Alejandro Wall presenta «Revolución Scaloni» en la Feria del Libro de Neuquén

En este brillante trabajo periodístico y narrativo, Alejandro Wall se sumerge en la vida de Lionel Scaloni para entender la cabeza futbolística de un DT que nadie vio venir.

¿Y si Lionel Scaloni lo supo desde un principio? Quizás lo supo y supo cómo hacerlo posible. Y nosotros, todos, esperábamos otra cosa. O a otro para que haga otra cosa. Y por esperar a que sea otro el que haga esa otra cosa no vimos que se trataba de él. Que siempre se trató de él.


Si lo supo o no desde un principio, no lo sabemos. Pero la duda aparece cuando leemos “Revolución Scaloni. Un viaje por la formación del entrenador campeón del mundo” (Planeta), un libro imprescindible que su autor, el periodista Alejandro Wall, presentará este domingo, a las 16, en el Auditorio Marcelo Berbel, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Neuquén. Iba a ser este sábado pero la cancelación de los vuelos desde Buenos Aires obligaron a su postergación


Periodista especializado en deportes, desde hace más de veinte años Wall publica crónicas sobre los vínculos del deporte con la política y la sociedad en diarios y revistas de la Argentina y el exterior.
Cubrió los Mundiales Brasil 2014, Rusia 2018 y Qatar 2022. Es autor de los libros ¡Academia, carajo! (2011), El último Maradona (2014, junto a Andrés Burgo), Corbatta, el wing (2016), Ahora que somos felices (2019), La Tercera y Los Héroes (2023, junto a Gastón Edul).

Actualmente, escribe en el diario Tiempo Argentino y participa de los programas de radio Pasaron cosas y Era por abajo. También trabaja en la señal de televisión Fox Sports. En “Revolución Scaloni”, Wall recorre aspectos desconocidos de una vida de por sí poco conocida de un entrenador que no vimos venir, al menos no como entrenador del Seleccionado argentino.


¿Cuáles fueron los aspectos de su biografía, incluso de aquella lejana infancia en Pujato, que revelaron, aveces de manera solapada, que allí, en ese futbolista extrovertido que sabía hacer la banda derecha habitaba un entrenador en potencia? Alejandro Wall los rastrea y los cuenta con un estilo ameno y a la vez riguroso, que denotan un trabajo por demás exhaustivo, detrás de la figura de un tipo que, ahora lo sabemos, fue mucho más importante de lo que creímos. Y cuando digo que ahora lo sabemos no me refirero a que porque ahora el tipo es campeón del muno, sino ahora que leímos “Revolución Scaloni”.


Puede que haya sido de casualidad que Scaloni llegó a ser a fines de 2018 el entrenador del seleccionado, pero no es nada casual que Scaloni sea el entrenador que es, y eso también lo revela el trabajo de Wall en “Revolución Scaloni”.


Retirado en 2015 cuando era jugador de Atalanta (lo recordábamos), en 2017 comenzó su carrera como entrenador, junto a Pablo Aimar, dirigiendo las juveniles de AFA. Un año después fue testigo, como parte del cuerpo técnico de Jorge Sampaoli, del descalabro argentino en Rusia 2018.


Pero, Scaloni hizo algo que muchos criticaron: se quedó. Porque, según dictan los códigos del fútbol, si se va el DT, se van también sus colaboradores. YScaloni, que era colaborador de Sampaoli, se quedó. Sin saberlo, daba su primer paso.


Scaloni fue testigo directo de aquel descalabro ruso y tuvo muy en claro qué había que hacer para reconstruir no ya un equipo , sino el seleccionado como institución. Una institución que vivía tal descalabro desde los años previos a César Luis Menotti, hace más de cincuenta años. En este sentido, el libro está habitado por dos palabras muy particulares: desintoxicación y ecología. Scaloni sabía que era imprescindible desintoxicar el seleccionado. Y para ello era necesario ser un líder ecológico. Así, podría pensarse que Lionel Scaloni es al fútbol lo que Coldplay es al rock. Dos liderazgos de época.


Otros aspecto que sobresale de Scaloni en este brillante trabajo de Wall es el plan del joven entrenador para preparar a un plantel tan joven e inexperto como él para convivir con Lio Messi. Porque, si bien no había renunciado como en 2026, La Pulga había tomado distancia del Seleccionado luego de Rusia 2018 y esperaba señales para volver.


En este contexto, “Revolución Scaloni” también es la historia de varios jugadores en el Seleccionado, por caso Rodrigo De Paul y Leandro Paredes, los dos que se animaron que una noche se animaron a golpearle la puerta al ídolo que estaba de regreso para invitarlo a tomar unos mates y jugarse unos trucos.


En un diálogo con Diario RÍO NEGRO, Alejandro Wall habló del libro y de qué significó recorrer la vida de Scaloni para entender cómo fue que aquel joven entrenador devino en un uno de los más respetados y admirados entrenadores de la actualidad. Y todo en apenas tres cuatro, los que pasaron desde el comienzo de su interinato a fines de 2018 hasta la consagración en Qatar 2022.

P: ¿Cuándo viste que tenías que contar esto en un libro?
R:
La verdad es que el personaje Scaloni y lo que es él como entrenador es algo que para mí empezó a ser como una especie de objeto de estudios, si se quiere, o de pensamiento, antes de Qatar. Yo había estado en Pujato y era algo que me interesaba mucho, porque él había llegado como desde la nada, más allá de lo que conocíamos de él como futbolista, pero no lo teníamos con experiencia como entrenador y de pronto reconstruye la selección argentina, comanda una reconstrucción que por supuesto deviene en un título de América y después va a ser campeón del mundo.
Después, yo cuento en el libro acerca de esto, de que en algún momento le preguntan a Scaloni si él es consciente de que está en la mesa de Menotti y de Bilardo, y nos cuesta un poco ver la perspectiva, la dimensión que tiene él como entrenador, pero la verdad es que creo que la pregunta es cómo lo veremos con el tiempo o cómo se lo terminará viendo como el tiempo.
Y lo que sucedió también fue que habíamos publicado “La tercera” con Gastón Edul, estábamos pensando también en otros focos y ahí surgió lo de Scaloni. Y me encantó poder reconstruir un poco su historia y tratar de pensar qué tenía ese entrenador en la cabeza y qué información se había metido en la cabeza para hacer el que es.

P: ¿Cómo fue para vos trabajar un personaje a la que no se le venía siguiendo la vida?
R:
Yo creo que ese aspecto de que no era el jugador al que le poníamos las luces antes de que llegara la selección argentina, de hecho, su carrera es una carrera mucho más modesta que la de sus colaboradores, que la de Aimar, que la de Samuel, que la de Ayala, lo hacía más novedoso y atractivo para poder contar, porque de alguna manera hoy la figura de Scaloni es una figura de una dimensión extraordinaria, en términos de conocimiento, de la admiración que genera, de todo lo que se han construido a su alrededor, de la forma de escucharlo.
Cuando vos te vas hacia atrás, todo lo que pasó en su carrera es bastante novedoso de contar porque no se le prestaba demasiada atención, o lo que hizo en La Coruña, su paso por Italia o incluso el rol que tenía en la selección argentina y el lugar que le dio Pekerman. Mirás a la distancia, Pekerman, en ese Mundial de Alemania 2006, no convoca al Pupi Zanetti y lo tiene al propio Scaloni, en esa posición, más allá de que Scaloni no haya sido titular en el equipo.
Entonces esto lo hizo muy novedoso, y a mí, en ese aspecto, para poder hacer un libro, para poder encargarlo, vos necesitas también, de alguna manera, interesarte, meterte y sorprenderte también con lo que encontrás, y fue un poco lo que me iba pasando, sobre todo en el tramo de reconstrucción de su paso por La Coruña, porque ahí empiezo a descubrir, de alguna manera, su costado de entrenador, ahí empiezo a saber que él tenía muy claro que quería ser entrenador, y después algo que te decía recién, es que, respecto del peso que tiene su palabra, hoy a él se lo escucha muchísi mo, por fuera, y más allá de los futboleros, que pueden seguir sus conferencias de prensa y demás.
Pero en las primeras conferencias de prensa de Scaloni, en las que él daba como entrenador, casi no tenían repercusión y casi nadie lo escuchaba. Y Para mí volver a escucharlo y volver a revisar y a repasar cada una de esas conferencias, fue bastante reveladora de lo que él quería, y del camino que él quiso hacer en la selección argentina.

P: Cuando tomaste la decisión de hacer el libro, y por esto que hablamos, ¿cuál fue la punta del ovillo para empezar?
R:
Fue como muchas veces nos sucede en los laburos periodísticos, pensás que el camino es por un lado y el final termina siendo por otro. En este caso, me acuerdo de que donde más puse el foco fue en Italia porque Scaloni había dicho que fue en el fútbol italiano donde había descubierto que le gustaba ser entrenador y él descubre, de alguna manera, la obsesión táctica por Italia. Entonces me puse a revisar quiénes habían sido sus entrenadores, por entonces, en el paso por Italia y empecé a buscar por ahí, por ese lugar. Él, además, dice que su referente, lo dice hace mucho, lo repitió hace unos días, es Carlo Ancelotti, y también me puse a leer la bibliografía de Ancelotti, que había algunos libros incluso de su autoría. Entonces fui por ese lado, y de pronto me encontré con algunas otras cuestiones, por ejemplo, todo lo que es la figura de su padre. Cuando yo había estado en Pujato me habían hablado mucho de su padre, fue interesante; y después el paso por la Coruña, entonces empecé a tirar como de una punta, que tenía que ver con Italia, pero después fui dándome cuenta que había otros lugares en donde había mucho para desarrollar y para contar.

P: El libro es muy revelador sobre su relación con el Seleccionado. Por ejemplo, la cuestión de irse al West Ham durante seis meses para poder jugar un Mundial.
R:
Sí, yo creo que también ahí hay como una serie de respuestas, o yo también encuentro una serie de respuestas a determinados momentos. Primero, que Scaloni mostró una capacidad de flexibilidad ante sus propias ideas futbolísticas, que son una parte de lo exitoso que fue hasta acá su gestión al frente de la selección argentina, ¿no? Haber sabido escuchar a los futbolistas, haber sabido escuchar la música que esos futbolistas podían tocar para poder modificar la idea con la que él llegó, es una de ellas.
Creo que el vínculo del sentido de pertenencia con la selección argentina también explica por qué tanto él como Aimar como Samuel en ese septiembre de 2018 agarran la selección. Scaloni nació sin scalonistas, pero con detractores. O sea, había gente dispuesta a pegarle, pero nadie dispuesto a defenderlo.


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