50 años de «It’s Only Rock ‘n’ Roll», el último gran disco de Los Rolling Stones

El 18 de octubre de 1974, se editaba el disco de estudio número doce de Los Rolling Stones en el Reino Unido. Marcó el final del mejor ciclo de la banda que incluyó al guitarrista Mick Taylor, quien a fines de ese año dejó la banda. Lo reemplazó Ron Wood.

Los Stones del 74. Jagger, Watts, Richrads, Wyman y Taylor.

¿Fue It’s Only Rock ‘n’ Roll (but I Like it) el último gran disco de Los Rolling Stones? Podría decirse que sí. ¿Fue entonces 1974 el último gran año de Los Rolling Stones? No necesariamente. Que 1974 haya sido el año del último gran disco de la banda (si es que acaso lo fue, al fin y al cabo se trata de gustos) no significa que haya sido siquiera un gran año. Porque como todo en la vida de Los Rolling Stones, lo bueno y lo malo son conceptos relativos.


It’s Only Rock ‘n’ Roll fue editado exactamente hace cincuenta años (¡vaya cifra!): el 18 de octubre de 1974, no mucho más de un año después del ecléctico Goats Head Soup (¡vaya nombre!). Producido por The Glimmer Twins, que no eran otros que Jagger & Richards, fue el cierre de aquello que había comenzado en la estación de Dartford, en un por entonces no tan lejano (¿o sí?) 1962.

Es que mucho había pasado en la vida de Los Rolling Stones y ni siquiera estaba dicha la última palabra. Para 1974, la banda ya había escrito, compuesto, grabado y editado su mejor música. Sin embargo, lo mejor estaba por aún por suceder.

Es cierto que Brian Jones fue brillante y fue más que eso: fue su fundador. Pero fue un fundamentalista de un sonido, el blues, y eso fue in límite que Los Rolling Stones no se podían (auto)imponer. Brian Jones era, además ingobernable. Apareció muerto el 3 de julio de 1969. Dos días después, acaso en su honor, la banda que él había creado se presentaba ante una multitud en el Hyde Park con un pibe de 20 años en su lugar: Mick Taylor. ¿El mejor “otro guitarrista” de Los Rolling Stones? Es muy probable.

Los años de Taylor en Los Rolling Stones coincidieron con los peores años de adicción de Keith Richards. Taylor fue fundamental en la música de los primeros años 70, no casualmente los años de los dos mejores discos de la banda Sticky Fingers (1971) y Exile on Main St. (1972).

Con Jones y con Taylor, pero sobre todo con Taylor, la banda sentó las bases del canon stone con la insuperable tretralogía Beggars Banquet (1968), Let it Bleed (1969) y los mencionados Sticky Fingers y Exile on Main St.; y se consolidó como la mejor banda del mundo de ese momento con Goats Head Soup (1973) y It´s Only Rock ‘n’ Roll (1974). Todo eso habían hecho en apenas seis años y ni siquiera habían dado con su merjor versión.

Solo cinco años permaneció Mick Taylor en Los Stones, pero fueron suficientes para ser el mejor “otro guitarrista”. Taylor, que llegó a la banda recomendado por el influyente John Mayall, fue quien mejor interpretó el sonido de Los Rolling Stones desde la guitarra. Pero de lo que se trataba era de entender el universo de Los Rolling Stones que incluye, entre otras cosas, tocar bien la guitarra.

Mick Taylor, entre Keith Richards y Bill Wyman. El guitarrista no duraría mucho, apenas cinco años entre 1969 y 1974.

Para mediados de los ‘70 era obvio que lo que la banda necesitaba no eran ni Jones ni Taylors, era dar con el mejor socio para Keith Richards. Y no iba a ser otro que el icónico Ron Wood. Porque todo bien con lo bueno que era Brian Jones y su condición indiscutida de miembro fundador; todo bien con todo lo bueno que fue Mick Taylor y su guitarra imprescindible en los mejores discos de Los Rolling Stones. Todo bien con ambos, pero Los Rolling Stones es con Ron Wood.


El crítico de música Robert Palmer del New York Times escribió, apenas Taylor se fue de Los Rolling Stones, dos meses después de la salida de It’s Only Rock ‘n’ Roll: “Taylor es el técnico más consumado que jamás sirvió como stone. Un guitarrista de blues con un estilo de jazzman para la invención melódica, Taylor nunca fue un rockero ni un showman”. Ronnie Wood, sí. Y era lo que Los Rolling Stones necesitaban entonces. O, lo que es lo mismo: la mejor música de Los Rolling Stones no necesitó de Ron Wood, pero necesitó de Ron Wood para seguir siendo Los Rolling Stones.

It’s Only Rock ‘n’ Roll fue sin Wood, pero el disco, porque el tema homónimo sí fue con él. Tanto, que se supone fue su inspiración el punto de partida del tema que resume la esencia stone. Si necesitaban (ellos, los Stones) una prueba acerca de quién debía ser el reemplazante del disconforme Taylor, pues ahí la tenía. Por si acaso, tomaron audiciones, entre ellos a… Peter Frampton y Jeff Beck. ¿Se los imaginan siendo stones? Yo tampoco.


En un principio, el sucesor de Goatrs Head Soup iba a ser un disco que combinaría música en vivo registrada de las dos giras que habían llevado a cabo durante 1973 con una selección de covers. Pero esa idea fue quedando de lado a medida que comenzaron a trabajar en algunos riffs de Richards y ciertas ideas de Jagger: había mucha y muy buena música nueva por crear.

Los covers registrados incluyen tomas de las canciones “Drift Away”, de Dobie Gray, “Shame, Shame, Shame”, de Shirley & Company, y “Ain’t Too Proud to Beg, de The Temptations. Esta última fue la única grabación incluida en el álbum.

El álbum comenzó a grabarse tras la gira European Tour de 1973. La producción comenzó en noviembre en los estudios Musicland de Múnich, Alemania. Todo un contraste respecto de la cálida y por demás distendida Jamaica, el lugar elegido para grabar Goats Head Soup.


It’s Only Rock ‘n’ Roll fue el último disco de Los Rolling Stones antes de afrontar los desafíos que le impusieron los sucesivos cambios de época. Hasta ahora siempre se había tratado de una batalla de bandas dentro del condado del rock and roll: psicodélico, progresivo, glamoroso, folk o country, pero rock and roll al fin.


A partir de mediados de los ‘70, las bandas de rock clásico debieron afrontar los desafíos estéticos y comerciales que significaron la música disco, la electrónica, el incipiente hip hop, el reggae, el punk, el pop y toda la gama de sonidos salidos de los sintes.


No por nada el disco se llamó It’s Only Rock ‘n’ Roll: es solo rock and roll y por su fuera necesario aclaraban que les gustaba que así fuera. Aunque es cierto que el disco incluye ciertos momentos de reggae, otros tantos de funk y algo de soul, pero lo que fluye en sus canciones es rock, blues y ese country eléctrico tanto propio de los Stones.

Las canciones de It’s Only Rock ‘n’ Roll

“If You Can´t Rock Me” abre el disco con Richards y Taylor combinando guitarras a la perfección sobre una base sólida de Bajo y batería. Una gran comienzo stone para el último gran disco stone. El clavinet de Billy Preston le da un tono especial a la canción. Si el disco iba a llamarse así, pues aquí había una muestra sobre de qué hablaban cuando hablan del rock ‘n’ que les gustaba.

“Ain’t Too Proud to Beg” es el único cover que sobrevivió a la idea original del disco. En el video, la banda luce inequívocamente glamorosa, mientras que Jagger le regala a la patria stone uno de sus tantos looks .


“It’s Only Rock ‘N’ Roll (But I Like It)” aparece tercero en el disco y son los Stones en un modo de los tantos que adoptará patria stone. La historia del hitazo fue más o menos así: en 1973, Ron Wood grababa su primer álbum en el estudio de su casa, en el suroeste de Londres. Muchos músicos, entre ellos George Harrison y Rod Stewart, participaron en las sesiones. Una de esas noches, Mick Jagger cantaba como cantante principal, David Bowie hacía coros, el músico de sesión Willie Weeks tocaba el bajo y Kenney Jones, de The Faces, la banda de Wood y Stewart, tocaba la batería. Keith Richards tomó la pista básica y añadió partes de guitarra. De ahí que Ronnie haya sido la inspiración para este himno stone y por qué no, el primer gran paso hacia la banda.

La segunda parte de la grabación ocurrió en mayo de 1974, con la incorporación del resto de los músicos, incluidos Mick Taylor e Ian Stewart, quien fuera parte de la primera formación de Los Rolling Stones, a comienzos de los 60, y que siempre se mantuvo cerca de la banda como el excelente pianista que siempre fue.

No menos icónico que el tema fue su videoclip. Dirigido por Michael Lindsay-Hogg (sí, el mismo del célebre documental Let It Bed, de Los Beatles, recientemente estrenado) ​ muestra a la banda vestida con trajes de marinero tocando en una carpa que se va llenado de espuma.

Este vídeo fue la última aparición de Mick Taylor como miembro de la banda, siendo reemplazado posteriormente por Ron Wood, que aunque no aparece en el vídeo, grabó la guitarra acústica de la canción junto a Keith Richards en la guitarra eléctrica.

La espuma era detergente y, según cuenta Richards en su Vida, su libro autobiográfico, la idea de los trajes de marinero surgió a último momento porque ninguno de los músicos quería arruinar su ropa.
“Till the Next Goodbye” es la clásica balada stone con aires de country y rock sureño. En esta ocasión, Mick Taylor aporta una preciosa guitarra slide, mientras que el piano estuvo en manos del infalible Nicky Hopkins, la guitarra slide de Mick Taylor. Richrads en acústica y coros, le dieron un aire melancólico propio del modo stone de hacer baladas.

«Time Waits For No One” es, sin dudas, el mejor del disco. No sabemos si Taylor sabía que se iría pronto, pero, por si acaso, dejó una de sus mejores tocadas, un al mejor estilo Carlos Santana.
“Luxury” abre el lado B y si el tema que da nombre al disco es toda una declaración de principios, esta no lo es menos. Qué otra cosa es el rock & roll sino lujo por el lujo mismo.


“Dance Little Sister” es lo más cercano a un tema bailable antes de Some Girls. la clave obviamente está en la base rítmica, acompañadas por el filo de la guitarra de Keith R.

“If You Really Want To Be My Friend” propone un tipo de balada diferente a “Till the Next Goodbye”, menos country y más conectada con las baladas stone de los siguientes… cuarenta años.
“Short and Curlies” es de esos blues rockeros que tanto le gustan cantar a Mick Jagger, donde su voz se ennegrece sobremanera.

“Fingerprint File” cierra el disco. Temazo. Mick Taylor la rompe en el bajo, Bill Wyman la rompe en el sintetizador, Hopkins y Preston la rompen en el clavinet y piano eléctrico, respectivamente y Jagger la rompe haciendo lo que mejor hace, pero hace mucho más y lo sabrá muchos años después: en esta canción está el modo en que el rock argentino interpretó la música de Los Rolling Stones: de “Fingerprint File” nacieron Viejas Locas, La 25, Los Piojos y el resto de la patria stone.


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