Del folclore a la literatura: añoranza y fragilidad
Ahora que estamos encerrados, ahora que añoramos hasta la menor partícula de libertad, ahora que determinados gestos cotidianos como los besos y abrazos han quedado en el arcón del tiempo, ahora que las rutinas que nos agobiaban o no (ir a trabajar, salir con amigas, viajar, asistir a clases) pasaron a ser parte de los paraísos perdidos; ahora, te digo, surge en nosotros,
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