Conciliación entre terapistas y el gobierno de Neuquén, se reúnen a pedido de la jueza

Los once terapistas del hospital Castro Rendón, el de mayor complejidad del sistema público de salud, se reunirán hoy de manera virtual, a partir de las 10, con los representantes del gobierno de Neuquén, a instancias de la acción de amparo que presentaron contra la provincia por lo que entienden es la saturación del servicio, en el contexto de la pandemia por coronavirus.

Se trata de una audiencia conciliación que fue propuesta por la jueza Elizabeth García Fleiss, que intervino durante la feria. La reunión no es pública y solo tendrán acceso las partes involucradas.

El abogado que patrocina a los profesionales, Hernán Kees, anticipó que él y todo el equipo de médicos se conectarán para participar del encuentro. En tanto que el flamante subsecretario de Salud, Alejandro Ramella, que reemplazó a Andrea Echauri, y el director del Castro Rendón, Adrián Lammel, serán quienes lo hagan en representación del gobierno.

A partir de lo que expresen en la audiencia, la magistrada podrá definir si existe la posibilidad de arribar a un acuerdo, y en tal caso homologarlo. También pueden convocarse a nuevas reuniones para continuar en la búsqueda de una solución. Si la controversia persiste, será ella la encargada de resolverla.

Todo hace pensar que no debería haber una excesiva demora en la definición, ya que se trata de un conflicto que se desarrolla en plena emergencia sanitaria.

Hasta ahora la posición del gobierno, que es el demandado, ha sido tajante en negar la descripción de la situación que realizan los profesionales. En la respuesta brindada por la fiscalía de Estado, Lammel ha manifestado que «es falso» que el servicio de terapia intensiva se encuentre «en peligro inminente para realizar prestaciones» y que la crisis en la demanda «es un fenómeno de carácter mundial, incluso en los llamados países del primer mundo».

Kees afirmó que de todas los pedidos que realizan los terapistas hay dos que son de urgente solución: la relación entre la cantidad de camas que debe cubrir cada médico y las jornadas de descanso.

Los intensivistas aseguran que han llegado a hacer hasta 22 guardias seguidas y que hay una sobresaturación en la relación paciente/médico, ya que lo recomendado para garantizar calidad en el servicio es de 1 profesional cada 8 personas y actualmente atienden a 16.