Municipios de Río Negro en rojo: a quién le pegó más fuerte el primer año de pandemia
Los balances del 2020 muestran el nivel de estrés en las finanzas de las principales ciudades de Río Negro. Los años anteriores fueron decisivos y sólo unos pocos pudieron atenuar el impacto de la crisis sanitaria.
La pandemia por covid-19 también está afectando severamente la salud financiera de los municipios de la región. Un relevamiento realizado en seis de las ciudades más pobladas de Río Negro determinó que apenas un gobierno logró cerrar el 2020 con un mínimo superávit y que, entre el resto, los balances del año pasado están arrojando cifras preocupantes, con niveles de déficit que llegan casi a los 600 millones de pesos.
En la mayoría de los casos, el nivel de gastos creció en una proporción superior a la evolución de los ingresos. Por eso, en el resultado financiero anual fue determinante la solidez preexistente de las cuentas públicas.
De esa manera, quienes llegaron con los números más ordenados tuvieron “espalda” para soportar al menos el primer año de crisis sanitaria y aquellos que arrastraban problemas se enfrentaron a dos caminos: intensificar el rojo fiscal o realizar un fuerte ajuste en partidas no prioritarias, para compensar las erogaciones imprevistas.
Luego de que entre marzo y abril se cerraran los balances en la mayoría de las comunas, RÍO NEGRO analizó la información oficial de Bariloche, Roca, Cipolletti, Viedma, Allen y Choele Choel, donde se concentran dos tercios de la población de la provincia.
El único municipio que terminó el 2020 con cifras positivas fue Roca, aunque ese dato no es sinónimo de tranquilidad. La gestión de María Emilia Soria cerró el año pasado con un superávit de unos 27 millones, sobre un acumulado de ingresos que superó los 1.889 millones.
Es decir que la administración del Frente de Todos utilizó en el último ejercicio el 98,5% de los fondos que llegaron por distintas vías para cumplir con todas las demandas de gastos presupuestarios. El escenario fue bien diferente al cierre del 2019, donde se ejecutó el 90% de los recursos y el Balance cerró con un superávit de 143 millones.
Tal vez el extremo más preocupante de las finanzas municipales aparece en Bariloche. En el 2020 los gastos totales fueron de unos 3.676 millones de pesos, superando en 585 millones a los ingresos.
Ese desfasaje del 18,9% sobre los recursos que ingresaron el año pasado al Centro Cívico fue muy superior al registrado en el 2019, donde también se gastó más de lo percibido, pero en un nivel del 5,5%.
En medio de los casos de Roca y de Bariloche, el panorama encuentra al resto de los balances municipales del 2020 con déficit, pero con realidades diferentes.
En Allen se produjo una fuerte alteración del estado financiero, pasando de un superávit de 59,5 millones en el 2019 -sobre 511 millones de ingresos- a un rojo de 107 millones el año pasado.
Dentro de ese marco, los gastos corrientes y la masa salarial dieron los saltos más importantes en el 2020, para un municipio que días atrás volvió a sentir la presión de los gremios para incrementar los salarios y acordó aumentos anuales que rondarán el 40%.
En Cipolletti, los datos aportados por el área de Hacienda indican que el primer año de pandemia cerró con un déficit de 128 millones, luego de un gasto devengado superior a los 1.990 millones.
El 2019 había concluido con un delicado equilibro, resumido en un superávit de 13 millones. Ante la consulta de este diario, desde el gobierno de Juntos Somos Río Negro destacaron que el resultado financiero se explica centralmente en los efectos económicos de la crisis sanitaria, porque se incrementó en forma notable la demanda de recursos para el área social y al mismo tiempo, los ingresos propios y por coparticipación evolucionaron por debajo de los indicadores inflacionarios.
Similar al caso de Bariloche, en Viedma también hubo balances deficitarios en 2019 y 2020, aunque con menores diferencias entre un año y otro. El año pasado el resultado negativo fue de 85 millones, sobre un total de ingresos de 1.356 millones. El ejercicio anterior había cerrado con un rojo de 33 millones.
Finalmente, Choele Choel es otra de las comunas rionegrinas con resultado negativo en los dos últimos períodos, pero en este caso se observó una reducción del 78% en el déficit operativo del municipio durante el año pasado.
Los gastos totales de la gestión local crecieron entre un año y otro sólo 26 millones, es decir un 8% con respecto a las cifras del 2019; muy lejos de los niveles de inflación mostrando así un importante ajuste en términos reales.
De esa manera se atenuó el impacto de la crisis, que, igual que en el resto de la provincia hizo crecer los gastos corrientes, llevándolos de 257 millones a 317 millones el año pasado.
Cuánto ingresó y salió cada año
Bariloche
Ingresos totales: 2019: $ 2.743.725.000 / 2020: $ 3.091.941.000
Gastos totales: 2019: $ 2.896.056.000 / 2020: $ 3.676.768.000
Roca
Ingresos totales: 2019: $ 1.483.727.573,13 / 2020: $ 1.889.002.699,58
Gastos totales: 2019: $ 1.340.803.103,58 / 2020: $ 1.862.258.863,28
Cipolletti
Ingresos totales: 2019: $1.624.093.829,82 / 2020: $ 1.861.271.390,63
Gastos totales: 2019: $ 1.610.189.715,57 / 2020: $ 1.990.093.067,72
Viedma
Ingresos totales: 2019: $ 1.119.454.864 / 2020: $ 1.271.661.705
Gastos totales: 2019: $ 1.152.728.505 / 2020: $ 1.356.857.628
Allen
Ingresos totales: 2019: 555,7 millones / 2020: 511,8 millones
Gastos totales: 2019: 662,5 millones / 2020: 452,3 millones
Choele Choel
Ingresos totales: 2019: $ 256.140.803 / 2020: $ 308.000.330
Gastos totales: 2019: $ 300.601.262.13 / 2020: $ 326.506.087
Los recursos propios, lejos de la inflación
La caída de los recursos para coparticipar afectó a todos los municipios en igual proporción, pero los ingresos propios tuvieron un comportamiento diferente en las seis ciudades rionegrinas analizadas.
Esos fondos provienen mayoritariamente de las tasas que impone cada administración, con dos canales principales de cobro: servicios retributivos y comercio e industria.
Las cifras de este rubro son las que habitualmente se observan para analizar el nivel de confianza de los vecinos en el gobierno local, pero en el primer año de la pandemia esa idea quedó relativizada, porque no fueron pocos los que -más allá de estar conformes con las prestaciones municipales- no tuvieron recursos para cumplir con esas obligaciones.
Además, varios municipios aprobaron exenciones temporarias para contribuyentes que no pudieron trabajar durante la cuarentena, medidas que incidieron en forma directa sobre la recaudación.
En Roca la variación entre el 2019 y el 2020 fue del 18,7%, es decir que ni siquiera se alcanzó a cubrir la diferencia por inflación, que oficialmente se ubicó en el 36,1%.
En Bariloche el escenario fue mucho más complejo, porque no sólo no se cubrió la inflación, sino que se recaudó un 9% menos que el año anterior.
Algo similar ocurrió en Viedma, donde ingresaron 22 millones de pesos menos, es decir un 4,6% por debajo de la suma registrada en el 2019.
En Cipolletti las tasas municipales reportaron un 22,7% más de recursos que en el 2019, en tanto que en Allen los recursos propios se incrementaron un 26%, también lejos de la inflación anual.
Finalmente, Choele Choel reportó una evolución positiva del 5,1% en el 2020, confirmando que fueron menos los contribuyentes cumplidores, porque los valores fueron ajustados por inflación y no se lograron ingresos en igual proporción.
Bariloche restringió el acceso a datos públicos
Luego de varios pedidos de RÍO NEGRO, inclusive al intendente Gennuso, el municipio de Bariloche negó los datos sobre gastos corrientes y masa salarial de 2020 y 2019.
Se trata de información pública, que debería ser de libre acceso, como medio de traslación y morigeración del poder del Estado ante los ciudadanos.
El intendente y su equipo deberían tener en cuenta estos conceptos centrales de toda República.
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