Crisis hídrica: los caudales difícilmente se puedan recuperar en el verano
Las mermas que se observan en las distintas cuencas de la región dan cuenta de los verdaderos problemas que se avecinan para la producción, el abastecimiento y la generación.
Con los caudales de la presente temporada y la media de las últimas dos décadas, tenemos el otro de los indicadores que muestra cruda realidad, en términos hídricos, que hoy está padeciendo la región.
En los gráficos adjuntos elaborados por el área de operaciones de la AIC se observa claramente como los actuales caudales medios mensuales de la cuenca del Limay -en metros cúbicos diarios por segundo- registran niveles muy inferiores respecto de la media consolidada de los últimos 20 años.
Tomando como referencia el período marzo-julio, la caída en el nivel del caudal fue del 51% respecto del histórico. Mayo (60%) y junio (66%) han sido los meses críticos -en términos de caudales- y no son pocas las probabilidades de que en los próximos meses esta tendencia se profundice aún más.
Parecidos son los números que se observan en la cuenca del río Neuquén. En el período marzo-julio la caída del caudal en el corriente año cayó 46% respecto de la media de los últimos 20 años. Pero en julio en tema se tornó muy preocupante, reflejando un desplome del caudal del 73% contra mismo período histórico.
Cabe destacar que la alimentación de las cuencas tiene dos vertientes bien definidas: la nieve acumulada en las alturas y las lluvias. Pero también existen variaciones de los caudales en los distintos lugares que están generados por la liberación de agua por parte de las represas.
Este punto es importante de destacar por que las variaciones repentinas de caudales que se observan en las cuencas aguas abajo pueden estar dados por la liberación de las generadoras.
Los datos que se consignan en los gráficos adjuntos se tomaron en puntos localizados aguas arriba de las represas. Es decir, sus caudales no se encuentran afectados por las variaciones que puedan generar esta variable no natural.
Frente a este escenario, existe mucha incertidumbre sobre cómo será el manejo del agua teniendo en cuenta la crítica situación hídrica existente. Sin dudas, el abastecimiento del servicio de agua potable debería ser la prioridad hoy para los Gobiernos provinciales.
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