Corazón de izquierda y mano de derecha
La presentación de un paquete de medidas para asistir a los sectores afectados por el confinamiento fueron una purificación para las semanas de silencio.
Después de casi dos meses en los que “faltó la atenta escucha del gobierno” , el gobernador Omar Gutiérrez tomó la iniciativa política para capear el temporal que arrecia la provincia con la segunda ola de coronavirus. A diferencia del año pasado cuando las medidas restrictivas se anunciaban por redes sociales a última hora, como para disimular la culpa, ahora somete a su gabinete y se somete a conferencias de prensa.
Las medidas de asistencialismo y reparto de dinero se podrían identificar con la izquierda, que apunta a una lucha de clases donde el Estado media para equilibrar la plusvalía, pero no se tocó al cuerno de la riqueza neuquina que, se admite, tuvo reveses por los cortes de ruta y el parate de la pandemia desde hace 14 meses. Es decir una suerte de viraje a la derecha.
“La sensibilidad social nos ha inclinado hacia la izquierda, y el desarrollo productivo y la infraestructura nos ha alineado hacia la derecha…”. La frase corresponde al fallecido exgobernador Pedro Salvatori que se la dijo al historiador Gabriel Rafart, autor del libro “El MPN y los otros”. La tradujo así: “tiene un corazón de izquierda pero una mano de derecha que es con la que se gobierna”.
El paquete de dinero que se anunció para ayudar a los sectores económicos, sociales y para los actores del ámbito deportivo y cultural, afectados por el confinamiento, equivale a una suma total de $2.840 millones.
Las medidas de acompañamiento son de tres tipos: tributarias, crediticias y bancarias, con un presupuesto asignado de $420 millones; medidas sociales de atención integral y asistencia por $914 millones y medidas de asistencia al ámbito deportivo y cultural también por un total de $53 millones. A dicho monto se sumarán $200 millones destinados a obras y $1.253 millones que reforzarán el Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN).
Hay un crecimiento de los ingresos, pero aún no se conoce cómo se balancean en función de los egresos en una provincia con dependencia petrolera.
Claro que mostrar distribución de dinero es una experiencia purificadora para la actitud que se tomó desde el 27 de febrero cuando se firmó el primer acuerdo con ATE, pero se tiene pudor para mostrar la otra cara que, en estos días se debe mostrar ante los legisladores para agenciar el voto a fin de que aprueben el nuevo endeudamiento de $ 12.800 millones. Nunca se muestra de dónde se alimenta el cuerno de la riqueza y se genera una sensación de que éste es inagotable.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, Iaraf, en el primer cuatrimestre la provincia recibió $16.383 millones de pesos en concepto de coparticipación federal y leyes especiales. Un 70,6% en términos nominales pero un 19,8% en términos reales si se le deflacta la inflación. Los datos disponibles de la recaudación propia sólo se conocen de los primeros dos meses que reflejan un crecimiento nominal de un 25,3% , unos $1.900 millones más que el año pasado. Estos son dos de los tres ingresos que tiene Neuquén. El otro son las regalías que se mueven de acuerdo al precio del petróleo y gas y, obviamente la producción. En diciembre se habían recibido unos $3.500 millones por gas y petróleo marcando una cifra superior al mes de abril del año pasado cuando habían caído a unos $2.400 millones.
Como dice Pablo Cervi, ingeniero agrónomo y autor del libro “Futuro”, no es lo mismo crecimiento que desarrollo en una provincia que depende de los recursos no renovables. El talón de Aquiles del MPN que, otra vez por pudor, no se lo quiere ver y mostrar como el corazón de izquierda que permite purificar errores.
El confinamiento, palabra con significación negativa que no le gusta usar al ministro Jefe de Gabinete, Sebastián González, volverá a tapar, como el sol con la mano, la caja de ingresos de la provincia que se verá obligado a mostrar si quiere obtener autorización legislativa para el nuevo endeudamiento. Hay que reconocer que la tarea de buscarlo no es difícil pero las tasas de interés marcarán el grado de riesgo que sumará la provincia de Neuquén al propio del gobierno nacional que aún no acuerda con el FMI.
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