Copahue funciona al 30% y varios alojamientos no abrieron
La pandemia impide vivir como de costumbre esta temporada. Hubo que bajar muchas prestaciones termales por riesgo de contagios. Qué dicen los turistas, empleados, hoteleros y funcionarios.
Recién pudo abrir hace pocos días. (Foto: Lito Flatiner)
El escenario de riesgo de contagios que instaló la pandemia por el covid-19 golpea a la temporada termal en Copahue, que sólo puede ofertar el 30% de sus prestaciones y tiene a gran parte de sus alojamientos cerrados.
“El principal motivo de quienes visitan Copahue son las termas. Y si eso no funciona bien, se cae todo el resto”, explicó una operadora turística que lleva muchos años en la zona.
De las más de 1.200 prestaciones diarias que se brindaban en el complejo, en esta temporada sólo pudieron ofrecer 400, indicó a Río Negro la ministra de Turismo de Neuquén, Marisa Focarazzo.
“Copahue vive exclusivamente de su atractivo termal. Y si los servicios del complejo no funcionan en su mayoría, los turistas no vienen».
Guillermo De Cesco, titular de la Asociación Hotelera.
Dijo que se dieron “una mezcla de situaciones complejas” y los bañistas “ no pudieron vivir las termas de la forma en que estaban acostumbrados”.
Las principales que mencionó la ministra: quienes visitan Copahue pertenecen en mayoría al grupo etario de riesgo y las aguas termales no se pueden clonar para matar al virus.
“En el ideario de la gente figura que el agua del volcán mata el covid, pero eso es un error”, indicó Focarazzo.
Ante este panorama restringido, cerca de la mitad de los propietarios de hoteles, departamentos y cabañas prefirieron no abrir. Dos fueron las razones principales: sólo podían trabajar al 50% de su capacidad, y en caso de que se diera un contagio, el turista debía realizar la cuarentena en el alojamiento.
Lito Flatiner vive en La Matanza. Viajó en enero con su esposa para disfrutar de las termas y contó que “vi muy poca gente”.
En diálogo telefónico con este diario, explicó que “sólo pudimos disfrutar de la laguna del chancho. Acceder a otras prestaciones fue engorroso. No había turnos ni disponibilidad”.
Viaje con mucho miedo por la cantidad de información sobre permisos, controles, turnos. Acá todo fue más sencillo. Extrañé mucho la laguna verde».
Lito Fatiner, turista de Buenos Aires.
Rodolfo Domina, quien alquila cabañas y departamentos, tuvo una mirada más optimista. Si bien subrayó que el Estado les impuso trabajar al 50%, consideró que bajo esos parámetros la temporada “fue buena”. “No sé si hubiéramos vendido más con un mayor porcentaje de aforos”, sostuvo.
Destacó que no hubo contagios de turistas y que “fueron mínimos” los que se dieron en trabajadores de termas y el sector privado. Dijo que habrá que hacer ajustes para la próxima temporada y que “en esto estamos aprendiendo todos”.
El estado de las instalaciones y la falta de mantenimiento en Copahue fueron las principales quejas que dejaron los visitantes. También de muchos empleados de Termas, que lo expresan por las redes sociales.
“Para el feriado largo de carnaval, las termas colapsaron por la cantidad de gente que vino. Entre la aplicación de protocolos, desinfecciones y las trabas con los turnos, esto fue caótico”, describió un trabajador del complejo.
La ministra de Turismo mencionó todas las dificultades y prometió mejoras
Ante el dato de que Copahue funciona sólo al 30% por las complicaciones que impuso el covid-19, la ministra de Turismo de Neuquén, Marisa Focarazzo, descartó que el futuro del centro termal esté en riesgo de cierre si la pandemia se extiende por más años.
“La principal dificultad de Copahue es que la mayoría de los turistas son grupo de riesgo porque tienen más de 60 años. Pero la campaña de vacunación nos está brindando un horizonte esperanzador”, indicó la funcionaria a Río Negro.
Reconoció que el movimiento económico de la localidad está acotado y “nada subsana” lo que se perderá en está temporada. “Quisimos abrir al 50% de las prestaciones, pero por contagios del personal que tenía que subir desde Loncopue, las reducimos al 30%”, aclaró.
Dijo que desde su área se está generando ahora un plan de desarrollo para Copahue y que incluye mejoras en todos los edificios del centro termal, respetando las adecuaciones que impone el covid-19.
“Hubo que generar turismo, cuidando a los bañistas y al personal por los contagios. Y todo según lo que establecen los científicos”.
Marisa Focarazzo, ministra de Turismo de Neuquén
Focarazzo enumeró varias dificultades que impidieron que Copahue “se pueda disfrutar de la forma en que lo conocemos”:
– “La mayoría de los turistas tienen más de 60 años y sólo pueden ingresar con seguro de viajero covid-19 y reserva de alojamiento”.
– “Las aguas termales en todo el mundo se cloran, aquí no se pudo, por sus propiedades especiales”.
– “La cuarentena extendida en 2020, la planificación y coordinación de los protocolos para el uso de las termas, los contagios y la temporada invernal con mucha nieve, hizo que podamos abrir recién el 15 de diciembre”.
«La provincia va a seguir invirtiendo en Copahue. No es sólo un producto turístico, forma parte de la identidad neuquina»
Marisa Focarazzo, ministra de Turismo.
– “Muchos empleados de termas eran personas de riesgo y no pudieron subir. Tuvimos que trabajar con burbujas. Por ejemplo, si en el área de hidromasajes llegaba a darse un contagio. Teníamos que aislar al equipo de cinco personas y tener otro de reemplazo”.
– “Un contagio de un turista en las termas nos hubiera generado un grave problema”. (Caviahue sólo brinda atención primaria en centro de salud).
El estudio del comportamiento del virus en las termas fue otro problema intrincado. La funcionaria indicó que el laboratorio de la provincia y el Conicet estudiaron muestras de las aguas. Explicó que así se puedo saber que el vapor es un gran transmisor . E inhabilitaron esos baños. Dijo que esos estudios se hicieron públicos.
Mencionó que otro estudio reciente confirmó que al aire libre el virus no se reproducía en la laguna verde, que es la que más disfrutan los turistas por sus beneficios descontracturantes y para la piel. Por eso la abrieron a inicios de marzo.
“Nos tuvimos que preparar para una pandemia que nadie sabía cómo enfrentar. Y hubo que coordinar muchas acciones. A veces con con intereses contrapuestos”, concluyó Focarazzo.
Cerca de la mitad de los alojamientos no abrieron
Desde los alojamientos que optaron por no abrir -a causa de las condiciones “recortadas” que tuvieron para trabajar por la pandemia- se expresaron quejas por el funcionamento de la temporada en Copahue.
Fueron un poco menos de la mitad de los establecimientos que operan a escasa distancia del centro termal .
“No nos pudimos adecuar. El Estado nos obligó en diciembre trabajar al 50% de nuestra capacidad, para respetar distanciamientos. Eso cambió todos nuestros parámetros ”, expresó un propietario de departamentos.
Otro de los condicionantes fue el hecho de que en el caso de se registrara el contagio de un turista, el protocolo estableció que esa persona debería realizar la cuarentena en el lugar en que alquilaba. “Imagínese lo que eso significa como publicidad para mi espacio. ¿Quién va querer venir a alquilarme luego, sabiendo que aquí estuvo el covid”, resumió la dueña de unas cabañas.
El costo de gas dijeron que es 14 veces más caro que en Caviahue y es otro motivo de quejas. Mencionaron que la red de agua y cloacas está vieja y no cubre las necesidades de la villa.
Reclamaron por el transporte, ya que una empresa colectivos llega sólo hasta Caviahue y lo hace tres veces por semana.
Hoteleros reclaman una mayor inversión
Guillermo De Cesco (Asociacion Hotelera): “Copahue vive exclusivamente de su atractivo termal. Y si los servicios del complejo no funcionan en su mayoría, como pasó en diciembre y enero, los turistas no vienen. El panorama se revirtió desde febrero, con la apertura de la laguna del chancho, agua verde y el baño Nº 9”. De cara al futuro, pidió mayor inversión para mejorar la infraestructura y mantenimiento del lugar, porque dijo que hay quejas de los turistas. “Hay que iniciar esas tareas en octubre como mínimo. Se notó la parálisis del Estado en 2020, con 8 meses de cuarentena extendida”.
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