Bariloche: millonario plan de asfaltado para los accesos de los barrios del Este y Oeste

El gobierno municipal de Bariloche anunció varios proyectos para asfaltar las calles de acceso a populosos barrios del Este y Oeste de su ejido, que además buscan dotar de infraestructura a zonas muy transitadas, que servirán para descongestionar el flujo vehicular. Por otro lado, la inversión también alcanzará a una de las arterias céntricas, que es una vieja deuda que ninguna gestión municipal pudo saldar.

En primer término, en la apertura de sesiones legislativas realizadas en el mes de marzo, el intendente Gustavo Gennuso se comprometió a realizar importantes tareas, vinculadas a un Plan de Ingreso a los Barrios. «Serán distintas obras que incluye a varios barrios de Bariloche cuyas entradas troncales permiten que los frentistas y vecinos aporten para el pavimento, a través del sistema de contribución por mejoras y lo va a financiar el municipio en cuotas”, precisó Gennuso en aquella oportunidad.

Hoy esa idea es una realidad que comienza a plasmarse, en una interacción entre la comuna a través de la subsecretaría de Proyectos Urbanos que lidera Viviana Gelaín y las juntas vecinales beneficiadas con cada obra, dando a conocer los detalles de las propuestas, impactos y modos de pago.

¿Cuáles son las obras?

Se trata de un inédito plan que comenzaría con el fin del invierno y que marcará un antes y un después en la vida cotidiana de diferentes puntos de la ciudad cordillerana.

En este sentido, la calle Los Tordos en el barrio Pájaro Azul fue incluida en este plan, porque es clave en la zona de los kilómetros, en lo que se refiere a aliviar el tránsito. Allí restan pavimentar 750 metros hasta su unión con “el camino viejo al cerro Catedral”, que comprende 2,4 kilómetros también integrados a este ambicioso programa que pondrá fin al ripio en la zona para siempre.

El camino viejo a Catedral une la avenida Bustillo hasta la ruta Carlos Bustos, el acceso habitual y actual al mencionado centro de esquí. Todo este circuito descongestionaría Bustillo, que durante el verano se la vio muy cargada de vehículos y con las consecuentes demoras.

Otra obra bajo el mismo programa que el municipio tiene en carpeta para iniciar en lo inmediato, se ubica en Villa Los Coihues. Allí se intervendrán dos accesos: el principal junto al lago Gutiérrez por calle Monumento Nacional Bosque Petrificado (750 metros) y el otro por el puente Negro, contemplando los 350 metros de calle Isla Gaviota.

Al mismo tiempo, en el otro extremo del extenso ejido barilochense, se incluyó el asfalto de los 300 metros de la calle Quemquemtreu, en el ingreso a los barrios Aldea del Este y La Colina, en una zona que ya es clave en el desarrollo del Este de la localidad. Y se sumaron las calles Carriego y José Hernández que es el ingreso al barrio El Cóndor, justo frente a la terminal de ómnibus.

En cada una de las arterias, se prevé construir cordón cuneta y en la mayoría de los casos en los lugares necesarios, se erigirán pasos peatonales elevados cada 100 metros, para evitar que se circule a alta velocidad y así evitar accidentes.

Todas estas obras se realizarán bajo un mecanismo de distribución del costo que está normado por ordenanza y que sólo se ha aplicado en trabajos pequeños como sucedió hace poco en la calle Las Piedras, en el barrio Belgrano, donde se pavimentaron 150 metros.

¿Qué es la «contribución por mejoras»?

La ordenanza 2145/11 (texto actualizado) de “contribución por mejoras” considera este sistema como la prestación monetaria que debe abonar todo propietario o poseedor a título de dueño, o beneficiarios del Régimen de Regularización Dominial (Ley Nacional 24374, Ley Provincial 3396 y Decreto Reglamentario 1167/17 RN), de un bien inmueble ubicado dentro del ejido municipal, que se vea beneficiado por el incremento de su valor real, como consecuencia de la ejecución de una obra de utilidad pública municipal.

Se trata de una zona de colegios públicos y privados con mucho tránsito vehicular y peatonal en los horarios escolares, además de un intenso sector comercial y residencial, donde la circulación norte sur se canaliza por calle Pasaje Gutiérrez, habitualmente muy congestionada.

Las obras públicas sujetas a este régimen podrán ser aquellas relacionadas con mejoramiento vial, pavimento, cordón cuneta, veredas, agua, gas, riego, cloacas, alumbrado público, electricidad, comunicaciones y señales débiles, desagües pluvio- aluvionales.

Por lo tanto, con este sistema el costo de una obra no recae solo sobre los frentistas de la calle involucrada, sino también sobre el resto de los vecinos indirectos de los barrios aledaños que se benefician.

Eso sí, los frentistas directos pagarán un porcentaje mayor y el resto cargará con un monto más reducido y hay diversos modos de pago: al contado con importantes descuentos (20%), o la financiación en hasta 36 cuotas.

Además, como dato relevante y que en otros casos surge como inconveniente, es que la administración Gennuso cuenta con un fondo inicial de dinero que destinará a para arrancar con los trabajos y que prevé recuperar luego a medida que se recaude.

Para iniciarse cada una de estas obras deberá abrirse un Registro de Oposición y si el 30% de los propietarios involucrados no acepta, las mismas quedarían sin efecto. Pero si no se alcanza ese porcentaje, pasarían a ser de pago obligatorio.

Un aliviado para el centro

Por otro lado, el Municipio y el Gobierno Provincial ya anunciaron la pavimentación de 600 metros de la calle Morales, en el corazón urbano de Bariloche.

Puntualmente impactará en el barrio Belgrano Sudeste (más conocido como El Mallín), entre Anasagasti y Vilcapugio, lo cual permitirá darle continuidad al pavimento, que en la actualidad llega sólo hasta Anasagasti, lo cual genera que la mayor parte del tránsito opte por continuar por Curuzú Cuatiá.

Por lo tanto, una vez terminada la obra de asfalto, servirá para descomprimir Curuzú Cuatiá y todo el circuito por Pasaje Gutiérrez, además del avance que significará para el mencionado barrio y los vecinos que residen en la zona.

Esta compleja obra por estar contemplada en un suelo mallinoso, está estimada en unos 50 millones de pesos que aportará la Provincia, mientras que la Municipalidad se hará cargo de la licitación, coordinación, supervisión y control de su ejecución. Demoraría unos seis meses y también arrancaría con la llegada de la primavera.

Si los tiempos y objetivos del Municipio se cumplen, en menos de un año, Bariloche contará con numerosas calles pavimentadas, que son demandas históricas y que buscan mejorar la calidad de vida de los barilochenses.