Cuba: el lenguaje de la protesta
La isla carga con el estigma, como dijo el filósofo Slavoj Zizek, de vivir atrapada en el sueño de los otros.
Cuba se hunde en el pantano de la libertad, como una parada obligatoria en la estación del caos antes de seguir rumbo a territorio desconocido. El 11 de julio miles de manifestantes a lo largo de la isla se lanzaron a la calle y reclamaron sus derechos de un modo inédito. Nunca en la historia de la revolución cubana y su deriva la gente había volcado patrullas de Policía, insultado al presidente, roto fotografías de Fidel Castro y rodeado las sedes municipales del Partido Comunista. También saquearon las tiendas en dólares que abundan por todas partes, lunares del capitalismo de Estado que aparecieron en los últimos dos años sobre la piel maltratada del socialismo real.
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