Polémica en Cannes: con inteligencia artificial, hizo una película documental sobre Putin
En el mercado de cine de Cannes, el director polaco Patryk Vega vendió a cincuenta países su biopic sobre el presidente ruso, cuyas imágenes fueron logradas con I.A. Polémica por su uso, sobre todo teniendo en cuenta que el año pasado la la huelga de actores de Hollywood puso especial énfasis en ese asunto.
¿Un biopic sobre Vladimir Putin? Como el de verdad no estaba disponible, Patryk Vega lo ha hecho aparecer en forma de «deepfake» (ultrafalso) gracias a la inteligencia artificial (IA) en una película presentada en el Mercado del Cine en Cannes.
Al final, Putin muere. «Tenía que ser un final feliz», explica el cineasta, al margen del Festival de Cannes.
«¿Llamé a Putin y le pedí si quería participar? Es broma», cuenta riendo el director polaco, autor hasta ahora de películas de gánsters.
Vega primero quiso crear su personaje con la ayuda de tomas reales del mandatario ruso, pero la calidad no era suficientemente buena para la gran pantalla. «La IA tiene que ser alimentada. Se necesitan 20.000 imágenes en alta resolución para que esto funcione», explica a la AFP.
En lugar de eso, desarrolló una nueva tecnología que permite que un actor real que mida lo mismo que Putin tenga su misma cara con la ayuda de la IA. «Es el primer filme que utiliza esta tecnología», reivindica.
El efecto es sorprendente. En el filme, del que la AFP ha podido ver un fragmento, se ve a Putin tal y como sale en sus apariciones públicas, pero también con pañales o tocando el piano. «Quería meterme en la cabeza de Putin», afirma el cineasta.
«Putin no es un tipo loco. Pero en él, todo gira alrededor de su ego», estima el director, que tuvo la idea poco después del inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022. A la pregunta de si está preocupado por el estreno, se ríe y responde: «No, Putin tendría que tener miedo de mí». El resultado es una mezcla de thriller político y retrato psicológico durante seis décadas.
Vendido a 50 países
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En un futuro, Vega quiere proponer la IA que ha desarrollado a otros productores, para generar, entre otras cosas, escenas con extras. «Pueden enviarme una calle vacía y les creo una multitud», cuenta. «Como los personajes son totalmente artificiales, no hay problema con los derechos de imagen, y es mucho más barato que un rodaje con muchos extras».
Es precisamente lo que teme la industria del cine. Cuando hubo las huelgas masivas en Hollywood el año pasado, una de las cuestiones era saber cuáles serían las consecuencias si los guionistas, dobladores y, en última instancia, los actores eran substituidos por la IA.
En diciembre se alcanzó un acuerdo que incluía el derecho de supervisión de los actores cuando sus clones digitales tenían que utilizarse. Además el uso de avatares de la IA tiene que estar remunerado.
Desde hace tiempo, es posible rejuvenecer de forma artificial a los intérpretes, como Harrison Ford en el último «Indiana Jones», crear decorados o calcular el éxito comercial de un filme en función del casting.
«Consideramos la IA como una herramienta que estimula la creatividad y crea nuevos empleos», declaró Charles Rivkin, jefe de la Motion Picture Association, la asociación de grandes empresas de producción estadounidenses, a la revista especializada The Hollywood Reporter.
El distribuidor indicó que «Putin» ya ha sido vendido en 50 países.
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