Transiciones políticas a contrarreloj en Argentina: los casos de Allen, Regina, Dina Huapi y Belisle
Tras unos comicios, que se caracterizaron por ser disruptivos, llega el tiempo del traspaso de mando. Más de 2.000 municipios, 23 provincias, CABA y el ejecutivo nacional reinician los mandatos.
Por Erika Acosta. Contadora. Expresidente del Tribunal de Cuentas de Rio Negro.
Nos encontramos a días del momento en el que, en más de dos mil municipios, veintitrés provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gobierno nacional, las autoridades electas asumirán su gestión por los próximos cuatro años.
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El proceso electoral de este año, marcado por su notable extensión, podría considerarse como uno de los más disruptivos de los últimos tiempos. Esto se debe a que varias provincias, que durante años estuvieron bajo el mismo signo político, han virado hacia líneas de gobierno antagónicas, situación análoga a la vivida en nuestro gobierno nacional.
La coyuntura, en conjunto con la creciente demanda de la sociedad por mejores prácticas de gobernanza, mayor transparencia en el sector público y una rendición de cuentas más cercana y transparente, así como con la posibilidad de acceder a información, ha motivado a los gobernadores entrantes a delinear acciones en la misma dirección.
Este fenómeno se ha plasmado con fuerza en la implementación y activación de procesos de traspasos de gestión, protagonizados por equipos de transición que han ganado mayor visibilidad tanto en términos de sus integrantes como de sus contenidos, pero principalmente, de la publicación de los mismos. Algo similar ocurre en el ámbito de los intendentes, quienes están dando pasos firmes hacia un proceso de traspaso ordenado y colaborativo. En este periodo, que transcurre entre la proclamación de autoridades y su asunción, se empiezan a apreciar los beneficios que emanan de la información recabada , y se delinea un camino lleno de oportunidades para todos los actores involucrados.
Principalmente para aquellos que entienden en esta práctica una oportunidad para deslindar responsabilidades, incluso valorable, cuando el cambio de gestión es entre gobiernos de un mismo signo político y/o de un mismo intendente o gobernador, que podría encontrar grandes variaciones en los resultados de sus gestiones de gobierno, impactados por cuestiones macroeconómicas que los afecten.
40 años en democracia: ni utopía ni rutina
En algunas provincias y municipios de nuestro país esta norma ya está en vigencia, mientras que aquellos que aún no la incluyen en sus constituciones o cartas orgánicas están comenzando a reconocer la necesidad de establecer regulaciones al respecto.
Es posible vislumbrar que poco a poco esta situación terminará instalándose en la agenda pública, porque los procesos de traspaso ordenados son, sin lugar a duda, una parte por demás significativa de la rendición de cuentas que la sociedad exige y a la que están obligados quienes manejan y administran fondos públicos. Dar cuenta y poner en consideración de la sociedad el estado de situación en el que un presidente, gobernador o intendente entrega el mandato a otro es una obligación insoslayable para reflejar transparencia y buenas prácticas de gobernanza.
Es un momento tan significativo, que en la actualidad no escapa a nadie el hecho de que, en el esquema electoral nacional vigente, el cambio de gestión de nuestro país debe darse en un lapso de tan solo veinte días.
A nivel nacional, merecemos otro tipo de traspaso de gestión, con transiciones responsables, con tiempos mínimos obligatorios y con informes públicos que garanticen estabilidad y transparencia para nuestra Nación.
En lo que respecta a los municipios de nuestra provincia (Río Negro), donde existe normativa, los beneficios se perciben rápidamente, ya que la provisión de información a intendentes electos en los municipios no es una opción, sino una obligación. Esto posibilita que el intendente electo comprenda claramente el estado económico, financiero y legal del municipio, lo que le permitirá definir cursos de acción incluso antes de asumir funciones.
Todavía queda mucho por ajustar. Considero que, pese a que el proceso de traspaso de gestión tiene actualmente mayor difusión que en los últimos años, aún falta transmitir la importancia significativa de esta instancia para las instituciones y, por lo tanto, para la ciudadanía en general.
Sí es importante destacar lo que ocurre en algunos municipios de nuestra provincia respecto de los traspasos de gestión municipal, tales como Dina Huapi, Villa Regina, Allen y Belisle.
El proceso de traspaso en el municipio de Allen
Por Marcelo Román, intendente electo de Allen.
En la ciudad de Allen, el proceso de traspaso de gestión municipal no se encuentra normado por ordenanza o Carta Orgánica. Esta situación es la que se repite en la mayoría de los municipios de nuestra provincia; sin embargo, se avanzó por parte del gobierno electo en el pedido de información a tal fin, contando de esta manera con información sobre el estado del Municipio.
“Desde que fuimos elegidos, nos propusimos iniciar una nueva etapa en Allen. Como intendente electo, mi objetivo es realizar acciones concretas y mi compromiso con el momento inicial reside en procurar un proceso de transición que permita conocer el estado de situación general de nuestro Municipio.
Como gobierno electo, consideramos de suma importancia contar con los datos que permitan tener un panorama integral de la situación económica financiera y legal de nuestro Municipio. A tal fin, hemos avanzado junto al Cr. Bracalente, realizado un pedido exhaustivo de información que será necesaria al momento de iniciar nuestra gestión, siempre pensando en el beneficio de los vecinos allenses.
En busca de normalizar este proceso, prevemos la promoción de una ordenanza que lo regule de manera clara y que determine la documentación que debe presentarse así como también los plazos para la remisión de la misma; en resumidas cuentas, que sirva como guía para futuros traspasos de gestión”.
El cambio de mando en Villa Regina
Por Ing. Luis Albrieu, intendente electo Villa Regina
En Villa Regina se comenzó a dar cumplimiento a lo que por agosto de este año inició con la promulgación de la Ordenanza 0035/23, mediante la cual, a partir de este año, se reglamenta el proceso de transición en la administración municipal de Villa Regina.
Más que crear normas y procedimientos, la ordenanza generó, por medio de informes, la posibilidad de fortalecer la rendición de cuentas. Más aún, ha brindado la posibilidad a la gestión entrante de tener una visión lo más certera posible sobre el estado de la situación económica, financiera y legal del Municipio al momento de asumir el próximo 12 de diciembre.
Este proceso de transición llega al cumplirse 40 años de la recuperación democrática, y es por ello una obligación de todos los espacios políticos avanzar hacia sistemas ágiles, transparentes y accesibles al conjunto de la sociedad.
Como toda norma que se implementa por primera vez, genera algunas incertidumbres en su aplicación y seguramente hay cuestiones a mejorar, pero lo fundamental para una transición armónica es la voluntad y predisposición de los actores involucrados, sabiendo que tienen la obligación y responsabilidad de superar diferencias o conflictos propios de las etapas electorales.
Poder tener una foto de la realidad en la que se encuentra la administración municipal antes de asumir es la ventaja más importante de esta normativa de transición que se empieza a implementar en Regina y que es la punta de lanza para otros municipios de Río Negro.
Toma aún más importancia cuando la transición se hace entre dos gestiones de distinto signo político, sumado a que la actual administración se encuentra atravesada por una crisis económica, financiera y de conflictos gremiales, como es la actualidad de Villa Regina.
La Carta Orgánica que rige en Dina Huapi
Por Hernán Terrens, presidente UCR, a cargo del traspaso de gestión en Dina Huapi
La Carta Orgánica del Municipio de Dina Huapi, prevé en su artículo 72 dos incisos, el 12 y el 30, donde se configura el espíritu del proceso de transición de gobierno de Dina Huapi. Estos establecen los tiempos de entrega del balance de cierre del ejercicio, teniendo como fecha de corte el mes de junio del último año de gestión, en el caso de tratarse del último año de mandato, el informe debe ser presentado al Concejo Deliberante y Órgano de Contralor sesenta días antes de su finalización.
De la misma manera, también prevé que treinta días antes del cambio de gestión, el gobierno en ejercicio debe informar sobre los recursos humanos y patrimoniales, incluyendo todo proyectos en ejecución o pendiente de realización.
La falta de especificación en la norma no permite realizar un diagnóstico para evaluar las posibles acciones a seguir; a su vez, en una situación tan dinámica económicamente como la de nuestro país, la demora en la información, podría implicar una pérdida de oportunidades válidas. Por lo cual, si bien esta normativa enmarca el proceso de traspaso de gestión, consideramos importante avanzar hacia una norma que regule el proceso completo y así fortalecer algo tan importante institucionalmente como lo es la transparencia en los actos de gobierno.
De este modo, no es menor que esté contemplado dentro de la Carta Orgánica la realización de un traspaso de gestión, pero consideramos que los plazos deberían ser más amplios y la información que debe remitirse más precisa. Por otra parte, debería contemplarse la posibilidad de intermediación de un tercer actor independiente: el defensor del pueblo podría actuar como intermediario, mediador y, en última instancia, observador del cumplimiento de lo normado.
Reitero que no es menor lo que ya está, pero siempre se puede mejorar, avanzar y ser creativo en la generación de buenos actos y normas de gobernanza que hacen a la política y la gestión pública no solo más transparente y ética sino también participativa con la sociedad.
Belisle padece la falta de legislación para asegurar la trasparencia
Por Diego Agüero, intendente electo de Belisle.
El municipio de Belisle no tiene reglado el proceso de traspaso de gestión ni cuenta con Carta Orgánica, por lo cual se rige supletoriamente con las leyes provinciales.
En nuestro caso, después del 22 de octubre y ganar las elecciones, elevamos una nota al intendente solicitando una reunión para poder acordar el Traspaso y que las distintas áreas del Municipio pudieran reunirse con los miembros de nuestro equipo que ocuparán esos mismos puestos. No teniendo respuesta de la misma presentamos una nota especificando claramente la información requerida, para que cada área nos remita la información que necesitamos, tampoco tuvimos respuesta de este pedido. Entiendo que es difícil la colaboración entre gestiones, sobre todo porque, al no tener una Carta Orgánica, no está establecido ningún mecanismo de traspaso, por lo cual no estaría el gobierno saliente incumplimiendo ninguna norma, en este caso, el proceso debería basarse en las buenas costumbres y los buenos modales y de este modo poder mantener reuniones para informar sobre la situación actual, las obras iniciadas, etc. Al no tener esa información, no sabemos con qué nos vamos a encontrar al momento de la asunción. Sin embargo, como somos un municipio chico, tenemos alguna idea, pero no la que quisiéramos tener, sabemos que los primeros días vamos a tener que informarnos y hubiéramos querido tener esta información previamente,
Un paso enorme sería poder trabajar en la elaboración de una Carta Orgánica y poder incluir todos estos puntos. Hay que modernizar la política en ese aspecto, escuchamos diariamente hablar de inteligencia artificial, todo va cambiando y las gestiones no pueden estar al margen de estos avances, todo lo que sea para el mejor funcionamiento del Municipio, es bienvenido y un Proceso de Traspaso de Gestión regulado es un muy importante para el comienzo de una gestión.
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