Con donaciones, buscan salvar a un bosque con araucarias
La Fundación Banco de Bosques quiere conservar una zona de bosque en Misiones que hoy tiene acceso de cazadores y estaban por destruirlo
“Todos podemos ser Perito Moreno. No nos tenemos que quedar con que fue el que donó su propia tierra para crear un parque nacional y que fue una especie de superhéroe que no lo podemos imitar. Todos podemos ser como él”, sostuvo Emiliano Ezcurra, director de la organización no gubernamental Banco Bosques.
El ambientalista se refiere al Parque Nacional Nahuel Huapi que fue el primero en la Argentina. Se creó en 1934 tras el gesto benéfico de Francisco Josué Pascasio Moreno, más conocido como el Perito Moreno, quien era amante de la naturaleza y de la Patagonia. Cedió 7.500 hectáreas para que todos pudieran disfrutar de los maravillosos paisajes.
Ese mismo gesto es lo que el Banco de Bosques ofrece a quienes quieran frenar la deforestación en el país. “Básicamente lo que nosotros hacemos es salir al rescate de bosques que salen publicados en el mercado inmobiliario de tierras y que sabemos que los van a destruir para transformarlas en un cultivo industrial”, detalló el ambientalista.
“Lo que hacemos es convocar a partir de la web a distintos donantes en todo el mundo para que puedan hacer pequeños aportes”, subrayó Ezcurra, quien fue vicepresidente de la Administración Nacional de Parques Nacionales entre 2016 y 2019.
Ezcurra contó que ya pudieron salvar cuatro bosques (Dos en Misiones, uno en Chaco y otro en Santa Cruz) y que están en plena campaña para rescatar el quinto. “Estamos trabajando para salvar el quinto bosque. Se trata de un bosquecito de selva misionera que se llama Las Araucarias. Es espectacular el sitio y pertenece a un subsistema con presencia de araucarias, y eso hace que sea muy importante porque no está quedando muchos ejemplares. Tenemos que seguir juntando voluntades para poder salvarlo. La gente se está sumando en http://bancodebosques.org. Había un proyecto de eliminar ese bosque para hacer una gran plantación de yerba. Pero con pequeñas cantidades de dinero se salvan metros cuadrados”, explicó a RIO NEGRO.
Se le ocurrió la idea de iniciar la fundación en 2009 cuando vio la cantidad de avisos de venta de tierras que se ofrecían en los clasificados de los diarios. Así nació la ONG. “Esta idea surgió leyendo el diario. Mirando los clasificados, en la sección del rubro inmobiliario de campos. Yo recorrí siempre mucho los bosques del norte. Y empecé a ver cómo las topadoras los estaban arrasando. Esos mismos bosques salían publicados en los avisos clasificados. Y me daba cuenta de que lo que pedían por hectárea eran montos bajos. Eso sí: había que comprar miles de hectáreas. Por eso una persona común no puede adquirirlas”.
Lo que hicieron fue armar una plataforma en la cual la gente puede donar pequeñas cantidades, y así se reúnen los fondos para comprar esos bosques y “consagrarlos a su protección perpetua, a su uso sustentable y no que se les meta una topadora encima y que no quede nada”. También han tenido casos de filántropos que han hecho donaciones millonarias para salvar un bosque, que después se transformará en un Parque Nacional o Provincial, como sucede con todos los que puede recuperar la ONG.
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