Hilda Lizarazu y Lito Vitale presentan en Neuquén «Hilda canta Charly»: la historia de un disco magnífico

La cantante editó en mayo Hilda canta Charly, un disco con canciones de García, bellamente interpretados. MañanaEste sábado, lo presenta en el Cine Teatro Español de Neuquén, junto a Lito Vitale, productor del disco, y otros ocho músicos en escena.

¿Para que sirve una obra de arte? Para nada. Hasta que esa obra de arte sucede y solo entonces sabemos que la necesitábamos. Que era necesaria  para hacer de nuestras vidas una vida mejor de un modo en que no lo imaginábamos. La música de Charly García es una obra de arte. Una inmensa e indispensable obra de arte. ¿Podríamos vivir sin ella? Sí, por supuesto. Pero vivimos mejor con ella.  

Hilda Lizarazu acaba de editar un disco hecho de canciones de Charly García. ¿Necesitábamos de tal cosa? Claro que sí, pero, como sucede con toda obra de arte, y este disco lo es, solo lo sabemos cuando por fin sucede. Se puede, ahora lo sabemos, hacer arte de otra obra de arte y este disco que no por nada se llama Hilda canta Charly es exactamente eso: una obra de arte hecha de otra obra de arte.  

Editado el diez de mayo pasado y presentado el fin de semana pasado en el Teatro Coliseo con tres conciertos a sala llena, Hilda canta Charly llega a Neuquén. Lizarazu y Lito Vitale, el otro artífice de esta obra, junto a una  banda de diez músicos se presentarán este sábado, a las 21, en el Cine Teatro Español. Las entradas están disponible en Flipper (Av. Argentina 179) y por sistema a través de tuentrada.com. 

Hilda y la conexión con Charly García

Hilda canta Charly es una joya que nos acerca de un modo inesperado -y a la vez necesario- a la obra tantas veces escuchada de García. Las once canciones versionadas abarcan todas las etapas de su vida musical, menos ese paréntesis entre Sui Generis y La Máquina de Hacer Pájaros que fue Porsuigieco y la álgida etapa Say No More. 

“Va a ser todo Charly García cantado con la más respetuosa forma de interpretarlo”, avisa Hilda, al comenzar una extensa charla con Diario RÍO NEGRO. “Van a ser una veintena de temas de toda su amplia trayectoria tratando de reinterpretarlo de la forma más respetuosa posible y con la maestría musical que conlleva laburar con Lito Vitale en los arreglos”. 

“Estamos muy felices de lo que ocurrió este fin de semana”, continúa diciendo en referencia a los shows recientes en el Coliseo. “Estoy como muy emocionada porque la verdad es que tuvimos una devolución de emoción increíble. Y creo, espero, va a pasar lo mismo allí en Neuquén”. 

Hilda está conectada con Charly de muchas maneras. Una de ellas, acaso no tan conocida, es que fueron al mismo colegio secundario, aunque, por la diferencia de edad -doce años-, no coincidieron. Y fue allí donde Hilda descubrió la música de Charly a través de Sui Generis. Por eso, “Rasguña las piedras” abre el disco. Unos cuantos años después tuvo la oportunidad de ser parte de la música de Charly, entre fines de los 80 y primeros años de los 90. Desde entonces nunca dejó de estar, de un modo u otro.  

Hilda Lizarazu es correntina de Curuzú Cuatiá, pero, como dijo en alguna entrevista, es un dato para Wikipedia porque apenas nació se fue de allí. Pasó su adolescencia, es decir casi todos los ‘70, en Nueva York. Volvió a mediados de los 80 como fotógrafa. Conectada con ese ambiente fue que comenzó a relacionarse con el rock argentino: fue parte de Sueter y de Los Twist hasta que, a fines de los 80, la convocó Charly García.  

Al mismo tiempo, comenzó con Man Ray, la banda que formó con Tito Losavio y sostuvo entre 1988 y 1999, consiguiendo éxitos como Extraño ser, Sola en los bares, Caribe sur y Olvidate de mi. A comienzos de los 2000 decidió emprender su carrera solista de, hasta ahora, siete discos, incluido el flamante Hilda canta Charly 

Cómo surgió Hilda canta Charly

“El disparador fue la emoción”, confiesa Hilda al referirse al origen del disco. “En mi etapa solista, que este año cumple veinte años de Hilda canta Hilda (risas), solo en dos de mis discos puse temas de Charly: ‘Buscando un símbolo de paz’,  en Hormonal (2007) y ‘Pasajera en trance’ , que incluí en Antigua (2022). Ese tema fue al disco porque fue en el momento en que Charly cumplía sus 70 años y empezamos a participar de distintos homenajes. Uno fue en el Teatro San Martín, que fue muy emocionante, dos noches que se llamaron Algo de Charly. Eso fue hace dos años. Luego también con el Zorrito Quintiero y con Samalea se hizo en el CCK un larguísimo concierto del que participó Charly, que subió a tocar cuatro o cinco temas”.  

Yo estuve ahí (I) Hilda Lizarazu, junto al Zorrito Quintiero y Fernando Samalea, durante la inauguración de Charly García Corner en Nueva York, en noviembre de 2023.

Todo ese revival musical terminó de cerrar el año pasado, cuando, de casualidad, Hilda estaba en Nueva York el día en que fue inaugurada la Charly García Corner. De vacaciones con sus amigas Andy Cherniavsky y Gaby Aisenson, Hilda se enteró del evento, los organizadores se enteraron de su presencia en la Gran Manzana, la invitaron a participar, ella aceptó y así fue como Hilda, el Zorrito y Samalea, (parte de) Los Enfermeros, se reunieron para tocar allí en honor a García.  

Hilda ingreso al universo García en un momento de la segunda mitad de los 80 cuando Fabiana Cantilo, que era su voz femenina, deja la banda para comenzar su camino solista. Charly comienza a audicionar cantantes y Alfi Martins, su tecladista, le sugiere que escuche a una chica llamada Hilda Lizarazu. «Fue después de Parte de la Religión”, recuerda. «Ahí tenía una banda conformada y en voces estaba Fabiana Cantilo, pero Fabiana empezaba con su carrera solista y ahí empezaron a audicionar voces femeninas para los coros y uno de los chicos de la banda, Alfi Martins, con quien yo cantaba en una banda under de la época, le sugirió: ‘por qué no probas a esta chica que en realidad es fotógrafa’. Pero, claro, yo ya estaba medio como armando el primer disco de Man Ray. Audicioné con algunas canciones y después ya formé parte de Los Enfermeros”. 

Yo estuve ahí (II) Hilda, en Ferro, en 1991, junto a Fernando «El Cabo» Lupano, Samalea, Charly y el Zorrito.

Integrada por Fernando Lupano, en bajo, Hilda Lizarazu en voces, Carlos García López en guitarra, Fabián Quintiero en teclados y Fernando Samalea en batería, Los Enfermeros acompañó a Charly García desde 1989 hasta 1993, en los discos Como conseguir Chicas (1989) y Filsofía barata y zapatos de goma (1990). En Tango 4 (1992), el disco que García hizo con Pedro Aznar, Hilda ya participó no como música sino como fotógrafa. 

“Para mí fue espontáneo”, dice Hilda sobre su presencia en Nueva York aquel día de noviembre del año pasado, “porque no es que yo estaba ahí para ese homenaje, sino que yo estaba ahí circunstancialmente, con unas amigas y fui y canté en esa esquina y fue muy emocionante. O sea, toda la gente que estaba allí estaba como cantando a viva voz los temas que estábamos haciendo con un poquitito de escenario, fue increíble eso. Y fue como la disparada final de decir ¿y si hago un Hilda canta Charly y hago un disco de eso? Y Lito me dijo dale, vamos, yo te acompaño, te hago la producción. Eso fue en noviembre, en diciembre vimos qué temas poner porque es todo un tema ese (risas). El artista tiene semejante obra que había que congeniar varias cosas. Primero, que me quedaran bien ver las tonalidades, que las letras yo las pudiera interpretar de forma genuina; entonces, busqué dentro de la lírica de Charly y de las canciones que me emocionan a mí lo que me quedaba mejor a mi talle femenino y en enero empezamos a trabajar”. 


Cumpleaños de Charly García en el CCK. Hilda Lizarazu y Mia Folino. Buscando un símbolo de paz.

Los temas elegidos fueron “Rasguña las piedras”, “Bancate ese defecto”, “Como mata el viento norte”, “Desarma y sangra”, “Raros peinados nuevos”, “La grasa de las capitales”, “La canción del indeciso”, “Los dinosaurios”, “Chipi chipi”, “Nos siguen pegando abajo” y “La máquina de ser feliz”.  

“Fue un disco de mucha como de mucha intimidad entre nosotros y la verdad es que fluyó como si nos conociéramos mucho (risas). La dinámica que se dio entre nosotros dos fue como de una de una empatía maravillosa”, revela Hilda cuando habla sobre el trabajo junto a Lito Vitale, quien además es su compañero. “El Mundo Vitale es muy amplio en lo que tiene que ver con los géneros musicales, así que yo ahí con Lito exploté mucho mi beta interpretativa, que también es muy amplia.  El abordaje de las canciones fue el que nos iba saliendo naturalmente y fuimos siempre nosotros dos en el estudio. Hay solo tema en que al bajo lo taca Federico Melioli. Salvo eso, todos los bajos, guitarras, baterías y teclados los toca Lito”. 

Hilda Lizarazu en el teatro Coliseo, el pasado fin de semana, cuando presentó disco tres veces a sala llena.

Los once temas cuentan con bellísimos arreglos orquestales a cargo de “La Orquestita”: Víctor Carrión (flauta y saxo), Irene Cadario (violín), Paula Pomeraniec (cello) y Emiliano Álvarez (clarinete). En vivo, la banda se completa con Federico Melioli (bajo), Luciano Vitale (guitarra), Rocky Fernández (batería), China Roldán (teclados y coro) y Mia Folino (coros), además de Lito Vitale (pianos) y la propia Hilda en voz, por supuesto. Todos ellos estarán este sábado en el escenario de Cine Teatro Español.  

Hilda, Charly y la búsqueda de una voz propia 

El desafío interpretativo de Hilda fue pasar esas canciones a su propia voz, darles su impronta a partir de lo que ella misma llamó artesanía musical, pasarlas por su voz y por su interpretación. “Había algunas que eran como una incógnita para mí”, reconoce, “Por ejemplo, Como mata al viento norte, La grasa de las capitales o La máquina de ser feliz, que ya es de una etapa donde yo ya no había estado más en la en la banda de Charly, Pero sí Bancate ese defecto y Los dinosaurios porque tiene como una tesitura donde es bastante arriba y bastante abajo en las tonalidades. Desarma y sangra tiene una melodía bastante amplia, creo que salió buenísima y es un tema muy, muy emotivo para mí. Hay algunos temazos que son de una de una maestría compositiva popular maravillosa, que hace que Charly García sea quién es. Y la verdad es que buscándole la tonalidad me sentí como pez en el agua porque son hermosas canciones para cantar”.   


Charly García & Los Enfermeros + Illya Kuryaki and The Valderramas, 1991.

“Estoy en una postura muy de intérprete y la verdad es que me sorprendo gratamente de lo que disfruto cantar esos temas”, enfatiza Hilda. “El otro día vino a uno de los shows un amigo músico y me dijo ‘me parece increíble la diferencia cuando cantas con guitarra a cuando cantás sin guitarra’. Y creo que es cierto, tiene que ver con que, al no estar tocando y estar solo cantando, vos estás concentrado solamente en la voz. Al tener una banda tan grande detrás, mi función es la palabra y la melodía”. 

Aunque se traten de canciones tantas veces escuchadas, el disco nos acerca a la obra de García de un modo amoroso, como si hubiera sido necesario reencontrarnos de algún modo diferente con esas canciones y reencontrarnos con el propio Charly García. Hilda logra que viejas canciones generen nuevas emociones. O, en todo caso renueve viejas emociones.  

Hilda Lizarazu y Charly García en Perú, en 2009.

Podríamos poner Clics Modernos si quisiéramos escuchar “Bancate ese defecto, claro que sí, pero Hilda cantando Bancate ese defecto nos reingresa a Charly por otra puerta, una que necesitábamos descubrir y no lo sabíamos hasta que ella nos la abrió con su forma tan amorosa de cantarla. Por eso es que se agradece este disco: lo necesitábamos y no lo sabíamos. Para eso están los artistas, para darnos eso que creemos no necesitar, pero sí. 

Charly está presente en el disco más allá de sus canciones. Su voz aparece al comienzo de la versión de La canción del indeciso. Allí se escucha: “Hola Hildi, habla tu jefe… che, escuchame”. Es él en un mensaje real que le envió a Lizarazu en la época de la pandemia. «Lo puse para que se escuche”, aclara. «Es un llamado de él cuando me estaba llamando para hacer unos coros en La lógica del escorpión”.   

¿Charly escuchó el disco? Sí, con Hilda, y le encantó: “Estaba muy inquieta porque quería compartirlo con él”, confiesa. “Cuando finalmente terminé lo terminé me fui a su casa a mostrárselo, un domingo, con un parlantito y pensando que iba a rendir un examen de química (risas). Muy nerviosa porque no sabía cómo iba a ser su reacción. Lo escuchamos entero, juntos, de principio a fin. Y sentí que había rendido un examen. Pero su reacción fue hermosísima. Lloramos. Yo no lo podía creer, pero sentí en ese momento que todo el universo me sonrió”. 


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