Internet le cambió la vida a la gente de la Región Sur
El desarrollo de un plan provincial con apoyo nacional permitió dotar del servicio de Internet y de energía durante las 24 horas a parajes de la Región Sur rionegrina, insumos claves para favorecer el arraigo.
La puesta en marcha de un plan estatal a través de la implementación de energías renovables para mejorar la calidad de vida de miles de pobladores de la Región Sur rionegrina tiene un impacto muy positivo en la zona más amplia de la provincia de Río Negro y representa una herramienta fundamental para el desarrollo de las comunidades y el arraigo de sus pobladores.
Durante el primer trimestre de 2017 se puso en marcha en la provincia el Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) cuyo objetivo fue la instalación de sistemas de energías renovables en zonas rurales para facilitar el acceso a la luz a poblaciones alejadas de las redes de distribución.
Con financiamiento nacional para la adquisición de módulos de generación eléctrica fotovoltaica que, en coordinación con el Gobierno de Río Negro, comenzaron a instalarse más de 1.700 unidades en la provincia. El proyecto con alto contenido social comenzó a llegar a las viviendas de los pobladores dispersos en los campos de la región.
Este programa cambió radicalmente la vida de los pobladores que hasta ese momento se alumbraban con faroles a gas o a kerosene o a través de generadores a gas oil. Para ello debían destinar importantes sumas de dinero en la compra del combustible.
Energía para las comisiones de fomento
A partir del 2019 el gobierno decidió redoblar la apuesta instalando sistemas híbridos integrados por aerogeneradores y paneles fotovoltaicos acompañados por sistemas eléctricos de calidad y bancos de batería para dotar de energía a comisiones de fomento.
Las primeras dos experiencias tuvieron como beneficiarias a unas 100 familias de Laguna Blanca y Pilquiniyeu del Limay, quienes luego de muchos años de tener un servicio acotado comenzaron a disfrutar de electricidad las 24 horas del día. El éxito logrado en estas dos comisiones de fomento llevó a que el plan se extendiera a otros catorce parajes de la Región Sur.
Por otro lado, con el objetivo de dotar de comunicación en las rutas de la provincia se instalaron sistemas de Wi Fi que funcionan con energía solar y son de gran utilidad para quienes las transitan habitualmente.
Actualmente el foco está puesto en el Plan de Conectividad para dotar de Internet de banda ancha inalámbrico a aquellos parajes que no están ubicados a la vera de la ruta nacional 23, por donde va en forma paralela el tendido de la fibra óptica.
“Internet nos cambió la vida”
La llegada de Internet de banda ancha a los parajes constituye un punto de inflexión para las pequeñas poblaciones ubicadas en zonas inhóspitas de difícil acceso. Es el caso de El Caín, una pequeña aldea ubicada a unos 90 kilómetros al sur de Maquinchao por la ruta provincial N° 5 y a unos 1.300 metros sobre el nivel del mar, donde viven unas 300 personas.
“Internet nos cambió la vida. Nos permite estar comunicados en forma permanente con el mundo. Es un gran adelanto para el paraje porque nuestros jóvenes ahora pueden continuar estudiando alguna carrera terciaria o universitaria, sin tener que emigrar. Nos pasa que el joven que se va generalmente no vuelve al paraje”, afirmó la comisionada de fomento Marcela Nacleto.
“Internet nos cambió la vida. Nos permite estar comunicados en forma permanente con el mundo».
Marcela Nacleto, comisionada de fomento de El Caín.
Hasta el 2019 Nacleto estuvo a cargo del puesto sanitario del lugar y sabe de penurias ante una emergencia sanitaria. “Nosotros dependemos del hospital de Maquinchao. A partir de la llegada de Internet, ante una emergencia, podemos tener una comunicación a través de una video llamada con un médico. Es un adelanto muy grande en materia de salud”, agregó.
Un antes y un después en la vida de los pobladores
El desarrollo del Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) marcó un antes y un después en la vida de los pobladores dispersos en la amplia Región Sur rionegrina.
Poder contar con luz durante las 24 horas significa un adelanto importante en la calidad de vida de las familias rurales.
Santiago Cabañares nació en Ojos de Agua, un paraje ubicado a unos 46 kilómetros al suroeste de Jacobacci por la ruta provincial 6. Durante muchos años trabajó como ferroviario en el ramal de La Trochita llegando a ser el capataz general de la empresa en esta zona. En 1992 asumió como comisionado de fomento, puesto que aún ocupa.
“Para los pobladores rurales el Permer ha significado un cambio rotundo. Pasar de los faroles a kerosene o a gas, de los “chonchones” a apretar una tecla y tener luz en toda la casa durante todo el día es un gran adelanto».
Santiago Cabañares, vecino del paraje Ojos de Agua.
“Para los pobladores rurales el Permer ha significado un cambio rotundo. Pasar de los faroles a kerosene o a gas, de los “chonchones” a apretar una tecla y tener luz en toda la casa durante todo el día es un gran adelanto, ha cambiado la vida de la gente. Ahora pueden escuchar la radio sin restricciones, ver televisión, tener un equipo de bombeo para abastecerse de agua, una radio VLU o un Handy para poder comunicarse a través de una red, era algo impensado hace unos años atrás. Estos adelantos contribuyen al arraigo de la gente y esto es muy bueno”, afirmó.
Detalló que, en la zona de Ojos de Agua, Lipetren Chico y Grande los beneficios del Permer han llegado a 64 familias, que se sumaron a otras 20 que ya contaban a través de un trabajo realizado por la Cooperativa Ganadera Indígena de Jacobacci.
Luz las 24 horas
Laguna Blanca y Pilquiniyeu fueron los primeros parajes de la Región Sur donde el gobierno de Río Negro, a través de la Secretaría de Energía y con financiamiento del Permer, instaló sistemas híbridos integrados por aerogeneradores y paneles fotovoltaicos para dotar a estos parajes de luz durante las 24 horas.
“Hasta hace tres años tenía solamente 4 horas de energía en el día y era muy costoso para el paraje. Teníamos luz entre las 19 y un poco más de las 23. Después nos quedábamos a oscuras y se apagaba todo”, señala Margarita Varnes, quien está al frente de la comisión de fomento de Laguna Blanca desde agosto de 2012. La mujer afirmó que el pueblo tenía un generador eléctrico que funcionaba a gas oil y la escuela tenía otro a nafta para poder mantener los alimentos frescos.
“Hasta hace tres años tenía solamente 4 horas de energía en el día y era muy costoso para el paraje.
Margarita Varnes, de la comisión de fomento de Laguna Blanca.
“Nos limitaba mucho. No podíamos tener heladeras, ver televisión… Además, cada veinte días necesitábamos comprar 1.500 litros de gas oil y nos demandaba casi toda la coparticipación que recibíamos”, afirmó.
“El gas oil lo íbamos a buscar a Jacobacci y, muchas veces, la nieve no nos dejaba llegar y nos quedábamos sin luz hasta poder abastecernos de combustible. Ahora todo cambio, en Laguna Blanca vivimos mejor, tenemos acceso a algunas cosas que antes era imposible”, sentenció.
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