Estreno de sábado: «Antes de partir, quiero bailar», en Ámbito Histrión de Neuquén

Producida por Escénica TeaDanz Experimental, escrita y dirigida por Carlos Barro, podrá verse este sábado en Ámbito Histrión. Entrevista con con su creador y director Carlos Barro.

La obra sigue el viaje de seis mujeres y cada una de ellas lleva consigo una valija que contiene sus sueños, culpas, amores y dolores.

Valijas, ¿por qué valijas? Porque las valijas tienen historia, dice Carlos Barro, autor y director de “Antes de partir, quiero bailar”. Y porque siempre significan viaje, dice también el también responsable de la escenotécnica y dirección de la obra.


Por qué hablamos de valijas cuando hablamos de “Antes de partir, quiero bailar”. Porque es una obra que sigue el viaje de seis mujeres y cada una de ellas lleva consigo una valija que contiene sus sueños, culpas, amores y dolores. A través del movimiento, las protagonistas revelan sus historias, luchas y pasiones.


Con las actuaciones de Alejandra Kasjan, Gimena Martínez, Mariel Suárez, Luján Urreaga, Laura Zúñiga y Paula Rodrigo, “Antes de partir, quiero bailar” estrena este sábado con una función a las 21.30, en Ámbito Histrión (Chubut 240, Neuquén). Creada en el seno de Escénica TeaDanz Experimental, esta obra, como todas las que produce este grupo, es movimiento. Y por ello mismo, es también espectacular. Veamos.


A medida que avanzan en su camino, las mujeres confrontan sus miedos, celebran sus triunfos y se apoyan mutuamente. Con un lenguaje corporal poderoso y poético, “Antes de partir, quiero bailar” invita al público a reflexionar sobre sus propias valijas y a unirse a las protagonistas en su viaje.

Teatro en movimiento

“Con este espectáculo buscamos la potencia emocional”, dice Carlos Barro en un diálogo con Diario RÍO NEGRO. “(La obra) casi no tiene texto, es todo teatro en movimiento, es como lo calificamos nosotros, teatro en movimiento. Lo textual se va a ir construyendo a medida que el público va viendo la obra y que va a terminar de construir con su propia historia”.


“No es teatro físico”, aclara Barro, “lo podemos calificar como teatro danza, pero creo que es un teatro en movimiento porque, si bien siempre trabajamos desde el teatro, nuestra fisicalidad, el cuerpo, cómo lo ponemos y de la forma en que lo expresamos, no llega a ser danza y no llega a ser algo físico encontrado, sino que es el movimiento de por sí exagerado”.


En cuanto a lo textual, tiene poco: “Por ahí, textos absurdos expresados en algún momento, que tienen que ver con una de las escenas, una escena del tren particularmente; y el otro texto es un poema de Alfonsina Storni, que tiene que ver con un momento exacto de la obra, con lo que pasa en ese momento. Y después, generalmente son, más que nada, onomatopeyas, sonidos, pero en realidad, sin querer, todo tiene un texto. Al texto creo que lo va a ir construyendo el público”.

En todos los espectáculos que hacemos está esa característica escénica que es lo espectacular”.

Carlos Barro, autor y director de «Antes de partir, quiero bailar»

También hay música, partes de canciones, pero muy poco, aclara el director porque El fuerte de la obra es la acción que se realiza, el movimiento y su espectacularidad, que es lo que caracteriza a Escénica TeaDanz. “Todos los espectáculos que hacemos tienen que tener espectacularidad, movimiento, acción, iluminación. Siempre tienen esa característica escénica que es lo espectacular”.

Rusell Crowe, moribundo

El origen de la obra es Máximo Décimo Meridio, el personaje de Rusell Growe en Gladiador”, caminando moribundo y la música que lo acompaña. “Hace muchos años encontré el disco de una banda que se llama Dead Can dance, que aparece en el final de Gladiador. Cuando él va caminando, a punto de morir, lo acompaña una música que es la de esta banda que literalmente significa que la muerte quiere bailar. Y desde ese día me quedó la idea de esa muerte queriendo bailar”, recuerda el dramaturgo.

“A partir de eso tuve esa imagen dándome vueltas, qué buen motivo como para proyectar algo. Después, con el tiempo me fui dando cuenta que no sería la muerte, sino eso que nos pasa, el ciclo de vida. Y cuando llega el momento, uno decide qué hacer, ¿no? Y después, bueno, a raíz de dos amigos que se fueron, uno de ellos fue el que justamente me había pasado el disco ese de Dead Can Dance, y otro que se fue el año pasado dije bueno, acá hay algo que hay que continuar. La idea original empezó a aflorar a medida que uno empieza a ver lo que es el ciclo de vida Uno nace, por decirlo así, y en ese desarrollo tiene un montón de historias, un montón de sentimientos que nosotros los simbolizamos con una valija”, explica.

Las valijas suelen ser viejas. O solían serlo. Las valijas guardan historias, son sinónimos de viajes. La obra es un homenaje a la resiliencia y la fortaleza femenina, y un recordatorio de que, antes de partir, todos queremos bailar con la vida. A esta altura, cabe preguntarnos: ¿qué guardamos en nuestras propias valijas?


Ficha técnica y funciones

Idea original, escenotécnica y dirección: Carlos Barro.
Fotografía: Cecilia Bigoritto
Diseño gráfico: Paula Rodrigo y Frida Rodrigo
Dirección y puesta en escena: Carlos Barro
Actuaciones: Alejandra Kasjan, Gimena Martínez, Mariel Suárez, Luján Urreaga, Laura Zúñiga y Paula Rodrigo.
Función estreno: este sábado, a las 21.30, en Ámbito Histrión (Chubut 240, Neuquén).
Reservas: 299 6375653.


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