Geonnitus: pensar Vaca Muerta desde el arte
Cinco artistas se instalaron durante cinco días en Añelo para registrar imágenes sonidos del fracking y crear un artilugio sonoro y visual que funciona como una metonimia de Vaca Muerta pensarla por fuera del discurso dominante.
¿Sentiste alguna vez a Vaca Muerta en el cuerpo? Vaca Muerta vibra, late, respira, fluye, exuda y exhala. Vaca Muerta está viva. Si sos de acá, la sentiste bajos tus pies, en tus ojos, en tu piel.
Si sos de acá (y de un poco más allá también) Vaca Muerta está bajo tus pies. Si no lo sos, Vaca Muerta es, como la revolución y otras tantas cosas de este mundo, un sueño eterno. La utopía de la salvación definitiva. Sin ir más lejos, decíamos ayer: “Las proyecciones de Vaca Muerta 2025: más de 500.000 barriles por día y exportaciones récord”.
Vaca Muerta es una enorme roca de unos 30 mil kilómetros cuadrados enterrada a más de tres mil metros bajo tierra y que en su interior están atrapados gas y petróleo, las dos caras de esa moneda que nos ¿salvará?
El modo de sacar ese gas y ese petróleo, que por estar donde está se lo llama no convencional o shale, es fracturando esa enorme roca aplicando el tristemente célebre fracking: una perforación de la tierra a unos 3 mil metros de profundidad. Allí abajo, para la extracción del petróleo y del gas enquistado en la roca madre se utilizan explosiones, más de 100 millones de litros de agua (que vuelve contaminada), 12 mil toneladas de arenas silíceas y un cóctel de 40 químicos de alta toxicidad.
Para sorpresa de nadie: el fracking enferma la Tierra, sobre ella y debajo de ella. Para esta última, ya hay diagnóstico: geonnitus, un neologismo por supuesto, que da cuenta de los ruidos que aturden a la tierra: el tinnitus del que padece nuestro planeta. Ese ruido y esos temblores que se producen cuando la explotan, perforan y la presionan para extraer petróleo y gas mediante el fracking.
En abril pasado, cinco artistas viajaron a la provincia de Neuquén para sentir en carne viva los territorios convulsionados por la utilización de esta técnica. El resultado de esa experiencia directa es una original y muy reveladora aventura artística a la que dieron en llamar Geonnitus, una obra a la vez inmersiva y reflexiva.
Una especie de instalación que combina sonidos originales de la tierra fracturada y una instrumentación de cámara que dan cuenta de una música tan distópica como las imágenes que las acompañan tomadas en el territorio de Añelo donde permanecieron durante casi una semana.
Sus creadores la definen como una “estructura mutante, con acoplamientos imprevistos de videos, música en vivo, grabaciones de campo y compresores de aire generan vibraciones del espacio que permiten un acercamiento al rugido y el temblor, sumergiendo a la audiencia en la experiencia inestable e intensa de los movimientos subterráneos”.
“Podemos decirlo con un millón de palabras, pero no alcanza. Queríamos expandirnos a otras expresiones, que no fuera estrictamente la palabra periodística porque tiene un techo”.
Marina Aizen, de Periodistas por el Planeta
Geonnitus tiene proyecciones de video y sonidos amplificados que se combinan con la música de corno francés, trombón y marimba ejecutada desde una partitura por los músicos en vivo y la gr.an máquina hecho de caños, tubos y compresores que funcionan como un instrumento en sí mismo.
Geonnitus es una instalación escultórica, sonora y visual, que produce ruidos inesperados e inauditos aun para quienes tenemos esa roca bajo los pies. Porque, nosotros, que somos de acá: ¿sentimos alguna vez Vaca Muerta en el cuerpo?
Geonnitus, una metonimia de Vaca Muerta
La historia de Geonnitus es la historia de una convocatoria que busca contar Vaca Muerta desde el arte. La periodista Marina Aizen, fundadora de Periodistas por el Planeta, una asociación civil que investiga e informa acerca de los síntomas de la crisis ambiental del siglo XXI, convocó, en el marco del proyecto Eco Eco, a Pablo Schanton, también periodista, pero, a la vez crítico e investigador de cultura popular, especializado en rock, pop y música electrónica.
Con el proyecto Eco Eco, Periodistas por el Planeta buscaba salirse del discurso duro y en un punto confrontativo del periodismo. Por eso ampliaron su espectro de sensibilización al involucrar nuevas formas de narrativa y se abrieron a la poesía, el cuento, la canción, rap, meme y fotografía.
El paso siguiente fue abrirse al arte. A instancias de Schanton, generaron una sociedad creativa con el Festival Ruido para concretar una obra multimedia cuyo resultado fue Geonnitus. Javier Areal Vélez y Florencia Curci, del Festival Ruido y a cargo de la producción artística y la curación convocaron al artista multimedia Leonello Zambón, creador del neologismo Geonnitus; al realizador audiovisual Julián D’Angiolillo; y a la compositora Cecilia Castro.
Geonnitus se presentó en sociedad durante septiembre pasado en l Espacio Investigaciones del Futuro (IF), una vieja instalación industrial de Villa Lynch, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires. La idea de los productores y los artistas involucrados es volver el año próximo al territorio y hacer una segunda mirada de Vaca Muerta; y traerla a la región en algún momento de 2025. Conectados por videollamada, Mariana Aizen y Julián D’Angiolillo conversaron con Diario RÍO NEGRO sobre esta increíble y reveladora experiencia artística.
“Nosotros trabajamos mucho con la crisis planetaria y con sus causantes. La explotación de gas, petróleo, la quema de esos productos causa cambio climático. Para nosotras es la historia de la historia. Podemos decirlo con un millón de palabras, pero no alcanza. Queríamos expandirnos a otras expresiones, que no fuera estrictamente la palabra periodística porque tiene un techo. La gente deja de escuchar, se hincha las bolas y me parece que es una cosa muy importante que tiene que plantearse en la sociedad argentina”.
Entonces, fundaron Eco-Eco para apelar a otros sentidos, buscar otros lenguajes para hablar ya no desde el lenguaje periodístico, sino interpelando a la sociedad y buscando expresiones artísticas.
Uno puede ver los animales al costado de la ruta y en el fondo eso, las chimeneas con el fuego. Esa relación da un paisaje un poco apocalíptico».
Julián D’Angiolillo.
La idea, explica Marina Aizen, es que el discurso no lo tengan solo las empresas y los políticos que están influidos por lo que le dicen las empresas, sino interpelarnos todos a través de la literatura, la fotografía y la música. “En el caso de los chicos fue invitarlos a Vaca Muerta, que ellos hicieran una exploración y que hicieran una obra. Y eso es Geonnitus. Los chicos encontraron esta expresión. Y a nosotros nos encantó”.
P: Técnicamente, ¿cómo se hizo esta obra?
Julián D’Angiolillo: Mirá, por un lado, fue ese viaje intenso de cinco días en el lugar, en Añelo, donde estuvimos recolectando evidencias, imágenes y sonidos. Tanto Ceci, Leo como Flor (Curzi) y Javi (Areal Vélez) trabajan con el arte sonoro. Ellos se dedicaron al registro de campo sonoro con micrófonos de contacto, formas de grabar el audio enganchando micrófonos de contacto en alambrados, en el piso mismo, enterrando geófonos que son estos micrófonos que pueden de alguna forma capturar el sonido de la tierra. Volvimos a Buenos Aires con todos esos materiales y empezamos a trabajar esta idea de un modo muy particular porque no es que había un director o directora de la obra, sino que el ensamblaje y el encuentro de todas nuestras prácticas terminó generando esta obra que es un espacio instalativo que eran investigaciones del futuro en el cual uno ingresaba y tenía una serie de pantallas de video donde estaba el material que yo había filmado.
Después había una serie de artilugios sonoros que sonaban y de alguna forma hacían sacudir sonoramente la misma estructura en la cual uno ingresaba y que ,de alguna forma, se generaba, metafóricamente, lo que está sucediendo ahí lo que significa el mismo procesamiento del fracking porque requiere un montón de recursos y también la circulación de material, la circulación del agua, la circulación del sonido y también esa sensación que el público tenía que se sentaba en una tarima que en un momento dado vibraba o era sacudida.
P: ¿Qué les interesó registrar de todo ese mundo que es Vaca Muerta?
J.D: La relación de la naturaleza con la industria, se ven las torres de fracking se ven también los animales conviviendo con esas industrias. Muchos se enganchaban mucho con las imágenes de los animales interactuando con ese espacio porque eso es algo que por ahí no se piensa mucho pero ahí hay una fauna muy afectada por todo lo que está pasando y es algo que también lo podemos ver a simple vista. Añelo era un pueblo ganadero y lo sigue siendo de alguna forma, muchas comunidades siguen practicando la ganadería entonces uno puede ver los animales al costado de la ruta y en el fondo eso, las chimeneas con el fuego. Esa relación da un paisaje un poco apocalíptico.
P: ¿Qué pasó cuando la estrenaron en Buenos Aires?
JD: A mí me sorprendió mucho la recepción que tuvo el trabajo, pero me parece que tiene que ver con traer imágenes que no son tan comunes o que por ahí las imágenes que nos llegan de Vaca Muerta son más bien institucionales o publicitarias y así es difícil tener una sensación real de lo que sucede en el territorio si no vas.
Geonnitus es una maqueta de algunos artilugios que tiene que ver con la industria pero que genera una especie de muestra de un todo. La obra es una metonimia de lo que sucede. Esa experiencia competa funcionó muy bien.
Geonnitus: los artistas
Javier Areal Vélez (Buenos Aires, 1985) es compositor, improvisador y curador. Como solista y dentro de distintas agrupaciones dio incontables conciertos en Buenos Aires y realizó giras por América, Europa y Japón.
Su música se editó en una docena de sellos a lo largo del mundo. Dirige el ciclo RUIDO de música experimental, activo en Buenos Aires desde 2017 y desde 2021 coordina el Centro de Arte Sonoro del Ministerio de Cultura de la Nación.
Otros trabajos en el campo de la gestión cultural incluyen la producción del programa Colón Contemporáneo del Teatro Colón (2011-2020) y del Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea del Teatro San Martín (2011-2016). Fue invitado a los programas French New Music Focus (Institut Francais, Lyon 2022 y Estrasburgo, 2019), Unbound Listening (Huddersfield Contemporary Music Festival, 2021) y British Council Art Delegates Program (Londres, 2018). Realizó residencias en el Centro de Experimentación del Teatro Argentino (La Plata 2018), el Centro de Investigaciones Artísticas (Buenos Aires, 2013) y Music Omi (New York, 2012). www.javierarealvelez.com.ar www.cicloruido.com.ar
CECILIA CASTRO Licenciada en Composición con Medios Electroacústicos (UNQ). Actualmente está finalizando estudios de posgrado en Antropología Social y Política (FLACSO) con una tesis enfocada en la percepción aural de la naturaleza en entornos urbanos. Presentó piezas electrónicas, para medios mixtos e instalaciones sonoras en salas nacionales e internacionales y realizó diseños sonoros para importantes producciones cinematográficas y audiovisuales.
Es docente JTP en la Universidad del Cine (FUC), 1er Ayudante en la Universidad de la Artes (UNA) y en el Posgrado de Arte Sonoro de la UNTREF. Sus intereses estéticos se enfocan en los cruces entre géneros acústicos académicos y electrónicos experimentales.
Algunos de sus últimos trabajos exploran el cruce entre disciplinas creando piezas que combinan el video documental, el concierto musical y el relato ficción, construyendo una singular exploración de los aspectos sociales, políticos y culturales del sonido y la escucha. www.ceciliacastro.net
FLORENCIA CURCI Artista, gestora cultural y docente. Desde el radioactivismo y la investigación artística, aborda problemas ecosociales específicos de manera situada, generando instancias de encuentro con las comunidades a través de prácticas experimentales.
Realiza emisiones radiofónicas nómades, nuevas cartografías, instalaciones sonoras, performances y prácticas de escucha en terreno. Dirige el Centro de Arte Sonoro (Argentina) desde su fundación en 2017. Desde 2020 lleva adelante Radio CASo, la primera radio de música experimental e investigación con sonido de Argentina.
Además, es co-curadora del Festival RUIDO, dedicado a la circulación de artistas experimentales de Argentina, Latinoamérica y el mundo. Forma parte del colectivo de investigación en terreno Terra Ignota. Su trabajo radiofónico fue comisionado por importantes instituciones como Deutschlandfunk Kultur (Alemania, 2022), KunstRadio (Austria, 2019), Asociación de Música Experimental de España. Sus obras fueron presentadas en el Centro Cultural Kirchner (AR), Haus der Kulturen der Welt, Errant Bodies (DE), Festival Aural (MX), MediaLab Prado (ES), Tsonami Sound Art Festival (CL), entre otros. florenciacurci.com centrodeartesonoro.cultura.gob.ar
JULIAN D’ANGIOLILLO Es licenciado en Artes Visuales (UNA), egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes Pridliano Pueyrredón y la Escuela de Dramaturgia (EAD). Realizó los largometrajes «La gruta continua», “Cuerpo de letra”, “Hacerme feriante” y más de quince obras audiovisuales como “Condominio”, “Suite Matanzas” y “Autosocorro”.
Entre sus obras de sitio específico se cuentan las videoinstalaciones “Informe del aire” en Móvil, “Dirección de paseos” en el Jardín Botánico de Buenos Aires, “La remPlaza” en la Bienal de Performance y el emplazamiento “Antrópolis” en Tecnópolis. Obtuvo el Premio Lucio Fontana, el Premio Sur al Mejor Documental, una residencia en la Cité Internationale des Arts de París, el Premio Elena Poggi de la Asociación Argentina de Críticos de Arte y el Premio Ricardo Rojas al Mejor Ensayo por su libro “La desplaza, biogeografía del Parque Rivadavia”, entre otros.
Sus films fueron parte de festivales como Viennale, Ficunam, Doclisboa, Toulouse, Fidocs, Mar del Plata, Bafici y Festifreak. Expuso sus obras en diversos espacios como Pastificio Cerere (Roma), Onomatopee (Eindhoven), Kunstraum Kreuzberg/Bethanien (Berlin), Maison Rouge (Paris), Kunstverein (Wolfsburg), UCSD Art Gallery (San Diego), Ig Bildende Kunst (Vienna), 98 weeks (Beirut), CCCB (Barcelona), Museo de Antioquia (Medellin), 1era Bienal Fin del Mundo (Ushuaia), Bienal de performance, Bienal Sur, Fundación Klemm, C.C.K, C.C. Recoleta, Fundación OSDE, y Malba (Buenos Aires), entre otros. www.elnuevomunicipio.com.ar
LEONELLO ZAMBON Docente en la Licenciatura en Artes Electrónicas de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), en la Licenciatura en Prácticas Artísticas Contemporáneas de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y en las Clínicas de Artes Visuales del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
Artista que investiga, a partir del uso alterado de tecnologías y arquitecturas provisorias, las potencialidades resonantes de la escucha en humanos y en otros agentes biológicos, minerales, ambientales o culturales. Junto al estudio de arquitectura a77 y el poeta Roger Colom fundan en 2018 IF- Investigaciones del Futuro, organización orientada a la producción de urbanismos de la cooperación y la emergencia de otras formas de co-habitabilidad a partir de prácticas de escucha.
Desde 2013 trabaja a dúo con la artista Eugenia González bajo el nombre ZAGO, con quien ha participado en la Duodécima Bienal de la Habana, la Primera Bienal de Performance de Buenos Aires, el Festival Internacional de Arte Sonoro Tsonami y las Expediciones en Territorio Específico Rostock – Montevideo, entre otros.
En 2021 inicia las actividades de la Universidad Paralela, proyecto de institucionalidad experimental que, bajo el formato de encuentros co-participativos, transmisiones radiales, ensayos, laboratorios y expediciones territoriales situadas, investiga particularidades y problemáticas en torno al Estuario del Río de la Plata, prestando particular atención a los rastros sonoros de fenómenos ambientales inauditos. https://www.instagram.com/leonellozambon/
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