Corrupción en la política argentina
En este país la corrupción en la política se termina:
1) Cuando el voto sea electrónico, voluntario y deje de ser obligatorio.
2) Cuando se comience a votar con la conciencia y no por conveniencia, fanatismo o simpatía a dirigentes. Cuando se comience a votar a dirigentes realmente serios, preparados, responsables, y no a “personajes” que vienen transitando hace años la política, mutando de un partido a otro, mencionando siempre la misma frase: “la herencia recibida”, con el único propósito firme de acomodarse ellos, sus familiares y amigos.
3) Cuando la política deje de ser un negocio tan rentable para esta gente, esto es, por ejemplo, que un presidente no gane más que un médico o ingeniero, que un ministro no gane más que un enfermo/a, que un diputado o senador no gane más que un policía o maestro y que un asesor -los hay de sobra- no pueda ganar más que un canillita. Cuánto dinero mal gastado nos ahorraríamos, ¿no? Cuántos hospitales con más camas de terapia intensiva, más equipamientos y más recursos humanos tendríamos. Cuántas comisarías con más patrulleros, con más personal mejor preparado y capacitado para protegernos, ¿no? Cuántos colegios equipados modernamente para que nuestros hijos y todos los niños del país sin discriminación alguna se capaciten y sean profesionales en algo el día de mañana, y no tener que depender de esta clase política, creadores de pobres y delincuentes, total ellos viven en una “burbuja blindada”, donde nada de lo malo que le pasa a la ciudadanía a diario les llega.
Conciudadanos: es hora de ponernos serios -la situación así lo amerita- y decidir si queremos seguir viviendo en el país de la joda, la hipocresía y la delincuencia o en un país de verdad, confiable, productivo, inserto en el mundo con menos pobres, con más trabajos y oportunidades para todos y todas. De nosotros depende, hagámonos cargo de lo que votamos. Después no nos quejemos.
Sergio Ceferino Kreiber
DNI 17.936.134
Las Grutas
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