La elección de Donald Trump y el progresismo argentino

Propone cerrar su economía con aranceles y fabricación propia, pero impulsa el saqueo y el “libre comercio” a colonias como América Latina.

Finalmente ha triunfado el proyecto civilizatorio encarnado por el republicano Donald Trump en los EE.UU. , idea que hemos explicado ya desde estas paginas anteriormente ( “ Guerra o Yalta II” 16/4/24 , “Elecciones en EE.UU. en blanco y negro” 3/9/24)

La victoria amplia mostró una movilización política electoral no vista desde hace décadas en los EE.UU. , lo cual le permite dominar ambas cámaras del Congreso. Trump es definitivamente un fenómeno popular que atrapa el interior del país blanco, latinos , mujeres , jóvenes. El misógino , violento y racista que han construido como imagen los medios del globalismo financiero para contraponerlo al progresismo-demócrata, caló hondo en las necesidades del pueblo de aquel país.

La visión económica de Trump es lo que más preocupa al otro grupo que confronta con este. Ello en tanto el proteccionismo, el industrialismo y el acuerdo sobre zonas de influencia y división internacional del trabajo con las otras potencias globales que promueve conspira contra el enloquecido proyecto guerrerista global al que no le importa la destrucción de una parte sustancial de la humanidad mediante una guerra termonuclear para imponer su agenda.

Lo explicamos en detalle cuando comenzó la guerra de Ucrania, en realidad un proyecto político específico del grupo que ha dominado el capitalismo desde sus inicios : los anglosajones.

Este proyecto se encuentra en agonía y la crisis económico financiera que lo azota se refleja en la deuda global incontrolada que infecta al mundo y que debe ser descargada de alguna manera , como lo ha sido a lo largo de la historia humana.

La guerra o los cambios de régimen fueron las prácticas habituales para ello ; hoy no se así , desapareceríamos como civilización . Imaginen que los EE.UU. acumula US$ 100.000 millones de dólares por mes de intereses (bloomberg.com 20/6/24) siendo este un dato que proviene de las entrañas del sistema financiero; otros informan que ese monto supera el doble ampliamente .

Los grandes medios de comunicación nacionales, siguiendo aquella agenda, crearon la imagen de Trump como “hombre malo “ para direccionar nuestras imprecisiones emocionales donde pensamos en blanco y negro, y si es posible con odio mejor.

El progresismo de izquierda indefinida de la Argentina, que sueña con políticas de reforma social, se nutre además de la agenda que le presenta quienes serían sus enemigos: la simbolización de Trump.

Ahora que ganó, algunos lo rescatan como proteccionista de la industria de su país e impulsor del empleo para su gente, para contraponerlo con la descabelladas políticas que se llevan adelante en nuestro país , que de intensificarse nos conducirán a un destino sin retorno de colonia siglo XVIII , como el mismo sostiene, cuando era potencia ( con el 80% de analfabetos y trabajo esclavo)

El progresismo de izquierda indefinida de la Argentina debe comprender el momento que atravesamos en la historia de la humanidad, donde en realidad el post capitalismo se encuentra en plena marcha, no existiendo aun un sistema de producción alternativo que lo sustituya.

El transhumanismo, la colonización de nuevos planetas , el control social pleno, la desaparición de la formal democracia republicana resultan realidades que deben analizarse entendiendo que el capital ha encontrado sus límites de expansión sobre las realidades que conocimos en la historia y que la velocidad de los cambios es abrumadora.

En verdad, el progresismo de izquierda indefinido es profundamente liberal porque cree en la reforma política para encontrar la justicia social, pero no entiende que el sistema de producción y acumulación de capital siempre va impedir lograr el objeto pretendido.

El ciclo histórico que representa Trump no es más que eso , desde su enfoque protestante-calvinista y descarnado propone el crecimiento de su país con más Estado proteccionista frente al mundo, cerrando su economía con aranceles y fabricación propia pero impulsando el saqueo y el “libre comercio” para las colonias del resto del mundo ( por supuesto América Latina y Europa).

En realidad el liberalismo ha sido en su historia promovido por el Estado, como bien lo explica Adam Smith, su teórico principal; sin el marco de las políticas y promoción del Estado no hay libre empresa. Trump es solo un emergente, las tensiones bélicas van a continuar en un marco de reorganización geopolítica global del Nuevo Siglo Chino (el imperio del centro como se denominan desde hace miles de años ) y lo que vemos hoy es la crisis terminal del modelo de dominación anglosajona .

Los EE.UU. son un misterio en torno a la definición de su modelo (le quedan aún cambios intensos que afrontar) pero mientras tanto tratarán de obtener la mayor cantidad de recursos de otros países y ello no está exento de tensiones. Por suerte nos tiene a los argentinos , como lo dijo el presidente en su último viaje de carnaval a la mansión de Trump: “Nosotros estamos dispuestos hacer grande a EE.UU. otra vez “

*Docente de la Facultad Economía UNco.


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