Crimen del policía en Neuquén: polémico fallo declaró responsable a la mujer
Dos de los jueces descartaron la violencia de género basados en que la imputada no tiene una personalidad sumisa, según declaró una perito. Dijeron que había faltas de respeto mutuas.
La cabo Claudia Mardones fue declarada responsable del homicidio de su pareja, el cabo primero Fabián Pinochet, en un veredicto dividido y polémico que descartó que la mujer haya sido víctima de violencia de género pese a los numerosos indicios que aparecieron a lo largo del extenso juicio.
Los jueces Lucas Yancarelli y Cristian Piana votaron la culpabilidad de Mardones por el delito de homicidio calificado por el vínculo cometido bajo circunstancias extraordinarias de atenuación y calificado por el uso de arma de fuego. Es lo que había pedido la fiscal María Eugenia Titanti.
En minoría quedó el juez Richard Trincheri, quien consideró que la mujer policía cometió el crimen en un estado de emoción violenta.
Las declaraciones de las y los peritos psiquiatras y psicólogos oficiales que entrevistaron a la acusada fue decisiva para desechar la inimputabilidad planteada por el defensor Carlos Ronda en su alegato.
Pero además, fueron invocadas por Yancarelli y Piana para descartar que Mardones haya sido víctima de violencia de género por parte de Pinochet. Ese fue uno de los aspectos más controvertidos del caso, y del veredicto.
Violencia y sumisión
En particular los tres jueces citaron a la licenciada Mamani, quien en una de las audiencias declaró que «no coincidía con el estándar de violencia de género, porque las mujeres víctimas son sumisas y Mardones no es así».
Yancarelli le sumó que los compañeros de trabajo, en la comisaría 41, «nunca la vieron golpeada y ella jamás les contó que Pinochet le haya pegado».
En el mismo sentido Piana tuvo en cuenta que «todos recibieron cursos o tienen conocimiento de que esas situaciones se denuncian ante un superior». Y si bien el defensor dijo que «en las comisarías el número de denuncias de mujeres policías es cero, es un dato objetivo que tenemos en cuenta».
Denuncia tardía
En la última audiencia, Mardones declaró por primera vez y dijo que era víctima de violencia física y psicológica por parte de su pareja, pero además denunció abusos sexuales.
Al respecto Yancareli señaló que «no es que se descree la versión de la imputada» pero «se ignora por qué la defensa no puso en conocimiento de la fiscalía esta circunstancia para que se investigue como corresponde. Todo abuso sexual deja huellas. No fue propuesto en forma oportuna y lamentablemente no se pudo indagar al respecto. La sola manifestación no es suficiente para tenerlo probatoriamente acreditado».
Faltó decir que las víctimas de abuso sexual denuncian cuando pueden. No especulan sobre las oportunidades.
Celopatía
«Lo que se advierte es que había una celopatía de parte de ambos. Controles, reproches, reclamos. Pero la agresividad se nota más en los mensajes de la imputada», manifestaron los jueces de la mayoría, en referencia al intercambio de Whatsapp y SMS de la pareja que fue reconstruido por otro perito.
Refirieron que ella lo amenazaba con hacerle daño o con lastimarse a sí misma, con varias referencias a utilizar el arma de fuego para ese fin.
La legislación, cuestionada desde muchos sectores, obliga al personal policial a llevarse el arma reglamentaria a su domicilio cuando termina el horario laboral.
Mardones le disparó a Pinochet con su pistola 9 milímetros. La de la víctima estaba enfundada en un mueble.
El voto en minoría
Por su parte el juez Trincheri citó a otro de los peritos, el psiquiatra forense Blasco, quien declaró que Mardones «fue presa de un estado emocional, vivió una gran emocionalidad, un trastorno mental transitorio incompleto con origen emocional, una perturbación mental transitoria».
Instó a tener en cuenta lo que transitó la imputada el día anterior y el mismo día del hecho, ocurrido el 3 de octubre a las 20 en el dúplex de la pareja, ubicado en Pasteur 651.
Recordó que la madrugada del día anterior la pareja estuvo de guardia, cada integrante en su lugar de trabajo, «discutiendo por mensajes telefónicos entre la 1 y las 6:30 de la madrugada».
Las horas previas
En cuanto al día del hecho, Mardones llegó a su trabajo con evidentes signos de haber llorado. A la tarde recibió un mensaje de Pinochet: «le dijo que le iba a tirar sus cosas afuera», porque daba por terminada la relación, mientras que la mujer quería continuarla.
«La culpabilidad de ella es menor porque estaba presa de esa emoción» vivida en las 48 horas anteriores, afirmó Trincheri.
Señaló que «no tengo dudas de que Pinochet fue un buen policía, habrá sido un buen hijo y un buen hermano, pero en la relación de pareja ejercía violencia sobre la imputada».
La próxima audiencia
Mardones seguirá en prisión preventiva, que será acordada hoy entre la fiscalía y la defensa.
En cinco días se conocerá la sentencia completa del tribunal, luego habrá una audiencia para definir la pena que deberá cumplir y a partir de entonces la defensa tendrá plazo para presentar un recurso de impugnación en contra de la condena.
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