Cómo impactó la crisis de 2001 y cómo evolucionó el país desde entonces
La mayoría de los indicadores muestran que en la actualidad no se registra una situación tan dramática como en los años 2001 y 2002. Sin embargo, las pruebas PISA muestran peores resultados en 2018 que en el año 2000. Un trabajo del equipo de Chequeado
Se cumplen 20 años del estallido social que derivó en una fuerte represión que dejó 39 personas muertas y la renuncia del entonces presidente de la Nación, Fernando de la Rúa (Alianza). La crisis institucional -que se tradujo en que 5 personas ocuparan la Presidencia del país en el lapso de poco más de una semana– estuvo acompañada por una crisis económica, política y social.
Para entender mejor la crisis de 2001, y para saber cómo estamos ahora en relación con ese momento, seleccionamos 20 indicadores que podrán ver a continuación.
A partir de las recomendaciones de especialistas consultados por Chequeado sobre qué indicadores son clave para analizar la evolución de cada área, analizamos datos de Economía, Producción y Trabajo, como también de Salud, Educación y Seguridad.
Entre 2001 y 2002 aumentó la pobreza y la desigualdad, y cayeron el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita y los salarios. Al mismo tiempo, se redujo el consumo de carne y leche; y aumentó la mortalidad materna e infantil.
En relación con la Educación, las pruebas PISA realizadas desde el 2000 reflejan un resultado más bajo en la capacidad de Lectura de los alumnos argentinos. Por último, en cuanto a las estadísticas de Seguridad, los homicidios y los robos aumentaron durante la crisis, pero en la actualidad se encuentran significativamente más bajos.
Pobreza, deuda y empleo
Tanto la pobreza como la desigualdad alcanzaron su pico más alto en 2002, aunque el crecimiento de estos indicadores empezó en los años previos.
En el segundo semestre de 2002 se llegó al pico máximo con un 65% de pobreza. Después de la crisis, este porcentaje se redujo hasta 2014, en donde se registró un crecimiento. Más adelante, volvió a descender hasta el periodo de alza entre 2018 y 2020.
El último dato publicado, que corresponde al primer semestre de 2021 da cuenta de un 40,6% de pobreza.
En paralelo, la deuda pública como porcentaje del PBI también creció a su nivel máximo en el mismo año.
Posteriormente, descendió de manera prácticamente continuada hasta 2011 con un pico en 2008. A partir de 2011, comienza una tendencia ascendente que se aceleró a partir de 2018 y hasta 2020.
El PBI per cápita registró su caída más profunda en 2002, al igual que la inversión social, aunque esta última aumentó de manera sostenida hasta 2013.
La desocupación alcanzó su punto más alto en 2002. Después de una reducción en los años 1996, 1997 y 1998, en 1999 comenzó a subir año a año.
La desocupación comenzó una trayectoria descendente hasta 2007. Desde entonces hasta 2016 no hay datos oficiales debido a la intervención del INDEC, pero fuentes alternativas -como la consultora Orlando J. Ferreres- muestran picos en 2009 y 2011.
Con el regreso de la información estadística oficial, se observa un aumento en 2018 y 2019; y una fuerte suba en 2020, que parece haber disminuído en los últimos meses, de acuerdo con los datos parciales.
Los salarios de los trabajadores formales, por su parte, se redujeron entre 2002 y 2003 en términos reales (es decir, descontando el efecto de la inflación). Y, después de un periodo de recuperación, desde 2018 se evidencia una nueva caída sostenida.
Consumos y exportación
En la práctica, la crisis económica se puede ver en la baja en el consumo de leche y carne. El menor consumo de productos lácteos se registró en 2003, pero comenzó a caer en el 2000. Si bien aumentó en años posteriores, con picos en 2012 y 2015, no se recuperaron los niveles previos a la crisis.
En cuanto al consumo de carne, se advierte el punto más bajo en 2002. Posteriormente, se registra una tendencia creciente para la carne aviar y porcina, aunque en distintas proporciones. En tanto, el consumo de carne vacuna aumentó después de la crisis, con picos entre 2007 y 2009, pero en la actualidad se encuentra en el nivel más bajo desde 1920.
En cuanto al comercio exterior, la menor importación desde 1995 se dio en 2002 y la más alta, en 2013. El peor registro de exportaciones se registró en 1995 y el pico ocurrió en 2011. La recuperación después de la crisis se vio interrumpida por una caída en 2009. Los años con saldo comercial negativo (es decir, la diferencia entre las exportaciones y las importaciones) fueron 2015, 2017 y 2018.
Por su parte, la superficie sembrada tiene una tendencia a la alta desde 1998. Esta no se redujo por la crisis de 2001. Las bajas sí se dieron entre los años 2008/2009, 2009/2010, 2017/2018 y 2018/2019.
Salud y Educación
La mortalidad materna aumentó en 2001 y 2002, pero no se trata de los registros más altos de la serie desde 1990. Hay un pico en 2009 y el último dato disponible (2019), se encuentra entre los más bajos.
En tanto, la mortalidad infantil tiene una tendencia a la baja desde 1990, aunque en los años de la crisis 2001-2002 se produjo un aumento. En particular, las muertes de menores de 5 años por desnutrición subieron significativamente en 2002 y registraron el tercer peor año, después de 1997 y 1998.
En relación con la Educación, la matrícula de estudiantes tiene una tendencia general de crecimiento desde 1996. En 2003, la cantidad de estudiantes del secundario se redujo, como también bajó en 2016.
Además, se observa un crecimiento en la proporción de la matrícula en las escuelas de gestión privada, sobre todo en el primario.
En el Censo 2010, la cantidad de personas sin instrucción registradas se redujo en relación con el Censo 2001. En la misma línea, bajó la cantidad de personas que tienen el primario como el máximo nivel de instrucción; y aumentó el número de quienes estudiaron hasta el nivel secundario y terciario.
El principal desafío de este periodo se presenta en la calidad de la educación impartida. Una de las mediciones de ella son las pruebas PISA, que se realizan a nivel internacional desde 2000.
En ese año, la evaluación de Lectura de la Argentina era la más alta entre los países de América del Sur que participan de las pruebas: Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay. En 2018 (último dato disponible), nuestro país se encontró penúltimo, sólo superando a Perú.
Además, cabe destacar que entre 2000 y 2018, en todas las evaluaciones, la Argentina y todos los países de la región se encontraron bien por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Seguridad
Por último, en materia de Seguridad, los homicidios dolosos, es decir aquellos cometidos con intención, aumentaron en 2001 y 2002. Por su parte, los robos y la tentativa de robos tuvieron un pico en 2002 del registro que comenzó el año anterior y los últimos datos registrados para 2020 son los más bajos de la serie.
Los homicidios dolosos, en tanto, tuvieron nuevos picos en 2009 y 2014 – más bajos que los de la crisis – y también muestran una tendencia decreciente.
Además, la cantidad de personas muertas en hechos de violencia con participación de fuerzas de seguridad en 2001 y 2002 alcanzó el número más alto desde 1996, de acuerdo con el relevamiento realizado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
En general, la mayoría de los indicadores muestran que en la actualidad no se registra una situación tan dramática como en los años 2001 y 2002. Sin embargo, las pruebas PISA muestran peores resultados en 2018 que en el año 2000; el consumo de carne vacuna es el más bajo del que se tiene registro; y el consumo de leche y productos lácteos se encuentra entre las cifras más bajas.
Autores: José Gimenez y Lucía Martínez
Edición 1: Laura Zommer
Edición 2: Matías Di Santi
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