Elecciones en Río Negro: triunfo ajustado y transición incierta
En los últimos meses, el protagonismo estuvo centrado exclusivamente en el retorno de Weretilneck y la campaña electoral casi no existió en ninguna de las fuerzas políticas
Juntos Somos Río Negro logró su tercer triunfo consecutivo en elecciones ejecutivas en la provincia. Habrá una extensa transición en un contexto de crisis interna y conflictos gremiales en Río Negro.
Alberto Weretilneck logró ser elegido una vez más como gobernador de Río Negro, repitiendo la fórmula fundacional de su partido junto al actual intendente de la capital provincial, Pedro Pesatti.
Fue un triunfo que casi no se festejó ya que todos los análisis previos y estudios de opinión pública lo mencionaban como el ganador por amplísimo margen sin rivales competitivos, aunque en esta oportunidad las encuestas otra vez fallaron -tanto las locales como las foráneas- y los números fueron más acordes al contexto actual socio-político y económico que vive la provincia de Río Negro, que a los altos porcentajes de más del 60% que pronosticaban los encuestadores.
Por otra parte, Juntos tampoco fue ajeno a la situación de crisis que viven en la actualidad los partidos políticos, el filósofo Daniel Innerarity señala que vivimos en una época de indignación de los ciudadanos con respecto a las democracias, que la política es débil y que se vive en la incertidumbre y la desconfianza.
En este sentido, el catedrático español indica que los individuos emiten señales que el sistema político no logra identificar.
En lo que respecta a la elección del tramo de legisladores, el partido en el gobierno disminuyó su lote de diputados con respecto a la Legislatura actual, el gran ganador aquí fue el espacio de Cambia Río Negro que logró 14 representantes.
En cuanto a las elecciones locales, Juntos retuvo los municipios de Viedma, Cipolletti, Choele Choel y perdió en otras ciudades (Allen, Catriel).
En los últimos meses, el protagonismo estuvo centrado exclusivamente en el retorno de Weretilneck y la campaña electoral casi no existió en ninguna de las fuerzas políticas. Donde más se observó, tal como lo mencionó en una entrevista el actual vicegobernador de la provincia Alejandro Palmieri, fue en los reclamos salariales y conflictos docentes, de la policía, estatales, salud y otros, que, debido a la cercanía de los comicios, tuvo un impacto en los resultados.
Los debates con los candidatos no tuvieron sentido, en los realizados en Cipolletti y en Viedma no se dejó asistir al público, al igual que lo ocurrido en General Roca, por su parte el de Bariloche fue solamente para la televisión, alejados de los electores, muy poco democrático y principalmente inexplicable en todos los casos.
En 2015 el triunfo de Juntos Somos Río Negro se sustentó en la estrategia de la provincialización del partido que conformaron, el desdoblamiento de elecciones en algunos municipios separados de la elección provincial y la política de alianzas.
Cuatro años después, con el triunfo de Arabela Carreras, consolidaron el partido político con fuerte anclaje provincial hablando de federalismo y de la defensa de los intereses provinciales por sobre la Nación.
El gran desafío actual será captar las demandas del electorado rionegrino y poder articular una correcta transición de gobierno entre Carreras y Weretilneck, ya que ambos pertenecen a la misma fuerza política y el ciudadano lo sabe. Por ello no aceptará una extensa incertidumbre del gobierno electo acerca de las políticas a llevar adelante. La ciudadanía demandará cambios ya mismo, no esperará hasta el 10 de diciembre.
El nuevo gobierno deberá encaminarse a consolidar el espacio multipartidario que construyó, algo que siempre anheló el actual gobernador electo en su juventud, cuando observaba desde Cipolletti a quienes gobernaban en la vecina provincia del Neuquén.
* Politólogo. Analista político.
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