Cómo ser un buen líder de nuestros perros
Ejercer el liderazgo es fundamental para construir una relación con el animal, pero no es tarea fácil. “Debemos ofrecerles tiempo de calidad”, aconseja un adiestrador canino.
El vínculo que generamos con nuestro perro dependerá mucho de la forma en que nos comuniquemos con ellos, la cual debe ser clara y precisa. Si bien los perros necesitan de un líder, esa acción la debe realizar, con absoluta responsabilidad, la persona encargada del animal.
Imputan a una mujer por maltrato animal en Roca
Según el educador canino de Allen, Luis Ayala, dicho liderazgo se debe ejercer con bases sólidas de una influencia positiva, coherente, con la seguridad y confianza transmitida hacia el perro.
“Ese trabajo es nuestra responsabilidad”, dice Ayala, quien además asegura que la persona tutora es la responsable de todo lo que haga y le pase al animal, tanto de lo bueno y lo malo y – en caso de no asumir con seriedad esa responsabilidad – es preferible que no tenga un perro.
“Actitud, constancia y disciplina son características que debe tener un buen líder, pero también la empatía”.
Luis Ayala, educador canino de Allen.
“Las obligaciones, los horarios, los espacios, los medios económicos, la falta de tiempo son algunos de los factores que inciden negativamente en la convivencia y por ende en el liderazgo que intentamos establecer”, explica el instructor. Y añade: “Un perro sin líder es un animal que no está bien ensamblado a su ambiente y, cuando no encajamos, se sufre”.
Por lo tanto, para ser un buen líder debemos ofrecer tiempo de calidad a nuestro perro. “Mostrarle el mundo en el que vivirá, con todo lo que hay en él y enseñarle a través de juegos que construyen una ´personalidad ganadora´, entonces ese cachorro no temerá a lo nuevo y se apoyará en su líder, con quien ha construido un fuerte vínculo afectivo gracias al tiempo de calidad compartido”, especificó Ayala.
Para el profesional, cuando de crianza y de educación del animal se trata, el factor “tiempo” es definitorio. “Si no tengo tiempo para dedicarle a mi perro, repito, es mejor no tener perro”, afirma contundente.
El liderazgo se empieza a trabajar desde que el cachorro llega a casa – indica Ayala – estableciendo pautas claras y coherentes donde toda la familia debe respetar esas normas.
El cachorro debe contar con su espacio propio y también horarios para comer, dice, y eso ayuda a construir los hábitos de higiene que le siguen: hacer sus necesidades afuera, por ejemplo.
“Se debe armar una rutina de comportamientos deseables en el cachorro – indica el experto – cuando come, cuando sale a pasear, como será la dinámica de ese paseo, entre otras cosas.
Se puede aprender a construir liderazgo fuerte, eficiente y afectuoso incorporando los conocimientos básicos de la comunicación canina, las señales de calma y el lenguaje corporal (canino y humano). En nuestra provincia hay profesionales muy capaces para orientar esta tarea. Tomar clases con un buen adiestrador canino nos puede facilitar mucho la misión. “Un buen líder no es un jefe y mucho menos un tirano”, acota el educador.
“Si somos consistentes y coherentes en nuestros comportamientos, el cachorro lo será en los suyos y reconocerá que somos quien regula todo para él. Reconoce nuestra jerarquía y liderazgo de buena gana, siendo proactivo y colaborador. O sea, lo llamo y viene de inmediato, no habrá nada más importante que su líder”, señaló Ayala a Río Negro.
PARA TENER EN CUENTA:
Ser realmente empáticos ayudará a comprender que nuestro perro tiene necesidades distintas a las nuestras.
Respetar esas necesidades de perro: oler, marcar, socializar, jugar, ladrar, entre otras cosas.
Empatizar realmente con nuestro perro nos empuja a aprender sobre él, que está en nuestra casa.
El perro debe saber cuál es su rol en la familia/manada, como aprende y sobre todo; como siente.
Un buen líder debe tener presente el sentir del perro, que además del amor, debemos aprender más sobre ellos para ejercer un buen liderazgo.
Comentarios