“Aquellas torres en fila”: De la energía como mercancía al dominio provincial de las represas
Mariano Mansilla*
Propiciamos crear un Comité de Recuperación de los Aprovechamientos Hidroeléctricos, con protagonismo de gobiernos locales y comunidades mapuches.
“…No es una ocurrencia mía, ni lo quiero atormentar, pero póngase a pensar, qué pasaría si nos dieran, por todo lo que se llevan, lo justito y nada más…” Marcelo Berbel.
En la inminencia del final de las concesiones sobre los aprovechamientos hidroeléctricos en los ríos del Comahue, las representaciones políticas de Río Negro, -Arabela Carreras- y su par de Neuquén -Omar Gutiérrez-, han sido capaces de articular una iniciativa política conjunta para manifestar una posición histórica y estratégica de los pueblos de la Patagonia norte: reivindicar la participación directa en la administración del complejo hidroeléctrico emplazado sobre los ríos de la región del Comahue.
A comienzos de la década del ´90, ya se encontraba en vigencia la Ley de Reforma del Estado, que sintetizaba la máxima del decálogo menemista expresado por el jurista y entonces ministro de Obras Públicas, Roberto Dromi: “nada de lo que deba ser estatal, permanecerá en manos del estado”.
En el terreno energético, y específicamente en el mercado eléctrico, se operan dos movimientos que nos han marcado a fuego en las últimas 3 décadas: la transformación de la generación eléctrica como un bien del conjunto, a un “mercado eléctrico” donde la energía se transforma en mercancía, sujeto a las reglas de la oferta y la demanda y por sobre todas las cosas, atada a las rentables variaciones de tarifas dolarizadas. En idéntico sentido, cada uno de los complejos hidroeléctricos que administraba Hidronor SA, fueron convertidos de la noche a la mañana -literalmente-, en una Sociedad Anónima que sería, -inmediatamente- dadas en concesión al poder financiero internacional. Así quedaba resuelta el lienzo de la pintura que sembró en sus versos Don Marcelo: «aquellas torres en fila, sujetando el cablerío, se llevan de nuestros ríos, lo mejor de la energía…”
En el año 2023 comienzan a operar los vencimientos de las concesiones para generación eléctrica de que gozaron grupos trasnacionales que durante 3 décadas pusieron el eje en la facturación con tarifas dolarizadas, desatendiendo cualquier función social, los usos múltiples y una visión transgeneracional de los usos energéticos del agua.
Casi 30 años más tarde, -crisis energética y de cambio climático mediante-, la entrega parece llegar a su fin. Ahora bien, cuáles son los desafíos que el momento impone:
De acuerdo a la legislación vigente, las concesiones para la construcción de los complejos hidroeléctricos en la Norpatagonia fueron entregadas y además, financiadas por el Estado Nacional; lo que lleva a algunos a sostener la tesis de que los complejos hidroeléctricos son nacionales, por jurisdicción y por financiamiento.
La crisis climática impone revisar los términos de uso de recursos energéticos: la sequía prolongada en la región, sumada a una explotación descontrolada por las operadoras.
De manera tal, que, al finalizar las concesiones, sería el Estado Nacional quien defina el futuro de los aprovechamientos.
Frente a esta tesis, se levanta nuestra mirada y que hoy felizmente, es expresada por las representaciones políticas de las dos provincias interesadas: en el año 1994, la reforma de la Constitución Nacional incorporó el Art. 124 que reconoce el derecho al dominio originario de los recursos naturales existentes en los territorios provincianos.
La crisis sanitaria por covid-19, dejó expuesta una fractura vinculada con la necesidad cada vez más apremiante de contar con una planificación energética en el largo plazo; para ello es indispensable asumir una política pública nacional y federal que pueda hacer frente a las demandas energéticas de una argentina que necesita seguir creciendo para asegurar a cada familia argentina, la satisfacción de sus necesidades básicas.
Asimismo, el paso del tiempo y el avance de la técnica obliga a monitorear la situación de la infraestructura existente, las inversiones que son necesarias y la adaptación para mejorar los usos múltiples. En sus albores, la política hídrica nacional, centraba sus ecuaciones en la posibilidad de los usos múltiples de los embalses donde se combina con la generación eléctrica, la apertura de canales de riego, la provisión de agua para consumo humano, la recreación y los usos industriales.
El cambio climático
Finalmente, la crisis climática impone revisar a fondo los términos de uso de los recursos energéticos de que disponemos: la sequía prolongada que asiste a nuestra región, sumada a una explotación descontrolada impuesta por las operadoras de las centrales y la ausencia de fiscalización estatal, trajo como resultado que al tiempo de finalizar las concesiones, nuestros embalses se encuentran muy por debajo de los niveles históricos.
Los embalses, pueden verse al mismo tiempo, como fuentes de divisas en un sistema de tarifas dolarizadas, o como mega reservorios de agua dulce en un mundo en crisis climática. No es posible definir el futuro de los aprovechamientos, sin enlazar con una mirada que contemple la necesidad de adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático.
Federalismo energético
Sin embargo, como sucedáneo de los gobiernos provinciales, la iniciativa, como el fuego – en el decir de Don Jaime- para calentar, debe venir desde abajo.
Esta reivindicación de federalismo energético, tiene que tener además, su contrapartida en el federalismo provincial; propiciamos un Comité de Recuperación de los Aprovechamientos Hidroeléctricos del Comahue, donde los protagonistas son los gobiernos locales, los municipios, comisiones de fomento y comunidades mapuches, que a lo largo de todo los ríos Limay y Neuquén, exijan su participación en la administración y en los beneficios.
Así, los pueblos de Picún Leufú, Piedra del Águila, El Chocón y las Comisiones de Fomento y Comunidades Mapuches de la zona de influencia, deben encontrar en esta instancia una oportunidad para una reparación histórica.
Es saludable que los gobiernos provincianos asuman su rol; nosotros propiciamos que el cuerpo social se exprese en su conjunto; el desafío es grande y requiere de un gran esfuerzo colectivo.
Canalizar esta necesidad de los tiempos que corren, será nuestra tarea.
* Abogado. Diputado provincial por UNE-FdT. Presentó un proyecto de declaración en la Legislatura neuquina donde propone un comité por la recuperación de las hidroeléctricas.
Gass propone no extender concesiones
Mientras se acerca el plazo del vencimiento de las concesiones hidroeléctricas, se suman iniciativas legislativas.
La semana pasada, el diputado de Juntos por el Cambio, César Gass, presentó en la Legislatura de Neuquén un proyecto solicitando al Ejecutivo nacional que no prorrogue las concesiones de las represas hidroeléctricas y que su administración y operación quede en manos de las provincias, dueñas del recurso. La propuesta prevé además, la conformación de una comisión legislativa encargada de articular el traspaso.
El diputado neuquino comentó que las concesiones de esas represas finalizan el año próximo, según los contratos fueron firmados en 1993 por 30 años. “De acuerdo al marco regulatorio firmado, las centrales deben ser revertidas al Estado nacional. Es necesaria la firma de un acuerdo entre Nación y las provincias para garantizar la gestión y administración provincial de los recursos”, dijo.
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