Cómo es «Ni una más», la serie sobre abuso sexual que está primera en el ranking de Netflix
La serie favorita de este momento de la plataforma de streaming quiere generar conciencia sobre un tema preocupante, pero la resolución no es el todo lograda.
Las primeras tomas de «Ni una más», la serie de Netflix que encabeza el ranking de favoritas de la plataforma de streaming siguen a una adolescente que cuelga un enorme pasacalle en la entrada de su colegio: “Cuidado. Ahí dentro se esconde un violador”, avisa el cartel mientras ella mira, compungida pero desafiante a todos los alumnos que se asoman a la ventana para mirar, mirarla y juzgarla. «Esta quiere que la echen», dicen socarronamente, la acusan de haberse inventado una historia para llamar la atención. Sólo sus amigan la apoyan.
Alma, la joven en cuestión, tiene 17 años, y cuatro meses antes de colgar el pasacalle era una adolescente que no disfrutaba para nada de las clases, que tenía peleas con sus padres por su desempeño escolar, y que mantenía una férrea relación con sus grandes amigas, Greta y Nata.
Pero la noche en que se escapa de su casa para ir a una fiesta, a la que sus padres no la dejaban ir después de haberla puesto en penitencia por sus notas, cambia todo: un hombre abusa de ella.
Basada en la novela de Miguel Sáez Carral, protagonizada por Nicole Wallace (Alma), Clara Galle (Greta) y Aicha Villaverde (Nata), la serie aborda en sus ocho episodios el problema de la violencia machista. Claramente inspirada en «Por trece razones» (13 reasons why), «Ni una más» sigue un formato similar al revelar un misterio en torno a una joven que toma una decisión radical debido a experiencias traumáticas. Hasta el final, no está claro quién es el hombre que abusó de ella, y en ese sentido la serie parece más atrapada en la intriga y en el efecto que busca lograr en el espectador que en la potencia de lo que cuenta.
Es una serie que, por encima de la historia particular de Alma, quiere generar conciencia, hacer que se hable del tema. Pero en ese sentido, abarca muchos, quizás demasiados temas, todos complejos: el abuso, el suicidio, las relaciones tóxicas, la salud mental, el consumo de drogas, de alcohol, la violencia machista, las relaciones familiares, el encubrimiento institucional. Los temas se distribuyen entre las tres protagonistas principales, más una amiga que había sido dejado de lado y que termina siendo crucial, a la hora develar el misterio de quién fue el agresor.
La serie, aunque noble en sus intenciones y muy bien actuada, expone las muchas caras de las violencias sexuales a las que puede verse expuesta una adolescente, pero no deja de ser uno de esos productos de comida rápida, predigeridos, que ofrece el streaming en su menú, con algunas resoluciones que la vuelven más panfletaria que contundente.
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