Covid-19: la ventana que debemos mirar
Agustín Joison *
En un reciente artículo señalé que en esta pandemia había personas que no miraron más allá de la ventana, entre ellos la OMS y organismos relacionados, y también mencioné puntos de inflexión en nuestras vidas.
¿Pero qué es lo que puede suceder y cómo podemos anticiparnos hacia un futuro que no podemos adivinar, pero sí comprender?
Hoy la transmisión, letalidad y tasa de contagio del coronavirus ha descendido en algunos lugares, pero en otros crece o se mantiene estable.
Muchos países tienen las herramientas para desarrollar vacunas, fármacos pero otros no. Cada día, el avance en la ciencia es tan dinámico que nos permite desarrollar nuevas tecnologías y metodologías de prevención y tratamiento respecto de los problemas de salud, y eso es algo que no se puede soslayar.
¿A qué nos debemos anticipar entonces?
Sabemos que posiblemente la pandemia ocasionada por este virus dure un tiempo determinado, pero ¿termina ahí? No, los virus biológicamente mutan; cada tanto lo hacen, algunos en años, otros en meses… No hay información concreta.
Entonces, debemos analizar cambiar nuestras conductas, anticiparnos a lo que pueda suceder. ¿Cómo?, capitalizando todo lo que fuimos aprendiendo: vivir y desarrollarnos bajo otras normas de conducta, planificar de nuevo las formas de reunirnos, el aseo personal, modular o regular de forma coherente el turismo, los conglomerados, la educación de las personas, comunicar en forma permanente que respetemos los espacios, entre otras actividades.
Por supuesto que la implementación de estas medidas corresponde a los gobiernos municipales, provinciales y nacionales con políticas de Estado concretas y no electoralistas. Me refiero a poner recursos en promoción de la salud e investigación, implementando políticas de presupuesto para el desarrollo de la ciencia y la educación.
También es importante que los habitantes tengan todas las obras públicas con acceso al agua, cloacas, energía, que son parte de las necesidades fundamentales para prevenir enfermedades y son resorte exclusivamente de los Estados.
Los virus no discriminan entre pobres y ricos, pero sí atacan y hacen más daño a aquellos que son más vulnerables.
No me refiero solamente a nuevos fármacos, nuevas vacunas, porque hoy podemos desarrollar la vacuna contra el covid-19 y en unos meses este virus u otro pueden mutar y volvemos a padecer lo mismo.
Por lo tanto, considero que debe mirarse una ventana hacia cambios globales que combatan los virus de otra forma, a través de las conductas que debemos incorporar para prevenirnos, desarrollando una inmunidad natural donde los anticuerpos sean un nuevo paradigma de convivencia y control de aquellos países que tienen más probabilidades de generar estos virus respiratorios.
La ventana que hay que mirar depende de nosotros.
Mi opinión personal es que hay un esfuerzo importante de las autoridades, pero que no alcanza, y que es fundamental el rol de la sociedad en acompañar, porque la comprensión del problema es una decisión de todos.
* Magister en Gerencia y Administración de los Servicios de Salud. Doctor en Ciencias de la Salud y docente de la Universidad Católica de Córdoba.
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