Dolor crónico: dónde encontrar el mejor tratamiento en Neuquén

A diferencia del dolor agudo, que es una respuesta del cuerpo a una lesión o enfermedad y desaparece una vez que se recupera, el dolor crónico es un dolor que se prolonga en el tiempo, más allá de los dos meses, y que debe llegar a una consulta temprana, con un médico especialista en tratamiento del dolor, para que no se cronifique. 

Puede ser continuo o intermitente, y su intensidad puede variar desde leve hasta severa. El dolor crónico afecta la calidad de vida, limitando la capacidad de realizar actividades cotidianas, alterando el bienestar emocional, social y laboral.

De acuerdo con el Dr Oscar Castañares, experto en tratamiento del dolor y cuidados paliativos, el manejo del dolor crónico muchas veces requiere un enfoque multidisciplinario, que puede incluir medicamentos, fisioterapia, actividad física, alimentación y sueño adecuado, tratamiento psicológico y, en algunos casos, tratamientos intervencionistas o técnicas para el tratamiento del dolor.

“Ningún dolor es normal; es un mecanismo adaptativo del cuerpo humano”, resaltó. Castañares es fundador de la clínica Tidol, el primer centro integral del dolor de la Patagonia, ubicado en Neuquén Capital.

Cómo el dolor crónico afecta las emociones y el cerebro

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El dolor crónico también es una experiencia emocional. “Las personas con dolores más severos se aíslan para no molestar a sus seres queridos, se vuelven tristes, sin vida social. Por eso, en muchos casos entran en una depresión. Es ahí cuando el tratamiento de manera integral es aún más importante”, alertó Castañares.

Explicó que el sistema límbico (conjunto de estructuras cerebrales) que participa en la percepción del dolor también está relacionado con las emociones, la personalidad y la conducta.

“Los neurotransmisores que intervienen en nuestra vida diaria, como la serotonina (conocida como la hormona de la felicidad), adrenalina o la dopamina se ven alterados cuando hay dolor crónico, por eso muchas veces son personas que no tienen ganas de hacer nada porque el dolor no se los permite, limitando su actividad diaria”.

De acuerdo con Castañares, el 75% de los pacientes que llegan a la clínica Tidol padecen de dolor crónico en la columna, ya sea lumbar o cervical. Las cefaleas, migrañas, neuralgias del trigémino, artrosis, artritis reumatoidea, dolores pelvianos, pacientes con cáncer, y dolores por lesiones deportivas también están entre las consultas más frecuentes en la región. 

Analgésicos: riesgos del uso inadecuado de opiáceos y antiinflamatorios

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“El dolor crónico puede ser producto de enfermedades crónicas que son tratables pero no curables; o puede ser fruto también de un dolor que no ha sido tratado correctamente”, afirmó el doctor. En algunos casos es posible manejarlo, mejorando la calidad de vida del paciente; y en otros casos aliviarlo totalmente. Pero para lograrlo es fundamental un tratamiento integral y adecuado.

Castañares alertó sobre el uso indiscriminado de algunos medicamentos para el dolor y mencionó la crisis de opiáceos en los Estados Unidos, donde hubo un aumento de muertes por sobredosis en los últimos años debido a su alto poder adictivo. 

El paciente siente un alivio momentáneo y solicita más de ese medicamento. El médico le sigue prescribiendo y se genera un caso de dependencia. Para evitarlo, Castañares apunta a la prescripción responsable y la promoción de tratamientos con técnicas intervencionistas, por ejemplo: bloqueos, radiofrecuencia. Estos tratamientos deben realizarse de manera temprana para evitar la cronificación. 

“En el caso de que sea necesario un tratamiento farmacológico, es importante explicarle al paciente y a los familiares cuáles son los efectos secundarios y las dosis tóxicas, para que también puedan estar atentos”, agregó.

Explicó que es fundamental conocer el tipo de dolor y su etiología, para un correcto tratamiento. Tanto el dolor somático como visceral y neuropático tienen diferentes tratamientos y la prescripción de opiáceos en forma temprana o el tratamiento con AINEs (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos), más allá de un tiempo adecuado, pueden provocar efectos secundarios en el aparato digestivo y dependencia del paciente a los opiáceos”.

En la opinión de Castañares, los médicos deben buscar alternativas para reemplazar los fármacos.

Cómo tratar el dolor crónico de forma segura y eficaz: el mejor tratamiento

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En la clínica Tidol el abordaje es integrador e interdisciplinario, pues el dolor crónico puede tener diversas etiologías. Lo esencial en todo tratamiento es el diagnóstico correcto, el cual se debe realizar con una correcta historia clínica, el examen físico del paciente y la prescripción de estudios complementarios específicos; evitando la sobreprescripción de dichos estudios, con el fin de evitar un gasto excesivo al sistema de salud, cuando no es requerido.

En cuanto a los tratamientos, actualmente existen diferentes tipos de tratamientos: paliativos, nutricionales, psicológicos, fisioterapéuticos e intervencionistas. 

Como ejemplos de tratamientos intervencionistas, en la Clínica Tidol se utiliza Plasma Rico en Plaqueta como terapia regenerativa; y radiofrecuencia, un novedoso y efectivo procedimiento que utiliza la transformación de una energía eléctrica en calor o neuromodulación del tejido nervioso que interviene en la generación del dolor.

“Cómo médico es importante preguntar el motivo de la consulta. En algunos casos hablamos del ambiente laboral, del entorno personal. Tenemos en cuenta la edad, el peso, si realiza actividad física, la alimentación, el estado de salud y luego interrogamos sobre las características específicas del dolor”, detalló Castañares.

A veces el tratamiento está orientado a cambios de hábitos de vida del paciente y a una vida más saludable, como la actividad física y la disminución del peso corporal. En el caso de la nutrición, una alimentación adecuada puede ser una de las herramientas que pueden ayudar al tratamiento. 

El tratamiento adecuado va a depender del paciente y de las características del dolor. “En Tidol nuestro objetivo es que rápidamente el paciente tenga una solución, y para eso buscamos el origen del dolor”, destacó el doctor. 

De acuerdo con el Dr. Castañares, en algunos casos el paciente puede dejar de sentir dolor crónico. Sin embargo, es importante no crear falsas expectativas. “Lo que nosotros siempre le decimos al paciente es: usted va a ser aliviado. Hay pacientes que se curan, que con tratamientos intervencionistas dejan de sentir dolor y permanecen sin tomar fármacos por un tiempo largo.”

No obstante, la consulta temprana es la mejor manera de prevenir el dolor crónico.

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