Cómo será el nuevo plan de incentivos al gas que Nación lanzará en días
Se trata de una nueva versión del Esquema del Gas 20/24. La iniciativa contempla la fijación de precios por subastas y la compensación de parte del costo con cambios en las tarifas. El gobierno convocará a las empresas para oficializarlo.
El gobierno nacional ultima los detalles del proyecto del nuevo Plan Gas 4 o Esquema del Gas 20/24 por medio del cual apuntan a evitar que en el invierno siguiente se dispare la cantidad de importaciones en un contexto de estrechez de divisas. La propuesta será presentada a las empresas y a las provincias en las próximas horas.
Si bien a mediados del mes pasado el plan estuvo a punto de ser lanzado, e incluso las empresas se quedaron esperando la misma convocatoria que ahora se dará, el traspaso de la secretaría de Energía al ámbito del ministerio de Economía y el cambio de su titular, llevaron a que se revise bajo cuatro lupas el plan, con el objetivo de tratar de conseguir el mejor resultado con la menor inversión de fondos públicos posibles.
El paso preliminar para el lanzamiento del programa hace a la legalidad de la propuesta, dado que Darío Martínez debió aguardar a que el Congreso aprobara su renuncia a la banca de Diputado para poder asumir finalmente como secretario de Energía de la Nación.
El neuquino tuvo a su cargo gran parte del armado de la modificación del Esquema del Gas diseñado originalmente bajo la órbita del ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas, para amoldarlo a la estrechez financiera del nuevo presupuesto.
Aunque fuentes del gobierno nacional confiaron que, fiel al dicho que reza que en casa de herrero hay cuchillos de palo, el presupuesto para el año que viene no previó al suma correcta de fondos para solventar el plan que será presentado.
El cálculo de gastos e ingresos que presentó días atrás el ministro de Economía, Martín Guzmán, precisa que para el nuevo plan de incentivos al gas se reservó una partida de 20.645 millones de pesos.
Sin embargo, fuentes con acceso a la nueva propuesta advirtieron que “los fondos destinados al plan van a ser muchos más”, para lo cual revelaron que “se va a hacer una modificación en el presupuesto para que los contemple”.
El programa busca mejorar el precio del gas que se ubica en torno a los 2 dólares por MBTU, por debajo de los márgenes de rentabilidad.
El Esquema del Gas original demandaba para su concreción entre 1000 y 1300 millones de dólares por año, una cifra que ahora se perfila como lejana a los nuevos parámetros del plan que busca reducir por dos vías su costo fiscal.
Para esto desde el gobierno nacional se apostó a dos recortes, en ambos extremos de la cadena del gas. Por un lado, se propondrá una modificación a la baja en lo que hace al precio final del gas que desde el gobierno de avalará.
En la propuesta original se había planteado un precio máximo de 3,40 dólares por millón de BTU, pero que con la aplicación de por la incidencia del cálculo del Valor Presente Neto (VPN) terminaba en la práctica elevando ese precio máximo hasta los 3,90 dólares por millón de BTU.
Desde el gobierno nacional se destacó que “se buscó reducir la inversión pública en el plan pero de forma que de todas maneras garantice las inversiones que necesitamos en la perforación de nuevos pozos”.
Las tarifas
Por la vereda opuesta, se apostó a un cambio en la otra punta del mercado que son las tarifas. El objetivo del gobierno nacional es empalmar el nuevo Plan Gas 4 con la puesta en marcha de los nuevos valores que surjan de la Revisión Integral de Tarifas (RTI) que realizarán el Ente Regulador del Gas (Enargas) y también el de la Energía Eléctrica (ENRE).
De esta forma, Nación busca que una parte del mayor precio que se le ofrecerá a las productoras de gas sea solventado por medio de las tarifas, haciendo que el aporte estatal sea menor y pueda abarcar a una mayor cantidad de nuevo gas.
El sistema para la determinación de estos nuevos precios seguirá siendo el mismo que se había planteado inicialmente, esto es por medio de subastas en las que las empresas oferten un volumen de gas que será tomado bajo la modalidad de contrato en firme por parte de las distribuidoras de gas por redes y de energía eléctrica a través de Cammesa.
El plazo de estos contratos, y con ello del programa, seguirá siendo de cuatro años, es decir que el último año del plan se dará durante el mandato del próximo gobierno nacional.
Desde el gobierno nacional se advirtió que si bien se reducirá la inversión del Estado en el programa, es decir los fondos que se inyectarán, también se aplicarán una serie de esquemas paralelos que colaborarán para que las empresas productoras sigan teniendo un incentivo suficiente como para reactivar la producción y poner freno a la actual caída que amenaza el horizonte del invierno que viene.
Para esto se buscará que el programa abarque a un bloque de producción lo más grande posible, que inicialmente estaba previsto en 70 millones de metros cúbicos a cubrir entre cuatro cuencas del país.
Esto se debe a que si bien desde Nación revelaron que no esperan un gran salto en la producción, sí se contempla un plan con efecto progresivo, que al menos para el año que viene logre frenar y revertir la caída en la producción que este año superó el 12% y que con el paso de los años, permita además de sostener el nivel base de producción poder elevar la misma para reducir aún más las importaciones.
Las razones
La caída en el precio del gas natural en el país que se buscó a partir de la mayor oferta que generó Vaca Muerta, terminó teniendo un grave efecto a raíz de que las empresas productoras dejaron de sumar nuevos pozos desde hace más de un año.
En este invierno que acaba de finalizar, la cuarentena frenó el consumo de gas de sectores clave como el industrial y aún así, la caída en la producción llevó a que los grifos de importación estuvieran funcionando a pleno y se debiera de todas formas cortar el suministro a algunas fábricas durante una de las olas polares.
Para el invierno del año que viene se espera un escenario mucho más complicado, pues a la reactivación de las industria que este año estuvieron frenadas por la cuarentena, se sumará –si no se aplica un plan de estímulo- una nueva caída en la producción que corresponde al declino natural de los pozos que representa no menos del 10% anual.
El dato
- 42,2
- millones de metros cúbicos de gas se importaron por día durante julio entre las cargas de GNL y el gas de Bolivia.
De cumplirse esta menor producción nacional la importación de gas desde Bolivia y el GNL que se inyecta desde Escobar ya no darán abasto y se deberá optar por opciones mucho más costosas como son sólo utilizar combustibles líquidos en las centrales térmicas, contratar un segundo buque regasificador o bien desandar el camino de las exportaciones y utilizar los gasoductos que vinculan a Argentina con Chile para importar desde esa forma el GNL que adquiere el vecino país.
Cualquiera de estas alternativas no sólo implicarán el vuelco de miles de millones de dólares de divisas de las que el país no dispone, sino también que esos recursos se destinarán al solo pago de la importación de un producto que abunda en el subsuelo del país.
Comentarios