Con la boleta, las farolas de Roca ya no son tan lindas

ROCA (AR).- Los frentistas y comerciantes de la calle Tucumán al 900 de Roca no están satisfechos con la forma en que se manejó la colocación y el pago que se les pide por las flamantes luminarias de la zona céntrica.

Las principales críticas giran alrededor de dos ejes: lo «inconsulto y arbitrario» de la medida y el procedimiento mediante el cual se cobrarán las farolas. Además, la estética de las lámparas tampoco parece ser del gusto de los comerciantes.

La principal objeción de los propietarios de locales no es el hecho de tener que pagar por una medida de embellecimiento, sino que, según comentó uno de ellos, «no avisaron previamente y de prepo vinieron a meter la mano en el bolsillo por algo que jamás consultaron».

«Ni siquiera mandaron una nota pidiendo la opinión de quienes, en definitiva, lo vamos a pagar», agregó la fuente.

Desde la Dirección de Rentas se advirtió que las quejas son infundadas, ya que el municipio abrió el correspondiente registro de oposición previo a la licitación y no hubo expresiones en contra.

En tanto, se informó que el monto expresado en la factura recibida por los frentistas durante los últimos días surge de un cálculo entre los metros de frente del local y su superficie. Mediante un «mix» de 50 y 50, se cobran cerca de 21 pesos el metro de frente y 60 centavos el metro cuadrado, derivando esto en pagos que van desde 150 hasta 1.000 pesos por contribuyente.

«Me quieren cobrar 800 pesos y, averiguando, me entero de que cada artefacto cuesta 400», protestó uno de los propietarios de un comercio del centro.

Cabe recordar que la obra completa costó 136.690 pesos, divididos en 53.970 en concepto de materiales y 82.720 para la empresa que colocación las farolas.

«En general hay much bronca por la forma en que fueron hechas las cosas, por el procedimiento», explicó el propietario de un local de la cuadra, quien además adelantó que «se está preparando una nota para poner en conocimiento del municipio el descontento de los frentistas».

Por otro lado, Fernando Del Roscio, propietario de un consultorio odontológico, y por

tavoz de los contribuyentes de la cuadra, expresó su desacuerdo con el accionar comunal desde otro punto de vista. «El gasto de embellecer el centro debería ser compartido, digamos, mitad y mitad entre los comerciantes y el municipio, ya que no sólo los frentistas de la Tucumán se benefician con tener un centro lindo», indicó.

También pidió «que no digan después que esto fue obra del gobierno municipal si salió del bolsillo de los comerciantes».

«No avisaron con anticipación que las farolas las teníamos que pagar nosotros, y es mucha plata la que se tienen que poner en algunos casos, y que no es fácil de afrontar como gasto no previsto. Simplemente un día llega una factura, que se puede pagar en «cómodas cuotas», pero que muchas veces ascienden a más de 500 pesos», se lamentó otro propietario.

Para sumar malestar al estado de las cosas, la mayoría de los comerciantes consultados opinaron que la estética y hasta la luz proveniente de las luminarias no son de su agrado. «Esa es otra cosa que tendría que haber sido consultada, porque si la voy a pagar yo, que por lo menos me permitan ver cómo es, y hasta decidir con el resto de los vecinos si queremos estas u otras», finalizó el propietario.

Para tener en cuenta

En respuesta a la mayor queja de los comerciantes consultados (la arbitrariedad de la medida), el director de Rentas del municipio, Jorge Benítez, explicó los pasos mediante los cuales se aprueban las medidas que afectan el bolsillo del vecino o frentista.

«Primero que nada, se define el monto del proyecto, después, el área y la distribución del costo entre los vecinos», explicó Benítez. Hasta este punto, quien tiene que pagar aún no conoce la obra.

«Después se abre el registro de oposición, que en el caso del alumbrado, estuvo abierto unos quince días hábiles, del 8 al 22 de octubre del año pasado». En este punto del proyecto es cuando se reciben las quejas. La apertura del registro se publica en los medios para informar a la porción de la comunidad afectada sobre la medida. «Una vez cerrado el registro se declara de interés público, y se comienza a preparar la obra», continuó el funcionario.

El alumbrado céntrico de la ciudad no recibió en su momento ninguna oposición, y ahora, una vez terminado el proyecto, ya no tiene lugar la posibilidad de repartir costos. «En este punto eso ya no se puede, aunque el planteo de repartir mitad y mitad no sea irracional. Muchas veces, si es justo, se reparten costo entre los vecinos del lugar afectado por la obra y el resto de la ciudad, por ejemplo, una rotonda que alivie el tráfico», subrayó Benítez.

«Además, nunca podés ir más allá del beneficio que le reporta la mejora al dueño de la propiedad. No le podés cobrar cinco mil pesos el asfalto a un vecino de un barrio que no puede agregarle ese costo a la vivienda cuando la vende. Con los comercios del centro no pasa esto», finalizó el titular de Rentas. (AR)