La identidad y el poder atraviesan una muestra de pintura en Bariloche
"Fragmentación y territorio" es la exposición del artista Daniel Fuentes. Se puede visitar hasta este jueves en el Salón Cultural de Usos Múltiples.
La identidad y el poder atraviesan la muestra «Fragmentación y territorio», del artista barilochense Daniel Fuentes en el Salón Cultural de Usos Múltiples (Scum), en Moreno y Villegas .Se puede visitar hasta este jueves.
«Se puede leer el poder en los colores y en las formas», define Fuentes que es además profesor de Historia. Su exposición está compuesta por 16 pinturas, que tienen un metro por 80 centímetros.
La pintura, admite, era «una cuestión pendiente después de muchos años de dibujo y de participar en poema ilustrado. Por muchos años, dejé por el tema de la docencia y mi trabajo. Últimamente estoy con cursos posdoctorales y trabajando en el proceso de paz de Colombia. Pero lo cierto es que ya tenía varias pinturas hechas».
Comentó que la muestra está compuesta por una primera etapa de obras, de «ensamble de metal», que representan a Bariloche. Otras, pinturas al óleo y acrílicos, marcan un análisis de la identidad nacional y fueron llamadas «La última mano de los argentinosaurios». En este caso, invitan a la reflexion y la risa ya que refleja los mitos de la argentinidad. «Hay mucha simbología. Lo más interesante es que la gente le agrega significados e interpretaciones«, recalca Fuentes que, reconoce, decidió impulsar la muestra gracias a la artista visual Sandra Guerrero.
«Tenía material que iba pintando de a poco. Uno tiene trabajo y familia, pero decidí dedicarle varias horas al trabajo, por las tardes«, reconoce.
Aunque aclaró que, por lo general, no busca el realismo en la pintura, Fuentes destacó uno de los cuadros sobre dos personas en situación de calle del hogar Emaús. «Uno de ellos, hace poco, murió abandonado en la calle. Hay otro cuadro con un análisis del vertedero y la sociedad de consumo que se llama ‘El shopping’. En otro hago un análisis del Centro Cívico, en términos del poder, con un tono humorístico», describe.
Otro de sus cuadros es sobre la noche y las luces del barrio Nahuel Hue. También reflejó las flores «del Alto», el sur de la ciudad: «Una temática que toco es la flor del cardo y las manzanillas. Aquellas flores de la ciudad que no son tenidas en cuenta. La naturaleza de algunos espacios de Bariloche son tratadas de la misma forma que la gente».
Fuentes le da mucha importancia al uso de los colores. «Por lo general, recomiendan empezar a hacer muestras con pocos colores. Pero cuando hacía murales políticos en la universidad usaba muchos colores. Me gusta el contraste porque hace llamativo el tema que enfocas», considera y agrega: «Abordo, por ejemplo, un hecho nacional de 1955 y uso dos tonos básicos como el rojo y verde. El rojo está en tensión. Cuando le consulto a la gente común en la muestra qué es lo que ve, me dice que ‘algo estaba por pasar con ese rojo vivo'».
Fuentes reconoce que, a diferencia de la escritura, no es partidario de ser muy explícito en la pintura. «Lo que termina de darle sentido a la obra es lo que piensa la gente», planteó.
Admite también que los artistas, por lo general, requieren de un curador, «alguien que resalte la coherencia de una obra». «En mi caso, no dibujo cualquier cosa; mi propia profesión me da una coherencia. Por eso, no necesité una curadora», dice.
Fuentes concluye que «uno tiene los fundamentos teóricos de las ciencias sociales que brinda una visión de análisis, pero el arte da la posibilidad total de ser libre. Siempre rescato esa envidia cuando ves a los chiquitos dibujar y lo hacen con libertad absoluta. El mundo los va cambiando y luego, les empiezan a poner condiciones».
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