«Se presume inocente» transforma un clásico de los ´90 en una serie atrapante: de fiscal a sospechoso de femicidio
La serie de ocho capítulos estrenada en AppleTV+ es una versión de la película de los 90. Con Jake Gyllenhall y basada en un best seller de Scott Turow, cuenta la historia de un fiscal sospechoso de matar a una colega que era su amante.
El streaming es una gran fábrica de remakes. Pero entre todo lo que regresa en forma de serie o de menú apurado con los restos de anoche para mantener la producción en marcha, hay perlitas. «Se presume inocente», que se estrenó en la plataforma Apple TV, es una de ellas.
Ahí está Rusty Sabich, un fiscal de Chicago, en medio de una tarde familiar, con su mujer y sus dos hijos, cuando recibe la llamada que cambiará todo: una colega, Carolyn Polhemus, ha sido brutalmente asesinada, con las manos atadas a los pies, boca abajo, con golpes en la cabeza. La noticia es un golpe duro. Pero lo que ocurre después, es peor. Él, que comienza como investigador del caso, termina siendo el principal sospechoso del asesinato, una teoría alimentada proque él mismo fue su amante hasta la noche del crimen.
La serie no cuenta una historia novedosa. «Se presume inocente», adaptación de un best-seller de Scott Turow y ahora en las manos del experto David E. Kelly (el responsable de «Big Litlle Lies» y «Ally McBeal», por sólo nombrar dos de sus grandes éxitos) fue una película de los noventa cuando los thrillers judiciales se habían convertido también en una suerte de manual de instrucciones para maridos infieles seducidos por aparentes femmes fatales. La película, que fue dirigida por otro experto del cine judicial, Alan Pakula, fue protagonizada por Harrison Ford y siguió la estela del éxito de «Atracción fatal», aquel clásico de Adrian Lyne que cimentó las bases de una corriente de thrillers condimentados con sexo, violencia, estatus, pero sobre todo, con la presencia de mujeres amenazantes que amenazaban la vida profesional y marital de unos hombres aparentemente correctísimos.
Como «Atracción fatal», que también fue transformada en serie, «Se presume inocente», dividida en ocho capítulos de entre 40 y 50 minutos, es fruto de estos tiempo y sus revisiones. Rusty Sabich tiene grises, grises oscurísimos, a los que enfrentarse. Y aunque al principio pretende ocultar su romance para encarar él mismo la investigación, y dirigirla hacia a un convicto que fue enviado a la cárcel por la propia Carolyne, pronto se verá en el papel de acusado y con un drama familiar más profundo de lo que él esperaba a medida que las pruebas van apareciendo. “¿Por qué no pueden encontrar un fiscal que no haya dormido con ella?”, le había advertido su esposa, Barbara (Ruth Negga), antes de que explote la bomba perfecta.
Si Rusty se queda fuera de la investigación, al principio, es más bien porque su amigo Raymond Horgan (el genial Bill Camp) no logra ser reelecto como fiscal de distrito en Chicago. La fiscalía queda entonces a cargo de Nico Della Guardia (O-T Fagbenle), un astuto demagogo que pone a cargo del caso a su mano derecha, el vengativo Tommy Molto (Peter Sarsgaard), un histórico rival de Rusty, alguien que parece disfrutar el descenso a los infiernos de «enemigo». De hecho, la mañana en que Rusty regresa a la fiscalía sólo para ver quién sigue el caso, se encuentra con el panorama, y es Tommy Molto el que lo pone al tanto: hay huellas dactilares suyas en la cama de Carolyn, que datan del mismo día en que fue asesinada, y Carolyn estaba embarazada, muy posiblemente de él.
Todo eso ocurre en el primer episodio. Y eso es apenas el principio de una historia que sigue a Rusty y sus desesperados intentos por probar su inocencia mientras su vida familiar se desintegra a medida que el caso se va conociendo en los medios y él queda cada vez más expuesto.
De principio a fin (no tan fin), es una de esas series que mantienen en vilo y que terminan cada capítulo (sobre todo el último), sujetando al espectador por la solapa para que no abandone la historia, para que vea un capítulo más, o, como se adivina, toda una temporada más.
Comentarios