Covid-19: cómo estimular los sentidos para recuperar el gusto y el olfato

Por Victoria Rodriguez Rey (@victoriarodriguezrey)

“Para el ser humano no existen otros medios de experimentar el mundo sino ser atravesado y permanentemente cambiado por él. El mundo es la emanación de un cuerpo que lo penetra. Entre la sensación de las cosas y la sensación de sí mismo se instaura un vaivén. Antes del pensamiento están los sentidos”. Le Breton.

Somos el resultado de muchas cosas, entre ellas, la resonancia sensorial del mundo que nos atraviesa. Y eso sucede mediante los sentidos. El sabor, el aroma, los sonidos, el contacto, la imagen son herramientas que nos permiten hacer una construcción de la realidad, con la realidad. Cada sensación es información. Cada sensación es un cúmulo de significados que nos vincula con el placer o con el estado de alerta. Sin duda los sentidos se encuentran educados según un sistema cultural que lo contiene. Será por eso que somos sensibles a determinados estímulos y dejamos de lado otros elementos que también nos atraviesan.

Esa organización sensorial cultural construye nuestro vínculo con el mundo, cargado de símbolos y significados. Se conforma un tamiz de comunicación que nos despliega o nos retrae según la historia individual y la experiencia colectiva.
Se decodifica al mundo a través de los sentidos. Valorizamos a través de los sentidos. De la percepción, luego sucederá la comunicación. Aunque muchas veces no se encuentren las etiquetas para nombrar ese mundo sensible.

Desde la vida intrauterina, el gusto y el olfato comienzan a desarrollarse. Un caos indescifrable que avanzará luego en categorías, referencias e identificaciones. Según el sistema ecológico y cultural donde ese sujeto nazca, se continuarán sus definiciones sensitivas y así se vinculará con el mundo. Entonces, ¿qué sucede si se pierden? ¿una desconexión? ¿una vida en blanco y negro?

A esta altura de covid, los cuidados para evitarlo y los síntomas para identificarlo, los conocemos con claridad. Si bien resulta un mal menor, ante el desenlace de la enfermedad en algunos casos, no menos importante y traumático resulta el hecho de perder el sentido del gusto y del olfato. Los alimentos principalmente se perciben por el gusto y por el olfato. El alimento es nuestro vinculo más directo con el mundo. Frente a la pérdida de esos sentidos, ¿cómo se puede interpretarlo? Ageusia y anosmia.

El covid daña toda la parte que se dedica a percibir aromas y gustos. Una situación eventual que genera la incapacidad para percibir la vida, encontrarle básicamente, el sabor. Esa característica tan etérea, intangible, sutil de los gustos y los aromas que nos codifican la existencia, se torna básica, sustancial y fundamental. Por la boca, esa frontera entre el adentro y el afuera, por la lengua, en conexión directa con el sistema nervioso central, se conoce, se goza y se saborea el mundo.

La buena noticia es que esas alteraciones se acomodan. Hasta el momento, se sabe que la pérdida del gusto y el olfato, a causa del covid, se recuperan. También es bueno saber que hay maneras para estimular estos sentidos. La doctora Jimena Ricatti es investigadora y especialista en neurociencia, a través de su canal de Youtube comparte un test de autoevaluación de la pérdida del olfato. Además, el sábado 10 de abril a las 10 hará un encuentro en vivo en Instagram sobre “El entrenamiento olfativo” brindando una herramienta multisensorial para mejorar y recuperar la función del olfato y el gusto.

La organización de los sentidos es necesaria para comprender la vida. Lo dulce, lo agrio, lo áspero, lo viscoso, recrean la cotidianidad, nos conectan con el universo de los deseos, del gusto por compartir, alejándonos del aburrimiento y la desazón. En definitiva, se sabe por tu boca o sino no se sabe.

Más información de Jimena Ricatti
https://www.youtube.com/watch?v=CqShT_CMD0I
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