Una noche en las pistas de baile: 45 años de “Dynasty”, de Kiss

El 23 de mayo de 1979, la icónica banda neoyorquina editaba su séptimo disco de estudio. Sobresalen “I Was Made For Loving You” y “Sure Know Something”, dos clásicos inspirados en la música disco

La idea original para la tapa era con los cuatro Kiss vestidos con camisas de fuerza, pero a compañía no le cerró la idea y las pintaron de negro.

Los cambios de décadas son siempre un gran desafío para las grandes bandas de rock. Hay algo de cronológico en las estéticas y los sonidos que suele cambiar, año más año menos, cada vez que cambia la década. Ese momento les aparece como un abismo. A todas les pasa. Bueno, no a todas: Los Beatles se desarmaron cuando los ‘70 tenían apenas unos meses de recorrido. ¿Qué habría sido de ellos durante en los 70, una banda que había escrito como ninguna la estética de los 60? Quién sabe…


Los 70 fueron muchas cosas más o menos a la vez. Fueron los años del hard rock, el glam, el rock progresivo, el hip hop y la discoteca. Fuero los años de la expansión del reggae y del ascenso y pronta reformulación del punk. Fueron todo esto y mucho más.


Pero a fines de 1977, el estreno de “Fiebre de sábado por la noche”, el filme con el que Tony Manero, antes conocido como John Travolta, arrastró a todos hacia la pista de baile al ritmo de los Bee Gees.
Qué hacer ante esto fue la pregunta que se hicieron muchas de las bandas de rock que habían dominado la escena de los 70. Y lo que hicieron fue aceptar el desafío y darse una vuelta por la pista de baile como fuera que esa aventura les resultara.


Los Rolling Stones lo hicieron con “Miss You”, Rod Stewart probó suerte con “Do Ya Think I’m Sexy”, Queen aportó “Another One Bite the Dust”. Otras bandas directamente se reformularon, como la Electic Light Orchestra y con “Discovery”, que incluía la irreemplazable “Last Train to London”.


¿Qué hicieron los Kiss? Lo mismo que sus colegas: dejarse llevar a la pista de baile, con todo lo que eso implicaba para una banda como la neoyorquina, pero, sobre todo, para sus fans de la primera época porque, a partir del 23 de mayo de 1979, vendrían nuevos fans. Y vendrían de a cientos de miles en todo el mundo para felicidad de Stanley, Simmons & Co.
Aquel día de hace cuarenta y cinco años Kiss editaba “Dynasty”, que habría con la (no tan) desconcertante “I Was Made for Lovin You”, el aporte disco de la banda a la época, pero no el único porque “Sure Know Something” también lo fue, aunque con elementos diferentes.

Dinastía Kiss

¿De dónde venían los Kiss cuando sacaron Dynasty? De su mejor momento, de allí venían cuando se toparon con ese abismo que era 1979. Los buenos tiempos de las bandas suelen ser, a pesar de sus extensas biografías, tiempos más bien cortos.


Apenas un puñado de años en los cuales forjan sus mejores trabajos que luego funcionan como un eterno viento de cola. Basta con mirar los setlists para saberlo. La excepción, otra vez y cuándo no, son Los Beatles, quienes hasta el último de sus minutos fue bueno. En el caso de Kiss, ese puñado de años fueron cuatro, desde 1975 a 1979.


Formada en Nueva York, en enero de 1973, por Gene Simmons, docente por un breve tiempo y amante de los cómics y los filmes de terror, y por el taxi driver Paul Stanley, Kiss surge luego de que Simmons y Stanley abandonaran Wicked Lester, su primer intento de tener una banda de rock y dieran con el baterista Peter Criss, que había puesto un anuncio en un periódico musical buscando una banda, y con el guitarrista Ace Frehley, que los dejó impresionados.


Simmons & Stanley, el núcleo duro de Kiss a lo largo de su larguísima existencia, siempre tuvieron en claro que cada elemento de la banda debía ser tan importante como su música. Eso los identificó de principio a fin a Kiss y lo sostuvo económicamente: cuando la venta de discos decaía, el merch pagaba las cuentas.

La portada de Dynasty, creada por el artista Francesco Scavullo, muestra los rostros de los cuatro integrantes de Kiss con algunas variaciones en sus maquillajes para reflejar los colores de sus álbumes en solitario.


Con un rock hecho de hard y de glam, Kiss editó sus dos primeros discos hace cincuenta años y no fueron un éxito de ventas ni mucho menos. Aunque algo empezaba a pasar con esos cuatro sujetos de rostros ocultos bajo un original maquillaje y estrafalaria vestimenta.


El debut homónimo y su sucesor “Hotter than Hell” no dejaron hits. Apurada por la discográfica Casablanca, la banda edita, en 1975, su tercer álbum, “Dressed To Kill”, que incluye una canción pegadiza llamada “Rock And Roll All Nite”. Pero no es hasta que la versión en directo de ese tema sale a la luz ese mismo año como el ancla de Kiss “Alive!” que la banda tiene su primer gran éxito.

Kiss la pega y despega

Fue con “Alive!”, un disco en vivo, que la banda encontró el reconocimiento genuino a su música. Como si esas canciones que no terminaban de cerrarle a la audiencia hubieran necesitado de su versión en vivo para terminar de convencer. “Rock and Roll All Nite” es un buen ejemplo de ello.


Ya en estado de gracia, Kiss publica en 1976 lo que muchos fans consideran su mejor álbum de estudio, “Destroyer”, que incluye la balada orquestal “Beth”, que se convertiría acaso por accidente en uno de sus mayores éxitos. “Beth” era el lado B del single hard-rockero “Detroit Rock City”, pero las radios empezaron a poner la balada en su lugar y despegó. Algo también estaba comenzando a suceder con el lado “blando” de la banda.


A año siguiente sale el cuarto disco de estudio “Love Gun” y un segundo álbum en directo, “Alive II”. La encuesta Gallup nombra a Kiss la banda más popular de Estados Unidos. La banda toca en el Madison Square Garden por primera vez.

«Perdimos nuestro extremismo y nuestras pelotas en Dynasty. Fue un álbum de transición. Fue en gran medida un álbum que reflejaba dónde estábamos en ese momento»

Paul Stanley, guitarrista de Kiss.


Para entonces, la banda ya manifestaba desajustes internos que el éxito pateaba para adelante. Podría decirse que Kiss siempre fueron dos partes, la que conformaban Simmons y Stanley, trabajadores, conectados con el negocio que significaba ser una banda de rock del modo en que pretendían que Kiss sea, y la que conformaban Frehley y Criss, los “fiesteros” de grupo.


En 1978 tuvieron una idea tan original como peligrosa: que cada uno de los músicos sacara un disco de manera individual bajo la órbita de Kiss. Y así lo hicieron: fueron cuatro álbumes en solitario editados en simultáneo, cada uno de los cuales vende más de un millón de copias.

El Dynasty Tour fracasó en conseguir el éxito de las giras que la antecedieron e incluso varias de sus fechas quedaron canceladas por la escasa venta de entradas.


El “problema” fue que solo el de Frehley generó un éxito, “New York Groove”. El guitarrista tomó nota del asunto y comenzó a pensar en que bien podría seguir trabajando fuera de la banda y le iría mal. En eso estaba cuando Kiss decidió volver al estudio para editar música nueva. Pero algo había cambiado afuera: el punk y la música disco desafiaban seriamente a las bandas clásicas de rock. El fan de la banda quería más rock de su banda, pero la banda pensó más allá y buscó darle el gusto a un público más amplio.


Dinasty fue la reacción de Kiss al cambio de época, una colección de canciones que mostraban cierta apertura a sonidos menos duros y acaso más comerciales, pero, sobre todo, ofrecía no uno sino dos guiños a la escena disco.


Uno de ellos, “I Was Made for Lovin’ You” fue el resultado de las noches de su compositor, Paul Stanley, en l Club 54, el famoso club nocturno de Nueva York. “Comenzó después de una noche que pasé en Studio 54”, cuenta el bajista. “Era un antro de iniquidad; era sórdido, a un nivel y en un grado con el que no me sentía del todo cómodo. Era libertinaje puro y duro: relaciones sexuales entre todo el mundo y drogas por todas partes. Me superaba. Pero me encantaba ir allí a bailar. Nadie en Studio 54 llevaba un traje blanco y bailaba como John Travolta. Yo podía ir allí en vaqueros y camiseta y bailar. A veces iba allí un sábado por la noche y no me iba hasta la mañana siguiente”.


Sobre la música disco, Stanley había oído todas esas canciones de 126 pulsaciones por minuto, escuchó las letras y pensó: Yo puedo escribir eso. Se fui a casa, puso una caja de ritmos a 126 BPM, se sentó y empezó a escribir I Was Made For Loving You . “La música de Studio 54 consistía en vivir el momento, en pasarlo bien. Y así empezó también mi canción: ‘Esta noche, te lo voy a dar todo…’”.


Por aquel entonces, Stanley había empezado a escribir canciones con Desmond Child, un músico cuya banda Desmond Child & Rogue estaba a punto de separarse. “Desmond y yo empezamos a componer juntos poco después de conocernos. Yo llevaba mi guitarra a su casa y él cantaba o tocaba el teclado. Desmond me ayudó con las estrofas de la canción”.


Desmond Child cuenta que escribir con Kiss fue algo que ocurrió de casualidad. “La primera canción que Paul y yo escribimos juntos fue I Was Made For Loving You. Yo era pionero en un estilo de música que combinaba ritmos de baile con música. Es lo que hacía en Desmond Child y Rogue. Pensé que sería genial intentarlo con Kiss. Estábamos en los estudios SIR y habían alquilado un gran piano de cola. Me senté y empecé a tocar los acordes de la estrofa. Paul aportó el estribillo y estuvo escribiendo junto conmigo y luego siguió escribiendo la canción con Vini (Poncia, productor de Dynasty).


Titulada originalmente Tonight, el producto resultante había logrado captar gran parte de la esencia de la era disco y todo lo que ésta supuso. Al comienzo de la canción parece que fuera a cantar Irene Cara, pero eso sucedería un tiempo después con Fama.


La otra canción disco de Dynasty es “Sure Know Something”, aunque ya no al estilo de Fama, sino de Miss You de Los Rolling Stones. Como en I Was Made For Loving Yoy, la canción abre con una línea de bajo, pero esta vez con un groove bien distinto, menos galopante y más disco funk. Como el resto de las canciones de Dynasty, fue una apertura a sonidos más pop, más amigables con la industria.


Algo de eso sostiene Vini Poncia: “La idea de Dynasty era demostrar al negocio que esta banda podía escribir mejores canciones y hacer un álbum mejor que los anteriores. No es que Sure Know Something sea mejor canción que Detroit Rock City, pero en aquella época esas canciones se consideraban menores desde el punto de vista de la composición. Dynasty fue un gran álbum de Kiss”.


Dinasty fue un buen álbum de Kiss, pero fue también el fin de aquella banda formada a diez cuadras del Madison Square Garden. Dynasty fue el último disco con la formación original hasta Psycho Circus, de 1998.


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