«Kevin Spacey al descubierto», el estremecedor documental sobre los abusos del actor de Hollywood
Max estrenó en su plataforma un documental de dos episodios con más de diez entrevistas a hombres que, en muy distintas etapas de su vida, fueron víctimas del actor. Sobrio y estremecedor, el documental muestra las dos facetas del actor de "House of cards" y ganador de Oscars.
En julio de 2023, una corte del Reino Unido declaró inocente al actor Kevin Spacey de nueve acusaciones de acoso sexual a hombres que compartieron el set con él entre 2001 y 2013. El salió de la corte, enfrento las cámaras y micrófonos emocionado y se fue. Hace apenas una semana, la actriz Sharon Stone pidió que vuelva a la industria. Desde 2017, el actor permanece en la oscuridad. Y más allá de lo que haya dicho la justicia, parece que no saldrá de esa zona. El documental que se estrenó este mes en la plataforma de streaming Max, «Kevin Spacey al descubierto” arroja mucha luz en sus demasiadas sombras. Lo que se ve es un Kevin Spacey camaleónico, brillante y gracioso en cámara, aterrador tras bambalinas.
El documental de dos episodios, dirigido y producido por Katherine Haywood, es tan sobrio como estremecedor. No hay sensacionalismo. Hay hombres que se animan a contar el accionar de Spacey a lo largo de prácticamente toda su carrera, incluso desde que era un estudiante de secundaria, mucho antes de que fuera el poderoso ganador de dos Oscars y el protagonista de la serie que apuntaló a Netflix, “House of cards”.
El documental deja en claro la absolución de Spacey en más de una ocasión. Pero se ocupa de ir más atrás en el tiempo. Mucho más atrás.
Sin buscar el golpe bajo, hay varias entrevistas estremecedoras. Una de ellas es la que le hacen a su hermano, Randall Fowler (Kevin Spacey no usa su apellido sino que convirtió su segundo nombre en apellido). El hombre habla de la infancia que padecieron en lo que llamaban la “casa de los horrores”. Un padre claramente nazi (colgaba banderas nazi en la casa), violento y abusador. El hermano mayor de Kevin lo defendió y trató de evitarle los abusos hasta que a los 15 años, se fue de la casa:el padre lo violaba sistemáticamente, con el silencio cómplice de la madre. “Me pasé gran parte de mi infancia intentado proteger a mi hermano para que no fuese violado por mi padre, […] y 40 años más tarde me entero de que se ha convertido en él”, confesaba Randall, en 2019, en una entrevista en el podcast Drew and Mike Show. Aquí lo repite. Sabe de dónde viene, pero no justifica en lo que se convirtió. “Kevin intentó evitar lo que ocurría encerrándose en una burbuja emocional. Se volvió muy astuto. Estaba tan determinado a evitar los ‘latigazos’ que se preocupó por sus propios asuntos, hasta que ya no hubo nada dentro. No tiene sentimientos. Es un hombre vacío, incapaz de tejer sentimientos con alguien”.
Otra de las entrevistas estremecedoras es la de una de las víctimas, un ex marine, tan enorme y musculoso como frágil. El hombre, que estuvo en el detrás de alguna escenas de “Rescatando al soldado Ryan”, soñaba con convertirse en actor.
Spacey le aseguró que él podía ayudarlo. Ese, cuando no directamente violento, era su modus operandi según los testimonios que recoge el documental: aprovecharse de la inocencia y el deseo de hombres que querían iniciarse en la industria. Con la promesa de ayudarlos, los invitaba a su departamento para luego ir a una fiesta que no existía, o los invitaba al cine y una vez allí, abusaba de ellos. El hombre, conmovido dice: “Muchos creen que lo primero que a uno le pasa es que quiere golpear al otro, usar la fuerza. Pero la fuerza no aparece. Lo que aparece es la vergüenza, la sensación de que uno provocó lo que está pasando”.
Además de la decena de testimonios, casi todos desconocidos hasta ahora, el documental se detiene en el celo con el que Spacey intentó ocultar su vida sentimental. En 1997, cuando la conductora y comediante Ellen DeGenneres, salió del closet en su propia sitcom, la sorpresa se transformó en rechazo para ella. Las cadenas de tevé no querían su show.
“No existía ningún actor gay declarado del nivel de Kevin Spacey”, afirma el periodista especializado en cine Adam Vary en el documental. La tapa de la revista Esquire, con el título “Kevin Spacey tiene un secreto”, fue considerado por muchos como la revelación del actor. Pero él eligió responder en “la Biblia de la heterosexualidad”, la revista Playboy: “No es cierto”, dijo. “Es mentira”. Spacey se mostraba con mujeres en las galas. A espaldas de esa vidriera, según relatan las víctimas en el documental, llevaba a jóvenes a su departamento, los subía a su auto o abusaba de ellos de las maneras más inesperadas y sorpresivas para las propias víctimas.
Puede que Spacey se haya sentido emocionado y aliviado en la escalinata del Tribunal de la Corona de Southwark , en julio de 2023. Pero este retrato de su ascenso y caída, con tantos testimonios, revela una faceta cruel, fría, maquiavélica, casi un recuerdo del gran papel que lo llevó a la fama: el de “Los sospechosos de siempre”, en el que pasa de pobre testigo a temible criminal. “Cuando te ponés una máscara en la cara y te ponés delante de un espejo, de repente no te ves a ti mismo”, dice él mismo, en un archivo que se ve en el documental. Lo que se ve, da miedo.
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