«La fragilidad del deseo», los caminos del alma humana y sus laberintos, se estrena en Cipolletti

El mediometraje de la directora neuquina Aymará Rovera se presentará en el Centro Cultural Cipolletti, el próximo viernes a las 20.30. La entrada es gratuita.

Son todos actores que durante este año realizaron un entrenamiento intensivo. (FOTOS: Gentileza)

«El deseo siempre es frágil porque uno nunca tiene la certeza de si se va a poder concretar». Tiene que ver con esos laberintos que atraviesan a todos los seres humanos. ¿Cómo se recorren esos laberintos? Pues por acá va el mediometraje de la reconocida directora neuquina Aymará Rovera que este fin de semana estrena «La Fragilidad del deseo». Se presentará con entrada gratuita el viernes 29 de noviembre, a las 20.30, en el Completo Cultural Cipolletti.

Se trata de una producción que la directora realizó junto a su grupo de alumnos y alumnas que este año arrancaron el taller de actuación. La producción tiene varios ingredientes que dan cuenta de lo que solo Aymará Rovera puede lograr en el cine independiente regional. Lo primero a mencionar es que «La fragilidad del deseo» es «teatro en cine», dos estéticas diferentes que se amalgaman a la perfección en esta ocasión. Pero vamos por parte.

Según contó Aymará, como paso previo a pensar en la filmación, la elección de las locaciones fue lo primordial. La directora neuquina tiene un sello que la caracteriza; todas sus producciones se sitúan en escenarios naturales de la Patagonia. Para este mediometraje se eligió un lugar histórico de Centenario. Se trata de la «Chacra 42«, donde se continúa elaborando dulces artesanales, existe una pequeña bodega y está destinada al agroturismo. Al paisaje se suman un canal de riego y varias alamedas históricas. Algunas escenas fueron grabadas en el Museo Casa Plottier, con la laguna y la casona señorial de fondo.

«Lo que me pareció interesante es dejar las cosas históricas tal como se conservan y no agregar mucho más del exterior. El lugar era perfecto para contar esta historia». dijo.

«El vestuario de los personajes tiene la estética del teatro antiguo llevado a un lugar más rural con la poesía de los textos teatrales clásicos pero llevados al cine, transformando de alguna forma a estos personajes universales en historias patagónicas y cotidianas». agregó.

El guión se fue armando mediante una cuidadosa selección de fragmentos de textos de autores como Antón Chejov, Tennesse Williams, Andrés Bercoff, entre otros, que luego de ser puestos en la voz de los actores que los interpretan, se fue construyendo una historia que pone en la pantalla uno de los grandes dilemas del ser humano.


Hay deseos siempre, que se concreten o no es otra cosa


«La Fragilidad del deseo es interpretada por personajes atravesados por el deseo y de alguna forma van descubriendo que el deseo es muy frágil porque lo que deseamos tiene una fragilidad enorme con respecto a si se cumple o no. Yo creo que el deseo está siempre lleno de fragilidad. Es cierto que nos estimula, que nos mueve; pero a la hora de concretar muchas cuestiones, el deseo y el miedo van de la mano y si gana el deseo gana la vida», consideró Aymará.

Los personajes están todos unidos por el deseo a algo: el deseo al amor, a la profesión no cumplida, el deseo a la fuerza de la vida, el deseo de un hijo a la madre que no lo quiere. Son vínculos atravesados por los laberintos internos. La película va entrelazando las vivencias de cada uno de los personajes en diálogos exquisitos, que se debaten en la dualidad de esa fragilidad. ¿Qué le pasa a cada uno? ¿Cómo lo transitan? ¿Actúan y avanzan o se quedan paralizados en ese lugar? Para tener esta respuesta hay que ver el mediometraje y construir las propias conclusiones.

«En la fragilidad del deseo actúan los neuquinos y rionegrinos Yamel León, Laura Serrano, Lucas Materre, Julio Vásquez, Romina Escobar, Darío Zucchini, Ana Taux, Gisela Dolzadelli, Edrieth Corradini, Elio Garci y Marisa Pascucci.

La idea original, dirección y entrenamiento actoral es del Aymará Rovera. La grabación, edición y música pertenece a Facundo Lezcano.


Ella es Aymará Rovera

Aymará Rovera nació en Plaza Huincul, pasó su infancia y adolescencia en Cutral Co y se formó primero en la Escuela de Bellas Artes de Neuquén y continuó en Buenos Aires, donde tuvo de profesores a grandes como el actor y director Julio Chávez, Luis Agustoni y Allezao y en dirección a Guillermo Cacace.

En 2018 regresó a Neuquén, luego de ganar un concurso por la Patagonia del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Con ese estímulo grabó su obra prima «Soy Aimé», inspirada en la cantora mapuche Aimé Painé, protagonizada por Charo Bogarín y Rosario Valenzuela, Juan Palomino y otros 60 actores. «Fue romper con el paradigma del hacer cine con el ojo puesto en Buenos Aires», aseguró Aymará. Esta película la llevó a ganar varios premios nacionales e internacionales.

Actualmente desarrolla su actividad como directora y gestora actoral cultural y dirige su propia compañía de entrenamiento actoral independiente, por la que ya pasaron más de 1.000 alumnos y alumnas. Además, conformó su propia productora teatral cinematográfica independiente, «Estrella del sur».


Dónde y cuándo verla


«La Fragilidad del deseo» de la productora independiente «Estrella del sur» se podrá ver el próximo viernes a las 20.30, en la sala Incaa del Centro Cultural Cipolletti, ubicado en calle General Fernández Oro 57. La entrada es gratuita.

La duración del mediometraje es de aproximadamente 40 minutos. Los actores y directora estarán en la sala para contarle al público sobre los entretelones de la grabación y de lo que significa el cine independiente para la cultural regional y nacional.


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios

Exit mobile version