Crece el endeudamiento de los hogares argentinos

Momentos de crisis económica y de recesión, generalmente se asocian con un crecimiento del nivel de endeudamiento de las familias y los agentes económicos. Así lo demuestran los datos históricos y la situación actual en Argentina no es la excepción.

Un reciente estudio del Instituto de Altos Estudios Sociales (Idaes) de la Universidad de San Martín, revela que durante la pandemia el 50% de las familias argentinas debió recurrir a algún familiar o amigo para solicitar un préstamo. Agrega además que el 45% de las familias hizo lo propio en una entidad bancaria.

El panorama es todavía más sensible entre los hogares más vulnerables, e incluso entre la clase media. El estudio agrega que el 35% de los hogares consultados declaró haber usado el “fiado” para sus compras diarias en los comercios de cercanía, y un 25% manifestó haber acudido a las financieras para obtener crédito.

Un segundo relevamiento realizado por en conjunto por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) y el Idaes y publicado a fines de octubre, revela que uno de cada tres hogares manifiesta encontrarse endeudado por el alquiler.

Los datos que arroja el Banco Central (BCRA) hasta fines de noviembre, confirman la tendencia que anticipan las encuestas a los hogares, y así lo destaca un informe publicado esta semana por la consultora First Capital Group. El mismo resalta que el total de los préstamos al sector privado tuvo en noviembre el crecimiento mensual más alto de los últimos cinco años.

En el penúltimo mes de 2021, el total de préstamos al sector privado llega a $4.003.399 millones, y solo en noviembre experimentó un crecimiento de $ 301.701 millones. Ello implica una suba interanual de 48%, menor a la inflación del periodo, pero un crecimiento respecto al mes anterior del 8,2%. Semejante variación mensual no se observaba desde 2016.

En la misma línea, destaca el segmento “préstamos personales”, que experimentó en noviembre un crecimiento interanual del 49,2%, y una del 5,9%respecto a octubre. El dato mensual casi duplica la inflación registrada en el periodo, dando cuenta de la propensión de las familias a endeudarse en pesos en medio de una etapa recesiva y de alta incertidumbre respecto al 2022.

Algo similar sucede en relación a las tarjetas de crédito. Sabido es que las familias de ingresos medios y bajos recurren al plástico en momentos en que el dinero para llegar a fin de mes escasea. En este sentido, los datos muestran que si bien las operaciones con tarjeta de crédito muestran un crecimiento interanual del 44%, se aceleraron un 8,7% durante noviembre en relación al mes anterior.

No obstante, además de la coyuntura económica, hay dos factores que pueden servir para explicar esta dinámica en el segmento tarjetas.
El primero son los eventos de venta electrónica masiva, como el Black Friday realizado a fines de noviembre. El comercio electrónico creció exponencialmente durante la pandemia, y este tipo de promociones, en especial cuando se ofrecen cuotas sin interés, son un enorme atractivo para la clase media. “Los eventos de rebajas comerciales masivas tienen gran influencia sobre la actividad de este rubro, pues casi la totalidad del comercio electrónico se canaliza con tarjetas de crédito y billeteras electrónicas”, explicó Guillermo Barbero, Socio de First Capital Group.

El segundo son las nuevas restricciones en relación a las compras con tarjetas de crédito en dólares. La normativa anunciada un día antes del Black Friday por el BCRA afecta la compra de pasajes y paquetes turísticos para viajar al exterior, pagando con tarjeta de crédito y en cuotas.

No obstante, la señal inequívoca que envió el gobierno tiene que ver con la escases de divisas, y la interpretación inmediata de los consumidores es que esas restricciones podrían en el corto plazo extenderse a la compra de otro tipo de artículos o bienes.

El reflejo de esa percepción es la evolución de las compras con tarjeta de crédito en dólares durante noviembre. Ese mes, el gasto de los argentinos en moneda extranjera usando el plástico como medio de pago creció un 141% respecto a noviembre de 2020, y un 25,3% en relación a octubre.