fuego.
Cuatro amigos en pleno invierno sumergidos en el río Neuquén y una vieja idea que vuelve: viajar. Esa mañana de julio se metieron al agua a practicar el método wim hof, con el que combinan técnicas respiratorias, exposición al frío y meditación. Después del chapuzón, y en medio de una pandemia que los agobiaba, a la orilla del río encontraron una carta de baraja española que decía 5. No saben por qué, pero todos dijeron: “en 5 meses hacemos el viaje”, y así empezó todo.
El 26 de febrero, Pedro Tissera de 26 años, Esteban Sierra, Franco Ojeda y David San Martín de 28, comenzaron a rodar un camino para unir Ushuaia con Alaska. Ensamblaron su equipaje en una camioneta Ecosport, como si fueran ladrillos de Lego y arrancaron una aventura cien veces soñada.
“Cada uno hace lo suyo y queríamos llevar nuestras cosas. El disco, la parrilla y la plancheta, la guitarra, el tabaco y el charango, pandeiro, cosas de escalada, de alta montaña, el dron, la cámara y más, dice Pedro y cuenta que además a lo largo del viaje están filmando una serie llamada Las 7 Estatuillas. (Ver abajo).
Son del barrio Santa Genoeva de Neuquén y desde niños son amigos. Cuando eran chicos y se mandaban una macana, el grito “canelón”, avisaba la infracción, y en honor a esa complicidad que viene de siempre, así bautizaron esta aventura.
Salieron de Neuquén y la primera gran misión fue conquistar la cumbre del volcán Lanín. Todos practican escalada deportiva, algunos de los chicos estudian para guías de montaña, así que hicieron de las suyas. Después, fueron a Bariloche, pasaron por las 7 Lagunas y siguieron rumbo a El Hoyo, donde los recibió un panorama desolador que no pensaban encontrar.
A poco tiempo de llegar comenzó el incendio que a principio de marzo afectó a la Comarca Andina, especialmente a las localidades de El Hoyo, Epuyén, Lago Puelo, Cholila, El Maitén y Las Golondrinas. El fuego avanzaba en horas.
Salieron a ayudar, a ofrecer agua a los bomberos, pero era un caos y sentían que molestaban más de lo que aportaban. En medio de la confusión se fueron a Esquel, pero cuando vieron la dimensión del problema, volvieron a dar una mano y allí se quedaron un par de días con los vecinos.
“Cuando volvimos, encontramos El Hoyo casi todo quemado. Fue durísimo ver las casas, los campos de cultivos, todo perdido pero la gente estaba pilas para levantarse. No se permitían estar tristes y no paraban para sacar adelante al pueblo. Caminabas en el bosque y veías animales muertos, fue una tragedia, pero la gente te motivaba”, dice Pedro.
Esteban, a su lado, toma el celular y suma que dos amigas les mostraron como colaborar como voluntarios en la casa de Pascual, un señor mayor. Así comenzó su parte de poner las manos, porque sostienen que hay muchas donaciones pero faltan manos. “Había que desmontar las casas ver sus caras de tristeza y intentábamos ayudar. El pueblo estaba sin servicios, así que se trabajaba entre las cenizas y después no había ni dónde bañarse”, dice Esteban.
Se hospedaban en la casa de un familiar de David. Otras veces, él, había estado en ese paraíso natural y nunca pensó verlo así. “Sentí mucha tristeza, personas que perdieron todo, que solo tenían las bases de la casa. Había estado antes, veía el verde y pasar a ver todo quemado fue terrible”, ralata.
Franco es realizador audiovisual y a su lado suma: “me gusta retratar esos lugares, son tan lindos. Siempre damos por sentado que son indestructibles y la realidad es que son muy vulnerables. Ves la foto hermosa que sacaste y ahora está todo gris. Hay incendios que son intencionales y hay que luchar por esos lugares, como sociedad debemos decidir cuidarlos”, dice.
Después del incendio volvieron a Esquel. Se hospedaron en un hostel mientras Franco editó algunos videos. En estos días llegaron a Los Antiguos. Piensan hacer la Cueva de las Manos y se van a El Chaltén para hacer un trekking de 7 días.
Cada mañana se levantan hacen ejercicio, las respiraciones y se meten en el agua helada. Tienen pensado zambullirse en el Perito Moreno y en Ushuaia. Irán por la 40 hasta el sur y volverán por la 40. Quizás sigan para el norte neuquino, después pasarán por Mendoza, San Juan, y de ahí subirán a Bolivia. Sus mapas están trazados, pero el único problema que puede surgir es que la pandemia meta la cola.
“Siempre soñamos este viaje, pero nunca pudimos materializarlo. La pandemia nos pisa los talones, estamos alertas pero por ahora disfrutamos el día a día. No sabemos si se podrá salir del país, pero no queremos adelantarnos a los hechos”, dice Pedro antes de continuar viaje.
Comparten su aventura en redes sociales. Los podés buscar en www.instagram.com/elviajecanelon/ y en Tik Tok en @el.viaje.canelon
Las 7 Estatuillas: una serie canelonera
En el camino están filmando una serie que se llama Las 7 estatuillas. Es una comedia aventura escrita por Franco Ojeda en la que actúan ellos mismos. Los dos primeros capítulos los filmaron en Neuquén con la participación de Marité Berbel. En este momento están trabajando en la edición.
La historia trata de una muerte turbia y alguien que investiga y descubre que hay 7 estatuillas perdidas en toda Latinoamérica.
El protagonista emprende un viaje para develar el misterio, que es el mismo que hacen los cuatro amigos en la vida real. Tienen planeado rodar el capítulo tres cuando lleguen a Bolivia.
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