Adiós a Edgardo Cozarinsky, el escritor y cineasta irrepetible
Edgardo Cozarinsky, uno de los escritores argentinos más destacados, que también fue director de cine y guionista, falleció a los 85. Fue velado ayer en la Biblioteca Nacional.
Edgardo Cozarinsky, escritor, cineasta, dramaturgo y actor, ganador del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez y profesor honorario de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, murió el domingo a los 85 años en Buenos Aires, la ciudad adonde regresó después de haber vivido en París entre 1974 y 1989.
Nacido en Buenos Aires en 1939, el intelectual fue autor de 27 obras literarias, entre las que se destacan «La novia de Odessa», «Lejos de dónde», y «En el último trago nos vamos», por el que ganó el Premio Hispanoamericano de Cuento de la Fundación García Márquez en 2018.
Fue parte del grupo intelectual de la emblemática revista Sur, donde colaboró junto a Silvina Ocampo, Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges. Pero también en su faceta de cineasta, Cozarinsky fue fructífero, ya que dirigió 23 películas y fue guionista de otras 19 piezas cinematográficas.
Su carrera cinematográfico, lo llevó a filmar principalmente en Francia, pero también en Budapest, Tallin, Róterdam, Tánger, Viena, Granada, San Petersburgo, Sevilla y la Patagonia argentina, siendo sus obras parte de los más prestigiosos festivales como Cannes, Rotterdam, San Sebastián, Venecia, Cinéma du Réel y la Berlinale.
El escritor y cineasta, que nació en Buenos Aires el 13 de enero de 1939, era descendiente de inmigrantes judíos ucranianos que llegaron a la Argentina desde Kiev y Odessa a fines del siglo XIX. Su adolescencia transcurrió a dos bandas: en los cines de barrio, donde veía programas dobles de viejos films de Hollywood; y entre libros que leía en español, inglés y francés de autores como Henry James, Joseph Conrad y Robert Louis Stevenson.
Se exilió en París en 1974, donde incursionó en el cine y la televisión cultural europea, destacándose como uno de los creadores del “ensayo documental” sobre Ernst Jünger y Paul Bowles a Stefan Zweig y Jean Cocteau, entre otros. Realizó allí obras notables como “La guerra de un solo hombre”, sobre las memorias del oficial alemán Ernst Junger durante la Ocupación nazi en Paris (Jünger abjuraría del nacionalsocialismo aún antes de que finalizara la guerra); “Boulevards du crépuscule”, sobre la vida de dos artistas franceses en Argentina (la Falconetti y Le Vigan), “La Barraca. Lorca por los caminos de España”, “Le cinema des Cahiers”, retratos de Jean Cocteau y Henri Langlois, un hermoso capítulo sobre “Candilejas” en la serie “Chaplin Today”.
En 2015, la Universidad Nacional de Tres de Febrero lo distinguió con el título de profesor honorario y también el premio a la Trayectoria Literaria del Fondo Nacional de las Artes, y a la Trayectoria Cinematográfica del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
En 2023, en el Malba, se pudo disfrutar d esu película «Dueto», filmada con su amigo Rafael Ferro, donde ponen en escena su propia amistad con una nobleza, una sensibilidad y una honradez poco frecuentes. Amigos entrañables, como ellos mismos evocan, desde que Ferro protagonizó para Cozarinsky «Ronda nocturna», ambos se entregan a un diálogo libre sobre la relación que los une, pero que sin embargo tiene en los viajes y en la literatura –en el hecho de escribir pero también de leer- un fuerte punto de anclaje.
La despedida a un apasionado
El escritor Pedro Mairal despidió a Cozarinsky desde X: “Era escritor, cineasta, dramaturgo, actor, milonguero, un tipo inteligente, amable y talentoso”.
La periodista cultural y autora Hinde Pomeraniec sostuvo que fue “uno de los grandes artistas argentinos”: “En un mundo de estridencias, lo más bello e interesante de la vida emergía en una charla con él, champancito de por medio. Salud, querido Edgardo. Tu obra me acompaña desde temprano y lo seguirá haciendo siempre”.
Desde España, el ensayista y escritor Jorge Carrión sumó: “No me puedo creer que se haya ido para siempre Edgardo Cozarinsky: el vienes recibí un email suyo. Nos deja sus libros, sus películas, sus tantos brindis con una copa de Chandon. Adiós, amigo y maestro”.
Martín Bauer, director de escena, músico, compositor y gestor cultural, escribió: “Hay un mandato un poco imperioso que nos dice que aceptemos las pérdidas. Un trabajo de una exigencia demencial.Estuve cerca de Edgardo Cozarinsky los últimos 20 años. Cuando salió su libro Lejos de dónde, le conté una anécdota que contaba Morton Feldman, que él no conocía, y que refería a dos amigos que escapando del nazismo en la década del 30 viajaron uno a Inglaterra, y el otro a la Argentina. Un día, aquel que vivía en Buenos AIress recibe una postal desde Londres que dice “… qué lástima que estés tan lejos.. “ y él desde acá le responde también con una postal “¿lejos de dónde?”. Edgardo querido, siempre cerca de tantos amigos, de tanta gente. Hasta siempre”.
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