Crimen del bebe: Exigen que se determinen «las complicidades» 2-4-03
Alemany: "Está bien claro que es el fiscal quien tiene que defender a la víctima que en este caso está más indefensa que nunca". NEUQUEN (AN).- La pediatra y militante por los derechos humanos, Noemí Alemany, reclamó que se investigue "profundamente" la muerte del bebé que fue golpeado y asfixiado apenas nació el 11 de agosto pasado en Plaza Huincul. Por el crimen -que se concretó para el día del Niño- está detenida y acusada de homicidio agravado, Marcela Inda Ruíz, de 30 años, la mamá de una criatura que vivió sólo unos minutos y pesó cuatro kilos, por cuya muerte nadie reclama y del que no se conoce información sobre el padre. "Hay una cosa que está bien clara, un parto no lo atiende una persona y tampoco una persona sola asesinó al bebé, eso es lo que tienen que hacer el juez y el fiscal determinar las complicidades y los encubrimientos", dijo Alemany a "Río Negro". En su edición de ayer este diario publicó una investigación sobre el crimen que ya fue elevado a juicio por el juez de Instrucción Penal 2 de Cutral Co, Mario Tomassi, y sobre el que deberá expedirse la cámara multripropósito de Zapala. Para la pediatra Alemany "está bien claro que es el fiscal quien tiene que defender a la víctima que en este caso está más indefensa que nunca". Si bien la Justicia y los especialistas coinciden en que en el hecho participaron por lo menos dos personas, la única procesada es Marcela Inda Ruíz, quien al momento del hecho era la administradora de la Zona Sanitaria Quinta. De acuerdo a la información que consta en el expediente, la mujer -que mantuvo ocultó su embarazo durante nueve meses- se descompuso y su mamá, Manuela Ruíz, llamó al médico Roberto Sánchez Diego. El ex legislador del MPN era el jefe, amigo y vecino de Marcela Inda Ruíz y acudió para atenderla pero -según declaró- no sabía que estaba embarazada y mucho menos que el parto se había concretado cuando llegó a la escena, tal como los hechos se encadenan en el expediente. Luego del consultar en el hospital de Cutral Co (donde hay testimonios que complican al ex diputado), el médico cargó a la mujer en una ambulancia del hospital de Huincul y la llevó a una clínica privada de Cutral Co, donde le reclamaron por el feto. Fue en ese momento, siempre según Sánchez Diego, que recordó que en el baño de la casa de Marcela Inda Ruíz -entre toallas con sangre- había visto la "patita" que creyó era de "un muñeco". Volvió a la casa y "reaccionó" que se trataba de un bebé (con los nueve meses de gestación) que su vecina había parido, por lo que guardó el cuerpo dentro de una bolsa de nailon que después entregó en el sanatorio. "Hay muchas preguntas que surgen de inmediato y que tienen que ver con el sentido común ¿Pudo tener al chiquito sola? ¿Por qué no se le hizo el examen de ADN? Es llamativo que no haya presión para una investigación adecuada", afirmó Alemany. De acuerdo a los resultados de las pericias que se le realizaron al cadáver, el bebé nació vivo e incluso resistió los golpes que le fracturaron el cráneo. La muerte llegó después por asfixia. Además de los golpes, el chiquito tenía desgarradas las comisuras de los labios, posiblemente por el tironeo al que fue sometido durante un salvaje alumbramiento. Para el fiscal Santiago Terán, es posible que se haya asfixiado porque le colocaron la punta de una toalla en la boca y que en esa acción se le rompieran las comisuras. Pero no se encontró ningún elemento con el que pudiera haberse concretado esa acción. La madre del bebé está presa en Neuquén, en la Unidad de Detención 16 para Mujeres, acusada de homicidio agravado por el vínculo y como está planteado el caso parece encaminada a una prisión perpetua. Sánchez Diego dejó la Zona Sanitaria y aparece en la causa como testigo.
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