Mariana Sirote y los 30 años de Locas Margaritas, semillero de artistas y público
La bailarina, coreógrafa y directora de la compañía repasó los orígenes. Cómo revisar el presente desde el pasado y por qué es importante seguir bailando hoy. Este sábado habrá una celebración.
La vida de una persona no se limita a lo que hace para vivir. Pero si hablamos de Mariana Sirote, podemos decir que es nombre y apellido de la danza contemporánea en Neuquén y Río Negro, figura y referencia indiscutible para artistas y público. Fue una de las creadoras de la compañía Locas Margaritas, que cumple 30 años desde su inicio.
Bailarina, coreógrafa y profesora, Mariana estudió danza desde pequeña y en un momento de su vida decidió que esa iba a ser su profesión. Bailar y hacer bailar es lo que da sentido a su existencia, una pulsión permanente de la que no puede prescindir. Tiene 68 años y sigue bailando. “Hasta que mi cuerpo pueda, yo seguiré. Quizás sea simplemente el último día de vida el que determine el final, andá a saber”, dijo risueña.
Para ella, la danza contemporánea es «un abanico enorme de propuestas estéticas» que «cuesta definir en un renglón», que se fusiona con otras artes y se va nutriendo de distintas técnicas cuyo denominador común es “la energía de los cuerpos”. “El piso es indispensable, no solo para estar de pie”, explicó, “sino como soporte de muchos movimientos. Cualquier espacio puede ser una excusa para bailar”.
Nació en Buenos Aires y luego se mudó con su familia a La Plata, donde estudió la carrera de danza en el Teatro Argentino. Se recibió de profesora «de clásico», en un momento en que las técnicas contemporáneas no estaban presentes en las escuelas de arte.
Gracias a una beca de la embajada de Francia, se fue a estudiar a Cannes, donde conoció la danza contemporánea. Le gustó e interesó tanto que cuando volvió buscó maestros de esas técnicas para seguir aprendiendo. Bailó en grupos de danza independiente y se formó en composición coreográfica con Ana Itelman, una pionera de la danza contemporánea en nuestro país.
En 1988 arribó a la Patagonia. “Después de tener tres hijos, llegó la necesidad de irnos de Buenos Aires para criar a los niños en un lugar más amigable y apareció la oportunidad laboral para mi marido, en Neuquén, y para mí, en el INSA (Instituto Nacional Superior de las Artes, hoy IUPA), en Roca”, contó.
Como vivía en Neuquén, empezó a dar clases en estudios privados y, junto a la municipalidad, armó talleres de danza contemporánea. Fue toda una novedad para la zona en esa época. Con el tiempo, eso derivó en la conformación de la compañía Locas Margaritas, junto a Laura Pulossi, que había llegado de Córdoba, y Patricia Alzuarena, de Roca. Así nació ese primer elenco hace 30 años.
Cómo nació Locas Margaritas
El origen del nombre tiene conexión con el cine y con la realidad del país en ese momento. A fines del ‘93, Mariana, Laura y Patricia se presentaron a un certamen de danzas de Neuquén en el que tenían que abordar una temática de la Patagonia y tener un nombre. “Armamos una coreografía en la estación de trenes, de tres pasajeras esperando un tren que nunca llegaba, por el cierre de ramales durante el gobierno de Carlos Menem. Me acordé de una película checa de los años 60, de unas mujeres que viajaban en un tren haciendo todo tipo de locuras, en los techos, en los baños. Y dije: ‘¿Si nos llamamos Locas Margaritas?’. Las chicas dijeron que sí y ahí quedó», recordó.
Durante 15 años, la compañía mantuvo su actividad a pleno. En distintos roles, alrededor de 40 personas fueron parte de Locas Margaritas como intérpretes, músicos, vestuaristas, escenógrafos, sonidistas o colaboradores especiales. Ensayaban tres días por semana durante tres horas en la sala Conrado Villegas, donde también presentaron cada una de sus obras. Organizaron festivales locales y nacionales. Con el tiempo, la compañía se disolvió. Cada integrante siguió haciendo su camino profesional, a veces juntas, a veces separadas. A principios de este año se reencontraron y decidieron festejar los 30 años de aquel inicio.
Locas Margaritas “fue algo que pasó y dejó huella; mucho de lo que pasa en la escena actual deviene de ahí. Nos parecía que valía la pena revisar el presente desde ese pasado, ver los impactos y la sucesión, los acontecimientos que nos trajeron hasta hoy y qué rescatamos de toda esa historia”, reveló Mariana.
La Escuela Experimental de Danza Contemporánea, creada en 2001, fue una “consecuencia de la existencia de la compañía, una heredera directa”. De la misma manera fueron los festivales, en los que el público se fue formando como tal y pudo conocer otras vertientes de la danza desde el punto de vista conceptual y estético. “Hoy hay muchos grupos, profesores, estudios privados, talleres; es una actividad muy productiva, como la teatral”, señaló.
Sobre el presente actual del ámbito artístico y cultural, con fuertes recortes, desfinanciamiento y ataques por parte del gobierno central, opinó: “Para mí, el arte transforma la vida de la gente, abriendo los ojos, permitiendo que la persona pueda mirar a través de la mirada del artista y encontrar su propio ser. El Estado tiene la responsabilidad de apoyarlo para construir un país mejor con educación, con cultura, con desarrollo artístico. No podemos dejar de hacer porque dejamos de vivir. Así que, ése es nuestro compromiso con el presente y con el futuro”. Seguir haciendo, algo en lo que Mariana Sirote ha hecho escuela.
Cómo será el homenaje por los 30 años de Locas Margaritas
El homenaje a los 30 años de la creación de Locas Margaritas será este sábado 2 en el Centro Cultural Alberdi, con una función a las 19 y otra a las 20. Habrá una exposición de fotos, recortes de diarios de la época, afiches y programas, videos de fragmentos de obras y una instalación de vestuarios. Una bailarina realizará una performance y habrá danza en vivo por los distintos espacios del centro cultural. Serán tres fragmentos de tres obras. Al final, los presentes compartirán una torta de cumpleaños con brindis y habrá una visita sorpresa.
Locas Margaritas, una por una, las personas que pasaron por la compañía
Intérpretes: Silvana Calicchia, Patricia Alzuarena, Agustina Lorenzo, María Cecilia Cide, Laura Pulozzi, Oscar Sarhan, Martin Sanchez, María Laura Balmaceda, Patricio Elizalde, Laura Gonzalez, Carolina Costa, Pamela Bazán, Andrea Briceño, Hugo Nain, Ruben Neira, María Antonieta Sanchez Bravo, Valeria Rojas, Juan Pablo Ríos, Magali Rossi, Marcela Herrero, Enrique Castro y María Eugenia Leal,
Escenografía: Claudia Solari, Marcos Sandoval, Julio Ojeda, Vilma Choidin y Héctor Ockier.
Colaboraciones especiales: Jorge Gadano, Carol Yordanoff y Oscar Araiz.
Composición original y diseño sonoro: Carlos Tendler. Tudor Savineau, Juan Namuncurá, Marcelo Chevalier, Fabiana Galante y Mauricio Maranghello.
Diseño lumínico: Fabián Caballero, Marcos Sandoval, Danilo García.
Vestuario: Claudia Ganquín y Laura Pulozzi
Coreógrafa y directora: Mariana Sirote
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