Hugo Fattoruso y Fernando Cabrera, juntos por primera vez, en Neuquén

Los músicos uruguayos nunca habían coincidido en un espectáculo hasta que los reunió un productor en común. Con la canción como punto de encuentro, dieron forma a un repertorio de invaluable riqueza. Este martes se presentan en el Cine Teatro Español de Neuquén.

Se suponía que Hugo Fattoruso había tocado con todos. Que literalmente lo había hecho. Que después de tantos años, tantas bandas, tantas invitaciones y colaboraciones en tantos lugares de este continente y de todos otros sí había tocado con todos. Pero resultó que no. Que con Fernando Cabrera no había tocado nunca. Y la pregunta fue inmediata: ¿cómo que el Hugo y Fernando no habían tocado nunca juntos?


Por suerte, Hugo Fattoruso, el shaker, un OPA, el tipo que juntó rock, pop, jazz, candombe y cuanta música popular se le cruzara por el camino y que así como quien no quiere la cosa reformuló mucho más que la propia música popular uruguaya, y Fernando Cabrera, uno de los mejores orfebres en el arte de trabajar esa joya que es la canción rioplatense, se juntaron para salir a tocar y, quizás, grabar y publicar lo que salen a tocar. Y no está de más decir que se agradece.


15.05 del martes, a la altura del kilómetro 60 de la Ruta 2, Fernando Cabrera atiende el teléfono de su productor Javier Celoria para hablar con Río Negro sobre el encuentro (in)esperado con Hugo Fattoruso que devino inevitablemente en un espectáculo que inevitablemente (con Celoria de por medio) tendrá una escala en Neuquén, el próximo martes 24 de septiembre, a las 21, en el Cine Teatro Español. Las entradas anticipadas disponibles en Flipper (Av. Argentina 179, Neuquén) y por sistema a través de tuentrada.com.

Fernando Cabrera y Hugo Fattoruso, en el escenario del teatro Solís, de Montevideo.

P: ¿Cómo surge este encuentro con Hugo?
R:
Nació de una manera, no sé si llamarla fortuita: se le ocurrió al productor Javier Celoria, que viene trabajando con Hugo desde hace muchos años, acá en la Argentina, él lo produce, lo lleva para todos lados, y yo también había trabajado con él, en menor medida, pero lo conozco desde hace años también, a él y a su padre, que también es productor. Y fue a Javier a quien se le ocurrió que por qué no hacíamos algo nosotros dos juntos, algo que ni a Hugo ni a mí se nos había ocurrido hasta ahora. Bueno, no hubo mucho que pensar, por lo menos de mi parte, y dije que sí, que encantado, imagínate.
Empezamos a ensayar en febrero, preparar todo el repertorio, los arreglos y debutamos en mayo acá en la Argentina, en Rosario, Córdoba y Buenos Aires. Luego, recién este fin de semana pasado, tocamos por primera vez en Montevideo, en el Teatro Solís, y ahora tenemos esta gira de nueve ciudades por toda la Argentina.

P: ¿Por qué nunca se habían encontrado en un proyecto?
R:
Bueno, uno a veces se mueve en un terreno, en un círculo que no necesariamente se roza con el de otro, por más que lo conozcas, por más que vivas en el mismo país. Hasta ahora no se había dado. Él tiene otras relaciones, otras amistades, trabaja con otros músicos y lo mismo yo. Y bueno, ya te digo, capaz que hubiéramos seguido el resto de lo que nos queda por vivir sin encontrarnos, si no fuera por la idea de Javier.

Fernando Cabrera, en el teatro Solís, de Montevideo.

P: Y cuando se lo propuso el productor, ¿qué te pasó a vos cuando te nombró a hacer algo con Hugo?
R:
Lo primero que pensé es en qué opinaría Hugo, que a él también le entusiasme, para no ponerlo en un aprieto. Que Hugo lo haga también con gusto y tenga ganas de hacerlo, que no sea un compromiso.

P: ¿Qué fue necesario para que el encuentro finalmente suceda, más allá de las ganas o las buenas intenciones de ambos, en qué tuvieron que pensar para que esto funcionara desde lo artístico?
R:
Muy simple, pensamos en canciones. Hay toda una parte grande de Hugo, por la cual se lo conoce mucho, que es como una especie de virtuoso y gran músico instrumental, pero también tiene él desde su juventud una gran cantidad de canciones, letra y música de él, preciosas canciones. Y lo mío también es la canción, lógicamente, así que el único enfoque que pusimos fue elegir las canciones que nos tuviéramos más cómodos en ese momento, que tuviéramos más ganas de hacer.

Hugo Fattoruso, feliz, detrás del acordeón.

P: ¿Y cómo fueron armando ese repertorio?
R:
Él me mandó una lista de cosas de él para que yo fuera viendo, yo hice lo mismo y una vez que descartamos y armamos la cantidad necesaria, 20, 22 canciones, empezamos a ensayarlas. Él también me mandó partituras de muchas de ellas, con toda la armonía perfectamente escrita, incluso otras ideas también y grabaciones. Yo estuve bastante en casa, antes del primer ensayo tuve que estudiar bastante una cantidad de cosas de él, él también lo mismo con lo mío, y ya cuando nos juntamos, veníamos. Una vez que tuvimos la lista y que los dos por separado estuvimos trabajando en nuestras casas, nos empezamos a juntar y ahí empezó una segunda etapa de comprobar y ver cómo coincidíamos, cómo armonizábamos, porque a veces es fácil y a veces no, que las cosas salgan bien de primera.

P: ¿Y cómo les fue, cómo les resultó esa fusión de músicas, con la canción como faro?
R:
Fue muy bien, llevó unos días ajustarnos, encontrar el ajuste, es lo mismo que si fuéramos dos personas que van a jugar en pareja el truco o al tenis, tiene que haber un ajuste, tiene que haber un qué haces vos, qué hago yo, dónde me meto, dónde no, pero rápidamente encontramos eso y ni hablar, ya cuando empezamos a tocar en vivo, la verdad que resultó una maravilla.

P: ¿Y cómo es finalmente el espectáculo?
R:
Estamos los dos siempre en el escenario, de principio a fin. Yo toco una guitarra eléctrica y él toca piano, teclados y acordeón, alternativamente o a veces solo piano y acordeón o a veces solo teclado, depende también del teatro, de la ciudad a que vayamos, pero más o menos es eso y los dos cantamos. Más no podemos hacer (risas).

P: ¿Qué música encontraste en Hugo, qué descubriste en él que te sorprendió, que quizás por ahí desde otro lado no lo percibías o lo percibías de otro modo?
R:
Lo que encontré que me sorprendió fue el nivel de minucia, de minuciosidad, de detallismo, así grandísimo en cada segundo de una composición. Él me pasaba muy estrictamente cada tema. Yo tenía que aprenderme, estudiarme los infinitos cambios que hay en una canción de él, la riqueza armónica, melódica, rítmica. O sea que yo me encontré con esa sorpresa. Pensé que iba a ser todo mucho más, no sé cómo decirlo, más laxo, más jugado a la improvisación, pero no. Él es un compositor muy minucioso y estricto. Eso me hizo muy bien porque me exigió a mí, bueno, ponerme a estudiar en profundidad todas sus músicas. Me hizo sacudir un poco las telarañas.

P: ¿Y qué elegiste vos de él, con qué te quedaste finalmente?
R:
Hay una cosa que para mí es imprescindible de las dos partes y es que uno se sienta cómodo y seguro de lo que va a ser. Entonces, lógicamente, yo elegí las canciones que yo me sentía más a gusto, más cómodo. O sea, me parecía lo más normal y lo más natural para conseguir un resultado aceptable.

P: ¿Y qué tipo de música finalmente fue esa de todo lo que conocemos de Hugo?
R:
Hay música de todas sus épocas, de todos sus discos. Muy variado. Y cosas más recientes también.

P: ¿Y qué elegiste vos mostrarle a él para que elija? ¿Qué le ofreciste y qué viste que él eligió como para terminar de amalgamar?
R:
Yo elegí y le ofrecí a él aspectos más bien variados de mi trabajo. Algunas canciones de mis comienzos que tienen un espíritu, yo te diría, de pop rock prácticamente. Después cosas mías más experimentales y más extrañas también de mi repertorio. Y por último una canción nueva que estamos estrenando en este espectáculo que yo nunca grabé. Así que un panorama bien abierto. Es nueva, sí la hice pero luego que habíamos empezado a vernos y a ensayar un día se me ocurrió y se la mostré y a él le gustó y quedó.

P: Y finalmente de esto que me contabas de tu música, la de él, ¿a qué suena el espectáculo? ¿Con qué sonidos nos vamos a encontrar? ¿Qué sonoridades va a tener el espectáculo?
R:
¡Yo qué sé! (risas) Yo creo que no suena a nada reconocible.

P: Por último, ¿quién es Hugo Fattoruso para vos?
R:
Desde hace muchísimo tiempo es el mayor orgullo que tiene la música uruguaya. Lo que podemos mostrar como carta en cualquier lugar del planeta. Por suerte él es una persona que viaja mucho y se presenta por muchos lados. Es un orgullo para nosotros. Lo vemos como un hijo muy especial de la cultura uruguaya.


Entradas disponibles en Flipper (Av. Argentina 179, Neuquén) y por sistema a través de tuentrada.com.


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