Crimen de Oyarzo: 14 años de prisión para Chávez Aguilar

José Evaristo Chávez Aguilar aseguró durante el juicio que no podía hacerle daño a David Oyarzo porque lo quería como a un hermano y no tenía motivos para matarlo. Juntos habían compartido muchos momentos en las polvorientas calles de los barrios Eva Perón y 28 de Abril. Sin embargo, la relación se rompió y David terminó asesinado.

Ayer, los jueces de la Cámara Criminal Primera, Marcelo Barrutia, Miguel Gaimaro Pozzi y Emilio Riat, condenaron a Chávez Aguilar a 14 años de prisión como autor penalmente responsable del homicidio de David.

La pena impuesta es la que había solicitado el fiscal de Cámara Eduardo Fernández. La defensora oficial Romina Martini había pedido la absolución por falta de pruebas. La sentencia no está firme.

La defensa advirtió que no hubo testigos directos del homicidio. Pero los jueces valoraron las declaraciones de dos testigos que coincidieron al afirmar que la noche del 6 de noviembre de 2014 Chávez Aguilar irrumpió violentamente en el domicilio de Natalia Wagner, ubicado en el sector de tomas del barrio 28 de Abril, quien le había dado alojamiento a David, que estaba en situación de calle. La joven, que había sido novia de Chávez Aguilar, sostuvo que el imputado portaba una escopeta cuando entró a su casa, acompañado de dos sujetos y obligaron al chico a salir a la calle.

Otro testigo, que estaba esa noche en la vivienda, sostuvo que minutos después escuchó una detonación de arma de fuego. Pero ninguno llamó a la Policía.

Al día siguiente hallaron el cadáver del niño de 13 años, que murió tras recibir un tiro de escopeta por la espalda, tirado en un sendero de la cantera municipal.

Los jueces señalaron que el arma homicida fue secuestrada varios días después del crimen, en un allanamiento que la Policía hizo en otro sector de la ciudad por otra causa. La peritación balística concluyó que fue el arma que usaron para asesinar a David.

Para Gaimaro Pozzi, que redactó el voto de la sentencia condenatoria al que adhirieron sus pares, hubo intención de matar a David. Para fundamentar esa conclusión, tuvo en cuenta “la irrupción intempestiva en el domicilio de la Natalia Wagner, por parte de Chávez Aguilar, haciéndolo con una escopeta en la mano y obligando al menor a salir de la vivienda. Esta circunstancia es un ingrediente que denota una intención final”.

Los jueces advirtieron el contexto social en el que ocurrió el crimen “donde está presente el consumo de estupefacientes y las diferencias se resuelven con el uso de la violencia despreciando la vida ajena”.

“Aún barajando que pudiera haber más personas junto al imputado, siempre fue él quien llevaba el arma y la voz de mando”,

Los jueces dijeron
que se alejaron de
la pena mínima de
ocho años por la edad de la víctima, el
poderío del arma utilizada y la falta de arrepentimiento.