40 años de «Purple Rain»: Prince le demuestra al mundo cuán grande es

El 25 de junio de 1984, editaba su cuarto disco de estudio, una obra extraordinaria que le dio la real dimensión a su genio. El álbum, que funcionó como banda de sonido de la película homónima, lo consagró de una vez para siempre como un artista absoluto.

“Esta noche vamos a hacer historia”. Prince supo todo lo iba a suceder, siempre. Y lo supo antes que ninguno pudiera siquiera imaginarlo. Ese pequeño gran genio de Minneapolis estuvo siempre unos cuantos pensamientos más adelante que el resto, quienquiera que sea que lo rodeara, lo viera o lo escuchara. Y Prince siempre llevó esos pensamientos adelantados a la acción. O, lo que es lo mismo, a sus discos. Porque, como dijo en un momento de la noche de los Grammy 2015, “los discos siguen siendo importantes”.


Pero fue otra la noche en que supo que haría historia. Y fue otro el lugar. Fue la húmeda noche de verano del 3 de agosto de 1983 en el First Avenue, un club nocturno de su ciudad que solía utilizar como laboratorio para su música. Allí, ante unas mil quinientas personas, Prince y su banda The Revolution tocaron por primera vez “Purple Rain”, la canción que lo convertiría en la estrella que siempre supo que era. Y lo fue hasta el último momento de su vida. No pudo ser casualidad que la última canción que tocó en vivo, el 14 de abril de 2016, haya sido “Purple Rain”. El 21 de abril fue encontrado muerto en su casa de Paisley Park, en Minneapolis, la ciudad que nunca abandonó. Tenía apenas 57 años.


En 1983, Prince, de 24 años, ya era una figura destacada del mundo de la música, pero no era todo lo grande que él pretendía. O, la menos, no lo era para la industria de la música, dominada entonces por Michael Jackson. Prince se sabía más grande que todos, pero necesitaba algo que lo demostrara, que le dijera al mundo de lo que él era capaz y que solo desplegaba en febriles sesiones de estudio. Y eso sería Purple Rain, el trabajo definitivo, que no necesariamente significa que haya sido el mejor.


De hecho, Purple Rain se ubica entre “1999” (1982) y “Sign ‘o the Times” (1986). Ambos discos son mejores que Purple Rain, pero ocurre que Purple Rain es otra cosa, más trascendente si se quiere.
Para entonces, Prince había hecho 15 discos en siete años: siete de ellos bajo su propio nombre y el resto con bandas de su factoría, The Time, Sheila E., Vanity 6, Apollonia 6 y The Family. Era evidente que le sobraba música.

Purple Rain mostró lo que Prince era realmente: un extraordinario guitarrista.


Sin embargo, le faltaba ser la estrella absoluta que sabía que era. Para ello necesitaba expandir su público, ser masivo y tan expansivo como lo era su música y para ello necesitaba el producto adecuado. Ese producto fue Purple Rain. Fue la consagración de su música de rithym and blues y funk de los primeros trabajos con la aparición de sintetizadores, guitarras, teclados y cajas de ritmos. Es Prince haciendo rock como nunca antes lo había hecho.


Y fue, definitivamente, la consagración de Prince como lo que siempre fue: un extraordinario guitarrista. Purple Rain es un disco de solos de guitarras como ningún otro lo había sido. Michael Jackson necesitó de Eddie Van Halen para “Beat It”, Prince en cambio no necesitó de ningún Eddie Van Halen para Purple Rain: él mismo fue su propio Van Halen.


La noche del 3 de agosto de 1983, en el First Avenue, Prince tocó Purple Rain con una guitarra de 200 dólares, una Hohner MADCAT, copia dela Fender Telecaster y fue suficiente para hacer cosas increibles aquella noche.


Prince ya tenía todo en mente, había decidido grabar aquel show porque, aunque nadie lo supiera, iba a estar conformado por las canciones de su próximo disco. Afuera del local, casi de incógnito, había una camioneta con un equipo de grabación en su interior de los estudios Record Plant.
Purple Rain salió perfecta y fue, con unos pocos retoques, directo al disco. Una de las claves del éxito de aquella interpretación fue la guitarrista Wendy Melvoin, que aquella noche debutaba en The Revolution, la banda de Prince.

Guitarras para la revolución. Prince, junto a una joven Wendy Melvoin, clave en el sonido de The Revolution.


“Cuando Wendy Melvoin se unió para tocar la guitarra, marcó una gran diferencia. Yo estaba feliz porque era mi novia, y Prince estaba muy emocionado: era como una nueva gatita para él, por la forma en que la trataba. Se podía sentir un nuevo comienzo”, recordaría muchos años después Lisa Coleman, tecladista de Prince desde 1979 y una de las piezas clave en su música de la primera mitad de los 80. “Creo que nos eligió a cada uno de nosotros por razones muy sencillas, no porque fuéramos virtuosos, aunque éramos muy buenos. Había otra cualidad que necesitaba tener a su alrededor: una mezcla de lealtad, un espíritu de hambre joven y una cualidad musical que él no tenía. Cada uno de nosotros tenía algo que él no tenía, aunque él lo tenía todo”.


The Revolution fue la otra clave del éxito de Purple Rain: por primera vez Prince abría el juego. De hecho, la letra de Purple Rain surgió a último momento y fue un trabajo colaborativo. Prince tenía la música desde hacía mucho tiempo, per necesitaba que alguien le escribiera la letra y en quien primero pensó para ello fue en Stevie Nicks, de Fleetwood Mac, pero simplemente no pudo. Stevie Nicks, que aún conserva el demo con la grabación acústica de Purple Rain que Prince le entregó para que le escribiera la letra, dijo: “No sabría por dónde empezar. Fue tan abrumador, esa canción de 10 minutos … la escuché y me asusté (…) Le devolví la llamada y le dije: ‘No puedo hacerlo. Ojalá pudiera. Es demasiado para mí”.


“Aún conservo el demo en cassette, con el tema instrumental y una partecita de Prince cantando ‘Can’t get over that feeling’ o algo así’”, recordó años más tarde en una entrevista para la revista Mojo. En aquella cinta Prince cantaba algo como para la rellenar mientras aparecía la letra definitiva. Al final, la letra se escribió durante un día de ensayo entre Prince y toda la banda.


Editado el 25 de junio de 1984, Purple Rain se grabó de un modo particular, durante la segunda mitad de 1983 y comienzos de 1984. Prince escribió todas las canciones del álbum y algunas de ellas fueron modificadas por miembros de The Revolution. Canciones como “I Would Die 4 U”, “Baby I’m a Star” y la propia “Purple Rain fueron grabadas durante el concierto en el club First Avenue y modificadas y re-editadas posteriormente. Así, por primera vez, Prince incluía material grabado en vivo en un disco de estudio.​


Los dos primero singles del disco fueron “When Doves Cry”, sin líneas de bajo, y “Let’s Go Crazy”, mezcla furiosa de guitarras metálicas, riffs stones y un ritmo de funk duro. La canción principal, que da nombre al disco, es una balada majestuosa llena de brillantes adornos de guitarra.


Pero esto no podía ser todo. Aunque losa discos era lo más importante, Prince tenía en mente otra cosa: una película de la que Purple Rain sería su banda de sonido. Estrenada el 27 de julio de 1984, el filme fue un éxito de taquilla absoluto: recaudó 68 millones y había costado apenas siete. Pero a Prince le importaba otra cosa: hacer un producto que contuviera su genio. Y lo logró.


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